Desde el templo del Lucero: Bodegas de Sanlúcar
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miércoles, 18 de septiembre de 2024

Otra casa-bodega del siglo XVII será destruida para edificar pisos en Sanlúcar de Barrameda

 Opinión Patrimonio Histórico de Sanlúcar.

 


Recientemente se ha conocido la próxima edificación, en una antigua casa-bodega situada en la calle Benegil esquina a calle Cruces, de la promoción inmobiliaria denominada “Las Cruces”, en régimen de cooperativa, compuesta de “22 viviendas de 1 y 2 dormitorios, 7 áticos con terraza, 11 plazas de aparcamiento y 2 trasteros”. La promotora y agencia inmobiliaria: "Inmohouse Costa Luz".

Con la construcción de estas 29 viviendas, aparcamientos y trasteros se perderá una de las pocas casas de cargadores a Indias, del siglo XVII, que quedan en la ciudad, junto a su bodega, que será completamente demolida (otra bodega urbana perdida).


Fachada de la casa del siglo XVII, en calle Benegil, 2.

          

Patio columnado de la casa.
       

Se distingue la fachada de esta casa, conocida popularmente como “Mesón Pozo”, por los tres frontones rectos y curvo que coronan los vanos del piso superior, así como por la portada enmarcada por doble apilastrado y cornisamento con molduras y fila de canes. Todos estos elementos con característicos de la arquitectura doméstica del siglo XVII. Curiosamente, la promotora no ha colocado en su promoción esta hermosa fachada, única en Sanlúcar, sino la fachada de pisos a edificar de nueva planta hacia la calle Cruces.


Situación urbaaa y volumetría de la casa-bodega (Foto: Google Earth)


La casa es una monumental casa de cargadores a Indias del siglo XVII, que está doblemente protegida, por hallarse dentro del Conjunto Histórico de Sanlúcar, declarado como tal en 1973; y por estar incluida en el Catálogo de Edificios Protegidos del PGOU de Sanlúcar de Barrameda con nivel de Protección Global (B-50). En base a esta última normativa, se ha de conservar la estructura edilicia del inmueble: “Elementos de interés tipológico: espacios de acceso, patio principal y elementos de articulación espacial del edificio. Fachadas y crujías asociadas a los mismos.” (Se adjunta ficha del Catálogo).

Este edificio posee una gran importancia para la historia y la arquitectura doméstica e industrial de la época barroca en Sanlúcar. Está situada en un entorno monumental. Pertenece a la tipología de casas de cargadores a Indias de la Bahía de Cádiz, cuyas características en Sanlúcar se singularizan por su mayor expansión en planta. El edificio, de gran monumentalidad, se distribuye en torno a un patio principal con columnas de mármol. Presenta dos plantas de altura y ático superior, que se cubre con tejados a dos aguas de teja curva o árabe.

Además de sus innegables valores arquitectónicos, esta casa-bodega se conserva tal como se construyó hace tres siglos, es decir, que mantiene la distribución propia de la doble función comercial y residencial que cumplían estos edificios de comerciantes ultramarinos.


Fachada de la bodega hacia calle Cruces (Foto: Google Earth)

Sin embargo, pronto este destacado inmueble quedará troceado en viviendas y su bodega desaparecida. Estas obras supondrán una pérdida irreparable para el Patrimonio Histórico de Sanlúcar de Barrameda, que no puede permitirse el lujo de perder más inmuebles históricos.


Fachada de los pisos, de nueva planta, en el solar de la bodega hacia calle Cruces.


Planta de las nueva promoción de viviendas.

Los destacados valores arquitectónicos, tipológicos, artísticos y antropológicos del inmueble están fuera de toda duda. Aún más, si se tiene en cuenta que ya quedan muy pocas casas en Sanlúcar con esta tipología del siglo XVII, por lo que se constituye en un insustituible testigo material de gran importancia para la historia (comercio con América), la arquitectura, el arte y la industria de Sanlúcar de Barrameda.

