Desde el templo del Lucero: Patrimonio Cultural de Sanlúcar
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sábado, 27 de diciembre de 2025

El pelotazo urbanístico de Bodegas Tradición en Sanlúcar

 Opinión Patrimonio Arquitectónico Bodeguero de Sanlúcar


En los últimos días Diario de Jerez publicaba una nota de prensa donde se anunciaba que Bodegas Tradición de Jerez (fundada en 1998), presidida por Helena Rivero López de Carrizosa, ha adquirido las bodegas Argüeso de Sanlúcar, el nombre comercial "Herederos de Argüeso", la marca "San León" y unas cien botas de esta solera por un precio estimado de siete millones de euros, tras año y medio de negociaciones. En este texto, supuestamente cargado de buenas intenciones, se dice que Bodegas Tradición va a restaurar toda la zona lindante con la parroquia de Santo Domingo, que perteneció al antiguo convento de Santo Domingo, del siglo XVI, donde se conservan unos magníficos artesonados y varias portadas renacentistas. También se comunica que incluso podrían instalar en la zona comprada parte de la colección pictórica que posee esta bodega jerezana.

Sin embargo, al día siguiente, Francisco Yuste, propietario hasta ahora y vendedor de las bodegas Argüeso, afirmaba en unas declaraciones públicas que las bodegas "Heredeeros de Argüeso" no se ha vendido, que lo que se ha enajenado es "el ladrillo", es decir, los 14.000 m2 que componen todo el conjunto bodeguero compuesto por una docena de cascos de diferentes épocas (XVI-XX), situado en el centro histórico de Sanlúcar, cuyo detalle no se mencionaba en la nota de prensa citada.

Estas contradicciones han generado cierta incertidumbre en Sanlúcar, vistos los antecedentes especulativos que posee este conjunto bodeguero. Cuando la familia Argüeso lo vendió en 2006 a varios socios -Construcciones Avisur; Rafael Ávila, por Sanluqueña de Inversiones; Javier Olaciregui [destructor de Casa Arizón], por Inmo Casco Antiguo; y Javier Láinez, por García Pérez Hermanos-, que realizaron un proyecto y estudio de detalle para edificar 250 pisos y un gran parking de doble planta bajo rasante. Aquel disparate contó, como siempre, con la aprobación del PP, PSOE, CIS y PA, y del pleno municipal, siendo alcaldesa Irene García Macíaa, además del visto bueno de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que tiene las competencias en materia de Patrimonio Histórico de Sanlúcar, y que suele aprobar todos los proyectos que le llegan de esta ciudad, sean más o menos destructivos. Se presentaron entonces alegaciones por parte del entonces llamado Bloque de Progreso y de la asociación Aula Gerión. Finalmente, nada se hizo, al parecer por falta de financiación, y Francisco Yuste adquirió el conjunto en 2016 para dedicarlo a la crianza de vinos, como ha sido hasta la actualidad.

Ahora, con la nueva bodega propietaria vuelven a aflorar los intereses especulativos sobre este antiguo y significativo conjunto patrimonial bodeguero -uno de los seis que se conservan en la ciudad de Sanlúcar y el único que permanece como testigo de la desamortización del siglo XIX-, el cual se halla protegido en parte por el PGOU y al completo al hallarse en pleno Conjunto Histórico.

Ficha del Catálogo de Edificios Protegidos del PGOU, por el que se protegen los cascos de bodegas pertenecientes al antiguo convento de Santo Domingo y la fachada de calle Mar.

En efecto, en una nueva nota de prensa de Diario de Jerez se decía ya abiertamente que se conservará sólo la zona del antiguo convento, para demoler el resto de las bodegas y destinar el solar resultante a uso residencial. Al mismo tiempo, el día 26 de diciembre el Ayuntamiento de Sanlúcar hacía pública la reunión mantenida entre Helena Rivero, presidenta de Bodegas Tradición, tras la compra de Argüeso, y la Alcaldesa de Sanlúcar ("encuentro de trabajo" le llaman), para explicarle el pelotazo urbanístico que quiere perpetrar esta bodega jerezana en las antiguas Bodegas Herederos de Argüeso. 

