Una duquesa vestida de percal.
Se acaba de publicar el libro La Manzanilla de Sanlúcar en el siglo XIX a través de la prensa. Una duquesa vestida de percal, obra de la historiadora Ana Gómez Díaz-Franzón.
Se trata de una recopilación, selección y contextualización
de algo más de 2.000 menciones al vino Manzanilla de Sanlúcar, localizadas en
más de doscientas cabeceras de periódicos y revistas conservados en la Hemeroteca Digital
de la Biblioteca Nacional (exclusivamente), más dos ejemplares de otra
hemeroteca.
Estos textos, en prosa y verso, pertenecen a los más
diversos géneros y corrientes literarias -Romanticismo, Realismo, Costumbrismo
o Modernismo-, donde no faltan el humor y la sátira. Están firmados por más de
500 autores, entre los que hallamos a Gustavo Adolfo Bécquer, Mariano José
Larra, duque de Rivas, Mesonero Romanos, Zorrilla, Pardo Bazán, Fernán
Caballero, Alcalá Galiano, Azorín, Pérez Galdós, Eusebio Blasco, Sinesio
Delgado, Echegaray, Fernández Bremón, M. de Cavia, Rubén Darío, Javier de
Burgos, Salvador Rueda o Francisco Villaespesa, entre muchos otros.
Además, cuantiosos anuncios publicitarios de
establecimientos y bodegas, junto a diversos artículos científicos o
divulgativos, ofrecen cifras sobre la producción y comercialización de los
principales vinos, españoles y extranjeros, consumidos en España y otros países
durante el siglo XIX.
A través de los diferentes capítulos, se puede conocer cómo
el entonces llamado “el Manzanilla”, nacido en el siglo XVIII como el primer
vino blanco generoso de España, fue uno de los vinos más acreditados del siglo
XIX.
Nos encontramos con algunas bodegas productoras; la
exhibición de la Manzanilla en las exposiciones nacionales y universales; su
identificación con Andalucía y, en especial, con Cádiz y Sevilla; la intensa
vinculación de este vino con los espectáculos más populares de la época: el
flamenco y la tauromaquia; su presencia en fiestas, verbenas y romerías
españolas; en las artes escénicas; en las novelas por entregas, en múltiples
poemas, cuentos, folletines o chascarrillos; en las artes plásticas; en la
gastronomía; en la política o su implicación en los sucesos de la época.
Al hilo de estas menciones a la Manzanilla de Sanlúcar de
Barrameda, uno de los vinos más consumidos en la España decimonónica, el lector
se sumerge en la complejidad vinícola, social y cultural del siglo XIX.
El diseño de cubierta y la maquetación del libro han corrido
a cargo de Enrique López Marín, diseñador y profesor de la Universidad de
Granada.
Es una edición modesta, de tapa blanda, impresa en blanco y
negro (tampoco había mucho color en el XIX), aunque cuenta con una muy rica y
desconocida información historiográfica.
Contiene diversas ilustraciones y 656 páginas.