Estas obras suponen una flagrante agresión al Patrimonio Arquitectónico, Artístico y Antropológico de Sanlúcar de Barrameda, en base a que se eliminará la distribución espacial original, dejando de ser una Casa de Cargadores a Indias para convertirse en un enjambre de viviendas, aparcamientos y trasteros, donde sólo parece que se conservará el muro de la fachada principal (no se dice en la promoción), cayendo en el gran error de la actual tendencia al “fachadismo” o “falsa ciudad”, vaciada de contenido histórico, tan frecuente en las últimas décadas en los cascos históricos.

Con estas obras se destruye por completo este valioso inmueble barroco y su bodega del siglo XVII, comprometiéndose sus valores patrimoniales, al destruirse sus valores históricos, arquitectónicos, artísticos y antropológicos, y desvirtuando por completo la concepción original de esta singular tipología de casa de cargadores o comerciantes con América. Desaparecerá su primitiva estructura protegida, fragmentándose por completo el espacio original en favor de la especulación inmobiliaria. Se pierde, con ello, un importantísimo eslabón del ya muy maltratado Conjunto Histórico de Sanlúcar de Barrameda, menoscabándolo aún más, por lo que consideramos que estas obras resultan del todo inadmisibles.

Se ha solicitado información a la Delegación Territorial de Cultura de Cádiz de la Junta de Andalucía, que tiene las competencias de Patrimonio Histórico en el Conjunto Histórico de Sanlúcar de Barrameda, sobre si a dicho proyecto se le ha concedido la preceptiva autorización a la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Sanlúcar por parte de esa Consejería, para que pueda otorgarse la licencia de obras y ejecutarse las obras señaladas que, a nuestro entender, contravienen tanto la normativa municipal como las leyes de Patrimonio Histórico.


Ficha de la casa en el Catálogo de Edificios Protegidos del PGOU de Sanlúcar.


Ana Gómez Díaz-Franzón

Dra. Historia del Arte


***

 

sábado, 14 de septiembre de 2024

Una excepcional casa de cargadores a Indias del siglo XVII será destruida para edificar 17 apartamentos turísticos, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

Opinión Patrimonio Histórico de Sanlúcar.



El pasado día 4 de septiembre de 2024 se ha hecho pública, por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Sanlúcar de Barrameda, el anuncio de la solicitud de Calificación Ambiental para la realización de 17 apartamentos turísticos de 2 llaves en la casa situada en la calle Santo Domingo, nº 80 de esta ciudad, solicitada por la empresa “Gestión Siglo XXI, S.L.” (Se adjunta).

La casa citada, donde pretenden construir esos 17 apartamentos turísticos es una antigua casa de cargadores a Indias del siglo XVII, que está doblemente protegida por hallarse dentro del Conjunto Histórico de Sanlúcar, declarado como tal en 1973; y por estar incluida en el Catálogo de Edificios Protegidos del PGOU de Sanlúcar de Barrameda con nivel de Protección Global (B-64). En base a esta última normativa, se ha de conservar la estructura edilicia del inmueble: “Elementos de interés tipológico: espacios de acceso, patio principal y elementos de articulación espacial del edificio. Fachadas y crujías asociadas a los mismos. 

Este edificio posee una enorme importancia para la historia de la Arquitectura de Sanlúcar. Está situada en un entorno monumental de especial relevancia en la ciudad, próxima a las iglesias de Santo Domingo (siglo XVII) e iglesia de San Francisco (siglo XVIII), y rodeada de un caserío propio de la época barroca. Pertenece a la tipología de casas de cargadores a Indias de la Bahía de Cádiz, cuyas características en Sanlúcar se singularizan por su mayor expansión en planta. El edificio, de gran monumentalidad, se distribuye en torno a un patio principal con columnas de mármol y patio o almizcate trasero. Presenta dos plantas de altura y ático superior con mansarda, que se cubre con tejados a dos aguas de teja curva o árabe.