Reunión mantenida en los últimos días entre Helena Rivero y la Alcaldesa de Sanlúcar.

Rivero ha informado a la Alcaldesa que quieren preservar una parte de las bodegas, las que pertenecen al antiguo convento de Santo Domingo. En realidad, no es que ella quiera, es que no se pueden tocar por esar incluidas en el Catálogo de Edificios Protegidos de Sanlúcar, pero que va a demoler el resto de las bodegas para construir viviendas, esto es, unos 11.000 m2.

En El Conciso de 26 de diciembre, añaden que Bodegas Tradición "ha adquirido igualmente una importante bolsa de suelo no catalogado en el centro de la ciudad que pertenecía a Argüeso". Lo de suelo no catalogado se referirá a que no está protegido en el Catálogo de Edificios Protegidos (excepto las naves aledañas a la iglesia de Santo Domingo), pero todas esas “bodegas construidas" durante varios siglos en el complejo Argüeso, que no "bolsa de suelo", se encuentran protegidas por las leyes de patrimonio española y andaluza, al hallarse dentro del protegido Conjunto Histórico de Sanlúcar. Por tanto, no se pueden demoler sin las debidas autorizaciones y justificaciones en virtud de estas leyes. 

Según el Diario de Jerez de 26 de diciembre se informa que la promotora inmobiliaria Transforstate, también propiedad de Helena Rivero, ha presentado al Ayuntamiento de Sanlúcar "las líneas generales del proyecto de regeneración urbana y patrimonial en el casco histórico, que combinará la rehabilitación y recuperación integral de los espacios históricos de Argüeso, de uso bodeguero, con un complejo residencial, acorde con la arquitectura tradicional del municipio. TransforEstate se encargará de desarrollar la promoción inmobiliaria que constará de viviendas que se integrarán de forma armónica en el entorno urbano de Sanlúcar. El diseño de la edificación se adaptará a la escala y el estilo arquitectónico de la ciudad, manteniendo el concepto tradicional de "manzana interior bodeguera" y una relación equilibrada entre los espacios tanto privados como públicos". Se trata de decir con palabrerío fino que van a demoler una docena de bodegas para edificar un total de 164 viviendas, de tres alturas más sótano, con garajes y trasteros. 

Plano de planta de bodegas "Herederos de Agúeso".

La Sra. Rivero no debe saber que todas las bodegas de Argüeso están protegidas por las leyes de patrimonio española y andaluza, al hallarse dentro del Conjunto Histórico protegido de Sanlúcar, declarado como tal en 1973 por el Decreto 2024/1973, de 26 de julio, por lo que estas bodegas están afectadas por la Ley de Patrimonio Histórico Español (LPHE), que en el art. 21.3 dice, en lo relativo a la conservación de los Conjuntos Históricos: 

"Se consideran excepcionales las sustituciones de inmuebles, aunque sean parciales, y sólo podrán realizarse en la medida en que contribuyan a la conservación general del Conjunto".

Por tanto, cualquier intervención urbanística que se proyecte sobre los 14.000 m2 de estas bodegas debe contar con el previo informe favorable de la Delegación Territorial de Cultura de Cádiz, y justificar la excepcionalidad en qué contribuyen las proyectadas demoliciones para edificar viviendas, a la conservación general del Conjunto Histórico de Sanlúcar.

¿En qué contribuyen esos bloques de pisos proyectados con 164 viviendas, garajes y trasteros a la conservación del Conjunto Histórico de Sanlúcar?

Ya está bien de destruir bodegas en Sanlúcar. En ese conjunto existen bodegas de los siglos XVII al XX. Tendrán que presentar un proyecto muy, pero que muy bien justificado, para poder derribar alguna.

