El poeta sanluqueño, en su
pregón, habló de los orígenes del Carnaval, comparó los rincones más típicos
sanluqueños y a sus gentes con los de la Grecia clásica, haciendo una referencia
constante a la mitología, a sus dioses y héroes, y por último recordó,
ayudándose de múltiples anécdotas, el carnaval de Sanlúcar, allá por los años
veinte y treinta.
¿Qué significado tiene la poesía
para Gonzalo Martínez Sadoc?
- “La poesía es un reflejo de
los sentimientos que uno ha acumulado durante muchos años y que procura
expresarlo, mediante versos, de la manera más bella posible, para satisfacción
propia y para satisfacción de la gente que ama la poesía".
Martínez Sadoc, en su texto pregonado,
hizo constantes alusiones a la mujer, siempre cantando líricamente la hermosura
de sus formas y su intrínseca feminidad, porque el lema principal de su poesía “es
la belleza en general, pero mi musa principal es la mujer y el amor".
Su vocación literaria le llega
muy temprano: "Ya a los doce o trece años comienzo a hacer versitos a los
compañeros metiéndome con ellos, comentando algunos sucesos, etc. Más tarde, en
el bachillerato me atrae profundamente la poética y comienzo a leer a los clásicos
que más han influido en mi poesía, como a Lope de Vega, Calderón, Quevedo y
Espronceda". De entre los poetas modernos, Sadoc destaca a García Lorca, a
los hermanos Machado, pero sobre todo a Miguel Hernández "al que le tengo
un cariño especial, porque me parece que fue un poeta que se frustró muy
pronto, pero que podía haber llegado muy alto en el ámbito de la poesía española
y mundial".
Tras la guerra, Gonzalo se
autoexilia primero a Francia y luego a México, donde va a vivir treinta y un
años: "Yo conocía lo que estaba ocurriendo en Sanlúcar. Habían fusilado a
muchos amigos míos, que yo estimaba, que eran inocentes y que no tenían más
delito que el de haber pertenecido a una agrupación política. Ante estos hechos
preferí correr los riesgos del exilio, porque decidí pasar malos tiempos, pero
con la esperanza de que vinieran tiempos mejores, como así ha sucedido".
Y estos tiempos mejores
llegaron para el poeta en el año 1968, cuando viene a Sanlúcar sólo para hacer
una visita, pero "el recibimiento tan cariñoso que me hicieron me hizo ver
que, a pesar de los años transcurridos, se acordaban de mí y me recordaban con
cariño, por lo que tomé la decisión de regresar, y en el año 1970 vuelvo definitivamente
a España con toda mi familia".