Son indudables sus valores arquitectónicos. Esta casa se conserva tal como se construyó hace tres siglos, es decir, que mantiene la distribución propia de la doble función comercial y residencial que cumplían estos edificios de comerciantes ultramarinos.

Además de su monumentalidad y gran valor artístico, conserva todos los elementos de las casas de cargadores a indias, desde la bodega en planta baja, granero en la planta alta, las trampillas para bajar el grano, los abrevaderos para los animales, armadura de madera de raíz mudéjar... y la zona residencial en planta alta, por lo que sus valores antropológicos y etnográficos son evidentes, los cuales no tuvieron en cuenta, quizá por ignorancia, los redactores del PGOU vigente. Destacan, asimismo, los materiales nobles de los portones tachonados de acceso, barandilla de la escalera de piedra tallada, donde conserva la fresquera y portón superior, así como diversos enmarcamientos de los vanos tallados en madera, solerías de mármol genovés, etc., todo ello de gran valor artístico. Se conserva, incluso, la solería original de ladrillo visto en planta alta, muy infrecuente en estas casas por las reformas posteriores. 


miércoles, 31 de julio de 2024

Dos bodegas menos = menos Sanlúcar. Destruidas dos bodegas urbanas proyectadas por destacados arquitectos sevillanos a principios del siglo XX.

 Opinión Patrimonio Histórico Sanlúcar.

Actualización: 7 de agosto de 2024.


Bodega de la calle Banda Playa-Cruces antes de su destrucción.

 
Foto: La Voz del Sur (13-agosto-2020)

Continúan consumando, entre unos pocos y unas pocas, uno de los principales fines para los que vinieron al mundo: pulverizar la ciudad histórica de Sanlúcar y sus bodegas.

Por una parte, han tardado cuatro años, pero han culminado su cometido con éxito: destruir una antigua bodega urbana situada en calle Banda Playa-esquina calle Cruces. Cuando se anunció el proyecto, en 2020, se denunció por activa y por pasiva (Aula Gerión, IU), pero a nadie le importó estas voces ciudadanas.

Durante las obras, en 2022.

Contó con el visto bueno de la Consejería de Cultura-Cádiz, como ha sido siempre con todo lo protegido y destruido en la ciudad. ¿Qué le importará Sanlúcar a esta Consejería, a pesar de tener sus competencias en Patrimonio Histórico? Absolutamente nada; contó con la licencia municipal de esos arquitectos de la Gerencia (casi todos de Jerez), y su gerente, Mónica González Pecci, que acaban de convertirse en funcionarios, para que les dé tiempo a finalizar su "elevada" misión: exterminar Sanlúcar y dejar su Conjunto Histórico convertido en una vulgar barriada. Ya casi lo han conseguido. Ánimo, señores arquitectos-funcionarios. Ya sólo quedan dos o tres casas tradicionales en cada una de las calles que conforman el Conjunto Histórico, que ha sido sustituido, en las últimas décadas, por un enjambre de pisos y apartamentos.

Esta licencia también estuvo avalada, como no podía ser de otro modo, por el antiguo Alcalde-destructor Víctor Mora, la peligrosa Sra. González Pecci, que por ahí siguen, y la Sra. Lucía Rodríguez García, entonces Presidenta de la Gerencia (también sigue, hoy cambiada de bando), quien declaró que la bodega se iba a conservar tal cual. ¿Qué dice usted ahora, Lucía Rodríguez? Bueno, igual a usted le sigue pareciendo una bodega un muro horadado y cuatro vigas.

Nota de prensa de Urbanismo-Sanlúcar: Urbanismo desmiente la demolición de una bodega de Banda Playa (Diario de Cádiz, 18 de agosto de 2020).

Nota de prensa: PSOE y Cs pactan demoler una bodegacentenaria protegida en Sanlúcar para que una promotora haga pisos (La Voz del sur, 13 de agosto de 2020).