Posiblemente la Junta autorizará. Ya lo tendrán hablado. Pero esperamos que la Alcaldesa, Carmen Álvarez, que llevaba en su programa electoral la conservación del patrimonio y la protección de las bodegas de Sanlúcar, no se deje amilanar por estos especuladores, que sólo vienen a Sanlúcar a lucrarse con la destrucción de nuestras antiguas bodegas, no otorgue la licencia de obras. 

Se nota y mucho el origen inmobiliario de Bodegas Tradición.

En Sanlúcar, como en cualquier sitio, hay que respetar las leyes y cumplir las promesas electorales. 

El asunto se viene cociendo desde hace meses, dando por hecho, al parecer, la venta de Francisco Yuste. Para financiar el proyecto “Residencial Bodegas de Sanlúcar”, que así se llama el pelotazo en cuestión, la empresa CIVISLEND puso en marcha en octubre de 2025, un crowdfunding inmobiliario, que consiste en la financiación mediante préstamo puente para la adquisición suelo urbano residencial. La inversión ofrece una rentabilidad del 12,00% TIR y una duración de 15 meses. Se anunció del siguiente modo:

"El proyecto tiene como objetivo la futura promoción de un conjunto residencial de 164 viviendas plurifamiliares con superficies medias de 104 m², distribuidas en planta baja, dos alturas y sótano (cuatro plantas) para aparcamientos. Se trata de un desarrollo que busca aprovechar la demanda de vivienda en una ubicación histórica con escasa oferta de obra nueva." 

¿A qué demanda se referirán si en Sanlúcar se están construyendo en la actualidad cientos de pisos? ¿Cuás es esa escasa oferta si lo que se necesitan en Sanlúcar, como en toda España soon viviendas de protección oficial?

En octubre se publica un "Análisis y valoración" del proyecto, donde se especifica claramente que el proyecto aún no tiene licencia de obras.

El día 6 de noviembre, supuestamente antes de comprar las Bodegas Argüeso, la agencia de inversión inmobiliaria Civislend (responsable del crowdfunding) anunciaba en Instagram que "Residencial Bodegas de Sanlúcar" había sido financiado con éxito:

"Hoy anunciamos que el proyecto “Residencial Bodegas de Sanlúcar” se ha financiado con éxito. La aportación ha sido obra de 2.137 inversores hasta completar el total de la misma: 5.000.000 €. El proyecto ofrece una rentabilidad del 15% (12% anual) en un plazo de 15 meses".

Con estos cinco millones tendrán sólo para empezar una obra de esta envergadura, si es que logran las autorizaciones pertinentes. Al parecer, el 29 % de la financiación corre a cargo de Rivero. También daban las gracias al promotor, es decir, a la promotora inmobiliaria TRANSFORSTATE, propiedad también de Helena Rivero López de Carrizosa.

Sorprende la seguridad que manifiestan estas empresas en poder ejecutar el proyecto, antes de haberse cumplimentado la adquisición del conjunto bodeguero Argüeso y los correspondientes trámites administrativos (informes favorables y licencia de obras).

Les toca ahora a Helena Rivero y a su empresa inmobiliaria elaborar el oportuno estudio de detalle, puesto que la promoción tiene más de 2.000 m2, según marca la normativa urbanística, además de solicitar con el proyecto en mano el informe favorable de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la licencia de obras municipal, que esperemos no se otorgue de ningún modo por nadie. Además, debe contar con el visto bueno de los numerosos vecinos de esta promoción, pues las bodegas Argüeso se ubican en el centroo de la manzana que dibujan las calles Mar, Santo Domingo, Ángel y Bolsa, doonde existen numerosa casas y bloques de pisos, además del convento de la Hermanitas de la Cruz. 

Cabe recordar que Bodegas Tradición ha sido beneficiaria en 2025 del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, cuyo objetivo es conseguir un tejido empresarial más competitivo.

