Casa del marqués de Casa Arizón en 1988. (Foto: Mariqui Romero). |
Ana
Gómez Diaz-Franzón
Dra.
Historia del Arte
En
este artículo, publicado en 1988 (El Semanal, Suplemento Cultural, N.º 6. Sanlúcar, 1988), se
describe el conjunto de casas-almacenes, propio de cargadores a Indias, del
marqués de Casa Arizón (siglos XVII-XVIII), situado en Sanlúcar de Barrameda
(Cádiz), por entonces el más completo y mejor conservado de Andalucía.
Al
año siguiente (1989) el inmueble fue vendido por la familia Arizón a la empresa
inmobiliaria Dainursa, propiedad del economista Ramón Tamames y el arquitecto
Javier Olaciregui, más tarde denominada "Casa Grande Arizón, S. L.".
También en 1989 fue declarado BIC, quedando el conjunto abandonado durante
veinte años, para más tarde ser destruido y convertido en pisos y hotel, que
terminaría siendo subastado por declaración de ruina del propietario. Este
último proceso de degradación será recogido en un próximo trabajo.
Se
ha respetado el texto original de 1988, al que sólo se han añadido algunas
notas aclaratorias entre corchetes.
Se
han incorporado nuevas fotografías respecto al artículo original.
El
artículo original se puede consultar en
Conjunto residencial-comercial.
Importancia
del edificio.
El estudio y conocimiento de la Casa del Marqués de Arizón es de
sumo interés para comprender la arquitectura civil sanluqueña del siglo XVIII
y, específicamente, de las casas de los cargadores a Indias, construidas
durante esta época en el marco geográfico de la Bahía de Cádiz.
La función comercial, además de la residencial, de estas casas van
a incidir directamente en su conformación estructural y en la inclusión de
algunos elementos arquitect6nicos muy concretos.
Esta tipología se va a desarrollar evolutivamente, a medida que crecía
en importancia la actividad comercial del cargador de Indias, reflejándose
siempre ese doble carácter de su funcionalidad en el binomio: zona
residencial-zona comercial, almacenándose en ésta ultima las mercancías para el
embarque.
El conjunto edificatorio es, por tanto, un testimonio importante para conocer el
papel histórico que ha jugado la ciudad de Sanlúcar en las relaciones
comerciales establecidas durante los siglos XVII y XVIII, no sólo con respecto
al continente americano, sino también en las referidas a la cooperación económica
entre el comercio catalán y el andaluz, debido a los intensos contactos que
tuvo la Casa de Arizón con Cataluña.
Aunque existen otros edificios en Sanlúcar que poseen características
semejantes a la Casa de Arizón (situadas en la calle Trascuesta, plaza de la
Salle, calle Bolsa, calle Caridad, etc.), es ésta la que reviste una
importancia excepcional, ya que es el único conjunto completo que, tipológicamente,
contiene todos los elementos propios de la casa de un cargador de Indias,
referidos a su doble función y hablándonos de la activa participación que tuvo Sanlúcar
en la aventura americana durante los siglos XVII y XVIII.
Ubicación
y entorno
La ubicación del edificio vendrá determinada por su función
comercial, erigiéndose en el antiguo Barrio de la Balsa, que se conforma a
partir del siglo XVI, junto a la línea de playa, por pescadores y hombres del
mar. Este arrabal marinero resurgirá tras un periodo de decadencia, a finales
del siglo XVII como una zona de gran actividad comercial y marítima, motivado
por la construcción de un muelle, en 1688, al pie del castillo del Espíritu
Santo que, aunque no llegó a finalizarse, sirvió como embarcadero durante
bastante tiempo, edificándose al mismo tiempo y para su defensa el fuerte de
San Felipe, destruido a lo largo del siglo XVIII por la acci6n corrosiva del
mar.
La familia Arizón, a su llegada a Sanlúcar, elegirá este lugar
clave para centralizar su residencia y sus transacciones comerciales.
Actualmente [1988], el edificio se desarrolla conformando parte de una manzana,
dando fachadas a tres de las calles, esto es, a la calle Banda de la Playa, callejón
de los Félix [desaparecido] y a calle Divina Pastora, donde se abre la fachada
principal.