            
Proyecto de bodega por el arquitecto sevillano Pedro Sánchez Núñez en 1924 (Archivo Municipal)

          

jueves, 15 de febrero de 2024

Continúa la demolición de bodegas en Sanlúcar con apertura de callejuelas históricas

 Opinión de Patrimonio Histórico de Sanlúcar.


Recientemente se ha publicado en el B.O.P. de Cádiz, Núm. 17, de 24 de enero de 2024, por el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, Gerencia Municipal de Urbanismo, el siguiente Anuncio: “Por Resolución de la Alcaldía de 22 de diciembre de 2023, se ha resuelto someter a información pública, la relación de propietarios y la descripción de bienes y derechos afectados por la Expropiación forzosa para la obtención de finca calificada como Viario de Uso público sito en Calle San Miguel de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), tramitado de oficio y contenido en el expediente 2812/2023”. Este Anuncio se refiere a la Finca Nº1 de la expropiación, correspondiente a parte del jardín de la casa barroca, descrito como “parte de patio, con forma eminentemente triangular con frente a calle San Miguel, sin número de gobierno, en esta ciudad, con superficie 16,18m2. Linda tomando su frente por la calle San Miguel: derecha con bodega de Vinícola Hidalgo S.A. y fondo, “finca resto de la expropiación”.

Esta Resolución de aviso a los vecinos para la expropiación forzosa de la Finca nº 1 sólo afecta al jardín de la casa barroca. Falta aún la publicación referida a la expropiación de las otras fincas (bodegas) afectadas.

Estas obras suponen una enorme agresión al Patrimonio Arquitectónico y Bodeguero de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda, en base a que, con su ejecución, se destruirán algunos destacados valores históricos, urbanos y arquitectónicos de las fincas a expropiar.

Según informa este “Anuncio”, la Gerencia de Urbanismo de Sanlúcar pretende expropiar y demoler algunas centenarias bodegas (antiguas de Manjón), situadas en la calle San Miguel, que están protegidas al hallarse dentro del Conjunto Histórico (declarado en 1973), que en su globalidad debe tratarse como un BIC; más un trozo de jardín (le llaman patio) de una casa barroca, del siglo XVIII, ubicada en calle Ganado-esquina a Calle o Callejón de San Miguel, protegida (B-84), además, en el Catálogo de edificios protegidos del PGOU con protección B o Estructural, para abrir una nueva calle que conecte con la Avenida de V Centenario. Esperemos que no afecte este proyecto a la valiosa bodega aledaña a esta casa, de los siglos XVII o XVIII, cubierta con una magnífica armadura de madera de tipo mudéjar.

Con esta demolición se pierde un poco más el paisaje urbano vinícola de Sanlúcar, que si no ha desaparecido por completo es por los grandes complejos bodegueros (pocos) que aún se mantienen activos. Se pierde un poco más la imagen de identidad vinícola de Sanlúcar, su arquitectura industrial más significativa, que componen todas esas bodegas que se entretejen en el entramado urbano.

Por otro lado, estas callejuelas urbanas, genuinamente bodegueras, forman parte del tejido urbano que conforma la ciudad histórica de Sanlúcar, como las callejuelas del Truco, Siete Revueltas, Santo Domingo, Madre de Dios, Comedias, etc. Son parte fundamental de la gran importancia urbana, bodeguera e histórica de la ciudad. Sanlúcar, con un casco histórico muy maltratado en las últimas décadas, no puede permitirse perder más bodegas ni más callejuelas urbanas, destacados eslabones de la Ciudad Vinícola y de la Sanlúcar Histórica.

Se ha solicitado información a la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, que es la que tiene las competencias en materia de Patrimonio Histórico sobre el Conjunto Histórico de Sanlúcar de Barrameda, sobre si a este proyecto de apertura y ampliación del viario mediante expropiación de varias fincas situadas en la calle San Miguel, en pleno Conjunto Histórico de Sanlúcar de Barrameda, se le ha concedido la autorización pertinente por parte de esa Consejería, para que pueda iniciarse el proceso de expropiación y consiguientes obras de demolición. 