Una cosa es derribar una de las bodegas del XX y otra este atentado contra el Patrimonio Arquitectónico Bodeguero de Sanlúcar. Todo parece indicar que a la Sra. Rivero poco le interesan los vinos de Argüeso, sino más bien "el ladrillo" (en palabras del Sr. Yuste). La manzanilla "San León" no es más que una excusa para destruir un histórico conjunto bodeguero de los pocos que quedan en Sanlúcar. 

Este macroproyecto se suma a las numerosas bodegas demoolidas en los últimos años en Sanlúcar Al parecer ésta es la tendencia de moda. Trasladar las bodegas a las carreteras y polígonos industriales, al tiempo que los especuladores se lucran con sus solares, y dejar la vieja ciudad vitivinícola de Sanlúcar libre de bodegas, convertida en una vulgarísima barriada.


IMÁGENES DE ALGUNAS BODEGAS DEL CONJUNTO "HEREDEROS DE ARGUESO" EN 2011 y  ACTUALES.

El conjunto bodeguero "Herederos de Argüeso" está compuesto por una veintena de bodegas de diferentes épocas, dimensiones y tipologías. En él se engloban las bodegas denominadas Santo Domingo, Sacristía, Refectorio, San León, San Juan, La Caridad, El Toro, San Vidal, San Manuel, El Rincón, El Ángel, Los Dolores, Tonelería, Bolera, San José, La Cruz, La Parra, San Francisco y San Vidal. Todas se distribuyen en torno a varios patios y al callejón de Santo Domingo.

San José fue la primera bodega adquirida por León de Argüeso en 1858 en este lugar, antigua huerta y convento de Santo Domingo ya desamortizados. La primera bodega que compró fue parte de la bodega Santa Ana, en 1834, en calle Bolsa, hoy desaparecida.












CONTINUAREMOS ACTUALIZANDO,

Ana Gómez Díaz-Franzón

Dra. Historia del Arte



















viernes, 12 de diciembre de 2025

Resacralización de la ciudad. El regreso a la religiosidad barroca. El caso de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

 Opiniónn Patrimonio Cultural de Sanlúcar


Dentro de la corriente que estamos viviendo, en los últimos años, tendente a resacralizar la ciudad de Sanlúcar, por la que calles, templos y otros edificios se están atiborrando de ornamentaciones religiosas que, a veces, incluso llegan a ocultar la verdadera arquitectura histórica o dificultan sobremanera su contemplación, vimos cómo hace unos meses de colocó un retablo cerámico en la fachada lateral de la parroquia de Santo Domingo, si bien en unos días fue retirada, desconociéndose las razones.

Ubicación actual del retablo cerámico, de forma que se puede ver al contemplar la fachada principal
de la parroquia de Santo Domingo. 
📷 Un ciudadano de Sanlúcar.

Retablo cerámico con la Virgen de la Penas, de la Hermandad de los Estudiantes, colocado recientemente
rozando la fachada principal. 
📷 Un ciudadano de Sanlúcar.

En estos días ha vuelto a aparecer dicha pieza cerámica donde se representa la titular de la popularmente llamada "Hermandad de los Estudiantes", pero ubicada ahora en lugar muy próximo a la magnífica fachada principal de este templo del siglo XVI, obra que Cristóbal de Rojas, y cuenta con Protección Integral en el Catálogo del PGOU.

Todos sabemos que no se pueden colocar en las fachadas elementos ornamentales a placer, pues en caso contrario las ciudades se convertirían en pastiches caóticos imposibles de transitar. Existe una ordenanza municipal sobre el asunto.

Por ello, es de suponer que la hermandad de los Estudiantes, sita en esta parroquia, ha debido obtener las pertinentes autorizaciones eclesiásticas y civiles, tanto de la Gerencia de Urbanismo como de la Delegación Territorial de Cultura de Cádiz y del Obispado. Todo ello debe ser inspeccionado por los inspectores de la Gerencia de Urbanismo y de dicha Delegación. 

¿El párroco y las hermandades de esta parroquia piensan colocar más paños cerámicos en la misma iglesia y lugar? ¿No hubiese sido lugar más apropiado el patio del compás, por dimensiones y por hallarse en el interior del recinto sagrado? Ya, claro, se necesita mostrar y demostrar...

Si seguimos así, pronto Sanlúcar se parecerá más a aquella ciudad sacralizada de los siglos XVII y XVIII, donde la religiosidad popular necesitaba ver a sus imágenes devocionales e intercesores celestiales en las calles, a los que se podía solicitar sobre la marcha salud o mejores cosechas; y para recordarles que, ante la inminente muerte por pestes y epidemias, tan frecuentes en la época, sus salvadores celestiales estaban ahí, cerca, para ayudarles a ganar el cielo. De aquel tiempo nos han quedado hermosos retablitos urbanos dispersos por el casco histórico de Sanlúcar.

Claro que estamos en el siglo XXI, vivimos en un estado aconfesional y son muy diversas las creencias religiosas y no religiosas de la ciudadanía, cuya realidad habría de ser respetada por todos los agentes sociales.

Este retablo cerámico, colocado en la fachada de la magnífica iglesia de Santo Domingo, sin duda distrae la atención de los que contemplen o fotografíen uno de los mejores templos renacentistas de Andalucía del siglo XVI. Soy partidaria de disfrutar del arte en toda su pureza y desnudez, tal como se edificó, talló o pintó. Cualquier aditivo posterior desvirtúa la originalidad de la obra de arte y, por tanto, dificulta su lectura, comprensión y deleite.

Desde hace unos años se está produciendo una pujante ola sacralizadora de signo católico que invade todos espacios urbanos, que nos retrotrae a tiempos barrocos. De forma paulatina, la ciudad se está llenando de elementos religiosos permanentes, a los que se suman otros muchos efímeros colocados en las calles durante los diferentes festejos de la religiosidad popular, los cuales están aumentando exponencialmente a lo largo del año.

Algunas fachadas de iglesias pequeñas parecen simples soportes publicitarios con múltiples azulejos, carteles, cartelas, estandartes y banderolas, que ocultan la hermosa arquitectura religiosa sanluqueña. Buenos ejemplos de ello son la mudéjar fachada de la iglesia de la Trinidad o la barroca de los Desamparados. En otras ocasiones estos elementos superpuestos resultan disminuidos (si no ridículos) al situarte en templos de grandes proporciones, como Santo Domingo o San Francisco. 

A todo ello se suman los varios monumentos y estatuas religiosas ubicadas en diferentes puntos de la ciudad; o el vía crucis azulejero que, en sus catorce o quince estaciones, recorre el casco histórico, desde Santo Domingo a Capuchinos. 

La nomenclatura tradicional de varias calles se está sustituyendo por nominaciones religiosas, como la calle Trascuesta de los Dolores (antes Trascuesta) o calle Virgen de la Estrella (antigua de los Saters), entre otras.

La arquitectura civil parece haberse contagiado por esta corriente urbana ornamentalista. Y ahí tenemos las fachadas del antiguo Ayuntamiento (XVIII) repletas de paneles azulejeros que, sin orden ni concierto, se han ido acumulando en alusión. casi todos, a la primera vuelta al mundo y devociones reeligiosas. Qué lástima que aún no tengamos un monumento a Magallanes y Elcano, artífices de aquella heroica travesía.

Aunque no soy creyente, esta "moda" personalmente no me ofende, aunque me apabulla bastante y me fastidia que me impida la contemplación artística. Sin embargo, sí puede ofender a otras personas de diferentes creencias, o bien a las que entienden la religión como algo íntimo y personal. También hemos de considerar que estamos en un estado aconfesional, donde se han de respetar todas las creencias religiosas, sin imposición de ninguna. Objetivamente, hemos de entender que nada es bueno en exceso. Que la arquitectura hay que disfrutarla en toda su plenitud original. Y que estas desmesuras no parecen acordes a los tiempos que vivimos, en pleno siglo XXI.