B.O.P. de Cádiz, Núm. 17, de 24 de enero de 2024

Encrucijada entre calle Ganado y calle San Miguel. inicio del callejón de San Miguel, situado entre dos espléndidas casonas barrocas. De esta finca expropian o "muerden" unos 16 m2 que es la zona del jardín que vierte a la calle Ganado y se puede ver a la izquierda de la foto. Esta finca en su totalidad está protegida con nivel B o estructural. Uno de los pocos jardines privados urbanos que quedan en Sanlúcar.


Casa barroca del siglo XVIII con jardín afectado por la expropiación.

domingo, 24 de septiembre de 2023

Viñas, bodegas y vinos de Francisco de Paula Rodríguez, entre 1811 y 1855, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).




Primeras bodegas documentadas en la provincia de Cádiz, con sistema de criaderas y solera, para la crianza del vino blanco Manzanilla y vinos de color.

 

Ana Gómez Díaz-Franzón

Dra. Historia del Arte

Este artículo se puede descargar en pdf en Academia.edu 

Actualización: 30 de septiembre de 2003 (color azul).

Bodega “Colegio”. Calles Cuartel Viejo-Santiago (Barrio Alto). Entre 1853 y 1875 perteneció a la Fundación Francisco de Paula Rodríguez. Destaca la cubierta, de raigambre mudéjar, con par y nudillos y tirantes. Actualmente es propiedad de Bodegas Barbadillo. Foto: Juan Carlos Rivero.


“No faltan ya en España almas elevadas que conociendo el mérito y la dignidad de la Agricultura, comiencen a promoverla con entusiasmo. Baste citar para honor de este periódico al Señor Don Francisco de Paula Rodríguez, que renunciando el alto empleo de Tesorero General de S. M., volvió como los héroes de Roma, á cultivar con gloria el campo de sus padres;” (Esteban de Boutelou. Semanario de Agricultura y Artes, 1808).

 

Francisco de Paula Rodríguez (1755-1811), natural de Sevilla, realizó la carrera militar y estuvo destinado en Cartagena varios años como Guardalmacén, donde llegó a ser Comisario de Guerra honorario, e Intendente honorario de Provincia de Primera Clase. En 1797 fue nombrado Tesorero General del Real Consejo de Hacienda, pasando a residir en Madrid; y en 1798 sería distinguido con la Real Orden de Carlos III.

Recién llegado a Sanlúcar, hacia 1800, Rodríguez mostró una clara voluntad de convertirse en empresario agrícola y vitivinicultor, además de practicar otras facetas como comerciante y financiero. Para ello adquirió tres bodegas aledañas a su casa residencial de la calle Caballeros, situadas en la calle Almonte o calle Hospital de la Madre Ignacia. A éstas se sumaban otras dos bodegas existentes en la hacienda de Brevas o El administrador, cuya finca compró en los mismos años, donde también disponía de lagares para la vendimia y alambique para elaborar aguardientes.

El presente trabajo se fundamenta en el análisis de cuatro inventarios realizados post mortem de Francisco de Paula, en 1811[1], y de su viuda, Joaquina Sánchez, en 1822[2]; así como los practicados en 1847[3], con motivo de la entrega de los bienes de la Fundación al Arzobispado de Sevilla por Real Orden; y en 1855[4] realizado para proceder a la devolución de aquellos bienes a la Fundación sanluqueña. De estos inventarios se ha extraído toda la información concerniente a la actividad vitivinícola de Francisco de Paula Rodríguez y, más tarde, de la Fundación que lleva su nombre, constituida tras la muerte de su esposa, en 1822, con el fin de aplicar los beneficios de sus bienes a la creación de un colegio de segunda enseñanza en Sanlúcar, según la última voluntad del fundador.

La importancia de los datos que ofrecen estos inventarios resulta de gran interés para la historia del vino en Sanlúcar y la provincia de Cádiz. Tanto por la temprana fecha del inventario post mortem de Francisco de Paula Rodríguez, en 1811; como por la minuciosidad con que están realizados los cuatro documentos, al incluirse el desglose de cada bodega, sus tipos de vinos, vasijas y enseres, la organización de los interiores bodegueros y sus respectivas valoraciones. Esta documentación corrobora el carácter pionero del establecimiento en Sanlúcar de Barrameda del sistema de crianza dinámico, denominado “de criaderas y solera”, tanto para la elaboración del vino blanco Manzanilla, de crianza biológica bajo “velo de flor”, como para los vinos de color. El Manzanilla, vino exclusivo de Sanlúcar, ya era muy popular en la ciudad de Cádiz durante las últimas décadas del siglo XVIII, de tal modo que el insigne botánico Esteban de Boutelou aludirá a estos “famosos vinos blancos”[5] de Sanlúcar en su obra de 1807.

Estos cuatro inventarios, en su vertiente vitivinícola, en especial los de 1811 y 1822, se constituyen en los primeros documentos, publicados hasta la fecha en la provincia de Cádiz, donde se recoge el contenido vinícola y la organización interna de un grupo de bodegas ubicadas en el núcleo urbano de Sanlúcar y en la finca El Administrador (términos de Rota y Chipiona).

Buena parte de los vinos que contenían estas bodegas, en 1811 y 1822, eran vinos blancos sobre soleras, como “vino blanco añejo sobre soleras” o “vino de color añejo sobre soleras” (véase Anexo I). Estos vinos blancos que podemos considerar Manzanilla, tal como se le venía llamando en Cádiz desde el siglo XVIII y cuyo nombre costó bastantes años en ser adoptado por los vinateros de Sanlúcar, si bien el Manzanilla de Sanlúcar (como se llamó a este vino desde su nacimiento, aunque a lo largo del siglo XIX el término se feminizará: “la Manzanilla) aparece con esta denominación en la prensa desde los primeros años del siglo XIX, siendo comercializado en Cádiz, Sevilla, Madrid y otras ciudades españolas.[6]

Las especificaciones de que estos vinos blancos y vinos de color se hallaban “sobre soleras” nos indica que, ya a principios del siglo XIX, estaba plenamente asentada en Sanlúcar la crianza de vinos mediante este nuevo sistema dinámico de criaderas y solera, el cual se extenderá pronto a otras ciudades de la zona -Jerez de la Frontera o El Puerto de Santa María-, constituyendo el punto de partida para el despegue de la industria vitivinícola gaditana, pues la mezcla de vinos de varias cosechas permitirá la comercialización de vinos a gran escala.

Junto al inventario 1847 se conserva una “Relación de los bienes de la Fundación”, que finaliza con una “Nota” (sin firma), tras el resumen de las entradas y gastos de las bodegas. En ella se trata sobre la dificultad de apreciar los vinos existentes en las bodegas, al tiempo que queda explicitada la crianza del vino blanco o “Mansanilla” mediante el sistema de criaderas y solera (aún no llamado con estos términos), otorgándosele una gran importancia a la antigüedad de las soleras o “vinos madre” de la Fundación:

Es muy difícil si no imposible fijar el número de @ de vinos que anualmente pueden venderse y sus precios con aproximación, porque es un negocio mercantil que depende de las circunstancias en que se halla el mercado; sin embargo en la necesidad de formar un cálculo se ha tomado por tipo en las ventas de vinos que quedan sentadas [inventariadas] dar una salida igual a la entrada en las bodegas, del mosto que anualmente produce la viña de la Hacienda del Administrador, reducidas las mermas naturales y fijar un precio moderado con arreglo a que suelen tener los vinos que se despachan comúnmente de la clase de mansanilla o blanco, pueden venderse más número de arrobas que las producidas por la Hacienda y a precios más ventajosos, porque así lo permite las soleras perfectamente montadas donde hay vinos blancos que hoy suben de cuarenta rs @, y de color que llegan a pasar de sesenta, y lográndose una buena coyuntura se compra vino nuevo para reponer al que se vende, y el producto líquido puede duplicarse del que va señalado sin perjudicar las soleras; en el caso de que no haya una salida igual a la entrada de la Hacienda, el producto líquido será menor que el que va designado, pero el capital aumentará en @ y en calidad. Los vinos siendo de buena calidad y con soleras antiguas, como sucede a los de la fundación, adquieren progresivamente mérito en proporción a su antigüedad y, aunque tiene mermas, las recompensa su calidad con mucha ventaja, pudiendo asegurarse que las Bodegas de la fundación, en proporción a sus soleras, podrán producir con arreglo a su capital teniendo unas ventajas regulares...[7]