Vaya por delante mi absoluto respeto a todas las hermandes, que en muchos casos mantienen vivos y abiertos los templos y cuidan de la imaginería y enseres, pues de otro modo ya se habrían desplomado algunos, porque la Iglesia (jerarquía eclesiástica) inmatricula rápido miles propiedades, pero poco atiende las necesidades materiales de estas parroquias y templos. Si se necesitan restauraciones hay que acudir a patrocinadores particulares o a la Junta de Andalucía, que somos todos. 

Quizá habría que repensar esta excesiva exteriorización religiosa. 

Dicen que en la mesura está la virtud.


ALGUNOS EJEMPLOS DE SACRALIZACIÓN DE LA CIUDAD DE SANLÚCAR EN LOS ÚLTIMOS AÑOS.

Fachada de la iglesia de San Diego (XVII). Azulejos de los titulares de la hermandad de la Oración en el huerto, de forzada colocación. 📷 Web Andorreando por el mundo.

Iglesia de San Miguel (XVII). 📷 Wikiloc

Iglesia de San Miguel (XVII). 📷 Google Earth.

jueves, 3 de agosto de 2023

Publicado el libro La Manzanilla de Sanlúcar en el siglo XIX a través de la prensa.

 Una duquesa vestida de percal.











Se acaba de publicar el libro La Manzanilla de Sanlúcar en el siglo XIX a través de la prensa. Una duquesa vestida de percal, obra de la historiadora Ana Gómez Díaz-Franzón.

Se trata de una recopilación, selección y contextualización de algo más de 2.000 menciones al vino Manzanilla de Sanlúcar, localizadas en más de doscientas cabeceras de periódicos y revistas conservados en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional (exclusivamente), más dos ejemplares de otra hemeroteca.

Estos textos, en prosa y verso, pertenecen a los más diversos géneros y corrientes literarias -Romanticismo, Realismo, Costumbrismo o Modernismo-, donde no faltan el humor y la sátira. Están firmados por más de 500 autores, entre los que hallamos a Gustavo Adolfo Bécquer, Mariano José Larra, duque de Rivas, Mesonero Romanos, Zorrilla, Pardo Bazán, Fernán Caballero, Alcalá Galiano, Azorín, Pérez Galdós, Eusebio Blasco, Sinesio Delgado, Echegaray, Fernández Bremón, M. de Cavia, Rubén Darío, Javier de Burgos, Salvador Rueda o Francisco Villaespesa, entre muchos otros.

Además, cuantiosos anuncios publicitarios de establecimientos y bodegas, junto a diversos artículos científicos o divulgativos, ofrecen cifras sobre la producción y comercialización de los principales vinos, españoles y extranjeros, consumidos en España y otros países durante el siglo XIX.

A través de los diferentes capítulos, se puede conocer cómo el entonces llamado “el Manzanilla”, nacido en el siglo XVIII como el primer vino blanco generoso de España, fue uno de los vinos más acreditados del siglo XIX.

Nos encontramos con algunas bodegas productoras; la exhibición de la Manzanilla en las exposiciones nacionales y universales; su identificación con Andalucía y, en especial, con Cádiz y Sevilla; la intensa vinculación de este vino con los espectáculos más populares de la época: el flamenco y la tauromaquia; su presencia en fiestas, verbenas y romerías españolas; en las artes escénicas; en las novelas por entregas, en múltiples poemas, cuentos, folletines o chascarrillos; en las artes plásticas; en la gastronomía; en la política o su implicación en los sucesos de la época.

Al hilo de estas menciones a la Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, uno de los vinos más consumidos en la España decimonónica, el lector se sumerge en la complejidad vinícola, social y cultural del siglo XIX.

El diseño de cubierta y la maquetación del libro han corrido a cargo de Enrique López Marín, diseñador y profesor de la Universidad de Granada.

Es una edición modesta, de tapa blanda, impresa en blanco y negro (tampoco había mucho color en el XIX), aunque cuenta con una muy rica y desconocida información historiográfica.

Contiene diversas ilustraciones y 656 páginas.

Ya se puede pedir en Amazon 


Índice del libro