En la historiografía vitivinícola de la provincia de Cádiz, no se han publicado, hasta el momento, inventarios de bodegas para esta época, donde se recuenten de manera meticulosa las existencias vinícolas y su disposición en el interior de estos edificios industriales, de forma que no pueden establecerse posibles parangones.


jueves, 12 de abril de 2018

León de Argüeso y Argüeso (1801-1880), origen de las bodegas “Herederos de Argüeso” y “Manuel de Argüeso” en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)


Retrato de León de Argüeso (Col. particular)




















Texto publicado originalmente en el libro Nueve bodegueros del Marco de Jerez, de varios autores (Ramos Santana y Maldonado Rosso, eds.). Ed. Quorum, 2010.

1. De Arija a Sanlúcar de Barrameda. Contexto socio-histórico.
2. León de Argüeso, bodeguero de origen montañés.
3. Actividades empresariales. Desarrollo y diversificación.
4. La empresa vinatera.
5. Los herederos de León de Argüeso fundan dos empresas vinateras.
Anexo I. Estructura de capital de León Argüeso y Argüeso (1880).
Anexo II. Inventario. Géneros del almacén (1880).
Anexo III. Empresa vinatera de León de Argüeso (1880). Estructura de capital.
Anexo IV. Existencias  en Bodegas de León de Argüeso  (1880)


      Ana Gómez Díaz-Franzón
Dra. Historia del Arte

Las diversas actividades económicas desarrolladas por León de Argüeso en Sanlúcar de Barrameda, durante las décadas centrales del siglo XIX, darán lugar a la creación de dos destacadas empresas vinateras del Marco de Jerez: “Herederos de Argüeso” y “Manuel de Argüeso”. León de Argüeso, responde al prototipo de montañés emigrado a tierras gaditanas que logró una gran prosperidad económica. Oriundo de Arija (Burgos), Argüeso inició su andadura empresarial en Sanlúcar con la instalación de una primera tienda de comestibles en 1831, introduciéndose pronto en el sector vitivinícola mediante la compra de varias viñas y bodegas. La consolidación de sus diversas actividades mercantiles y financieras proporcionaron una notable fortuna al empresario burgalés, de forma que al fallecer, en 1880, había dejado sentadas unas sólidas bases para la plena consolidación de dos empresas bodegueras creadas por sus herederos. El presente trabajo está basado principalmente en la documentación contenida en la testamentaría de León de Argüeso.

1. De Arija a Sanlúcar de Barrameda. Contexto socio-histórico.

Arija (Burgos). Foto: web Secretos de Merindad.

León de Argüeso y Argüeso nació el 20 de febrero de 1801 en la localidad de Arija (Burgos). Era el tercer hijo y el segundo varón de los seis habidos en el matrimonio de Manuel de Argüeso Álvarez con Isabel de Argüeso Gutiérrez, ambos vecinos de Arija, apareciendo los miembros de esta familia en un Padrón de 1801 como “hijosdalgos notorios”[1].  León de Argüeso fallecerá en Sanlúcar de Barrameda el 28 de enero de 1880 sin descendientes directos por haber permanecido soltero, de manera que todos sus bienes fueron heredados por tres sobrinos llegados de la Montaña.
El apellido toponímico “Argüeso” proviene del poblado del mismo nombre situado en el municipio Hermandad de Campóo de Suso (Cantabria). A finales del siglo XVI Fernando de Argüeso, natural del antiguo Concejo Mayor de Valdearroyo, perteneciente a Campoo de Yuso (Cantabria), pasó a Arija (Burgos), que entonces pertenecía al señorío del Marqués de Aguilar y Conde de Castañeda, donde en 1657 se constituyó el primer mayorazgo en Juan de Argüeso, el Mozo. Varios miembros de esta rama familiar obtuvieron provisión de hidalguía[2].

viernes, 2 de marzo de 2018

Publicada la 2ª edición del libro "Imagen publicitaria del Marco de Jerez (1868-1936). Un retrato de la época." Vol. I. (2ª Ed.).




Recientemente ha sido publicado el primer volumen de La imagen publicitaria del Marco de Jerez (1868-1936). Un retrato de la época, de la historiadora Ana Gómez Díaz-Franzón.
Esta libro aborda, por primera vez, los inicios y desarrollo de la publicidad comercial en el Marco de Jerez (Cádiz), entre 1868 y 1936, que afecta principalmente a las ciudades de Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María. Esta comarca vitivinícola se incorporó en fechas tempranas al contexto general de la ilustración gráfica española con fines publicitarios, constituyéndose en uno de sus centros pioneros.
En este primer volumen se analizan los elementos que intervienen en el sistema de comunicación: los antiguos bodegueros como emisores; los distintos soportes  publicitarios utilizados; grupos destinatarios; tipos de mensajes; los productos -vinos, aguardientes y licores- y sus correspondencias iconográficas. El segundo capítulo trata sobre la elaboración de las piezas publicitarias; los talleres litográficos; ilustradores y agencias de publicidad; las primeras marcas del Marco de Jerez registradas en el Registro de la Propiedad Industrial; y algunas batallas surgidas en torno a ciertas marcas. El tercer capítulo se ocupa de los componentes y estructura formal del etiquetado. Este primer volumen se completa con más de seiscientas ilustraciones.
En los volúmenes II y III se profundiza en las diversas categorías iconográficas y unidades de análisis halladas en el conjunto publicitario estudiado. Una imagen del jerez que, en último término, reproduce la realidad social de su época.
A través de esta investigación, extracto de la tesis doctoral de la autora, se ha podido fechar la mayor parte de las marcas registradas durante el período establecido, aportándose nuevas noticias documentales sobre el tema.

La 1ª Edición, en formato papel, fue editada en Amazon Published (abril, 2018). (Agotado).

La 2ª Edición (septiembre, 2018), ISBN: 13-9788417435, 560 págs., está disponible, de momento en formato papel, en Libros.CC, Casa del Libro, etc. y librerías.


Índice del Volumen I


INTRODUCCIÓN.

1. UN SISTEMA DE COMUNICACIÓN EN SU CONTEXTO HISTÓRICO.
1.1. El sector empresarial bodeguero como agente emisor.
1.2. Los productos. Correspondencias iconográficas.
1.3. El mensaje publicitario.
1.4. Los destinatarios.
1.5. Canales de comunicación.
Anuncios en publicaciones periódicas.
Cartelería comercial.
Publicidad exterior urbana y rural.
Cerámica publicitaria.
Medios de transporte.
Publicidad efímera.
Otros soportes.

2. ELABORACIÓN Y REGISTRO DE LOS PRODUCTOS PUBLICITARIOS.
2.1. Talleres litográficos. Catálogos de venta y estandarización.
2.2. Fuentes de alimentación iconográfica. Ilustradores y diseñadores.
2.3. Las marcas de fábrica y el Registro de la Propiedad Industrial.
2.4. Primeras marcas registradas del Marco de Jerez.
2.5. Algunas batallas comerciales.

3. EL ETIQUETADO. ELEMENTOS Y ESTRUCTURA FORMAL.
3.1. Componentes plásticos.
3.2. Componentes textuales.
       Algunas curiosas marcas de composición textual.
3.3. Componentes figurativos.

Fuentes documentales e impresas.

Bibliografía. Volumen I.