Presentación del libro Sanlúcar
de Barrameda durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), de Salvador
Daza Palacios.
El
pasado 13 de diciembre tuvo el placer de presentar el nuevo libro del músico e
historiador Salvador Daza Palacios, titulado Sanlúcar de Barrameda durante la
Guerra de la Independencia (1808-1814), publicado por Ediciones Ulises con la
colaboración de la Diputación Provincial de Cádiz.
El
acto, organizado por la Librería Fórum, tuvo lugar en el salón del colegio La
Salle-San Francisco y se cerró con una espléndida intervención del joven
guitarrista Carlos Pérez Álvarez.
Han
colaborado Carmen Álvarez Marín, directora de Sanlucardearrameda.tv, y Bodegas
Delgado Zuleta.
Video y fotografías de Carmen Álvarez
_____
Texto de presentación
En primer lugar quiero agradecer a Salvador Daza que haya confiado en
mí para presentar su última obra, a la Librería Fórum por organizar este acto y
a todos ustedes por su asistencia. Aunque en principio me sorprendió la
invitación de Salvador, no tardé dos minutos en aceptar. Pues para mi es una
verdadera satisfacción y un gran honor el que me hace, además de resultarme una
tarea bien fácil. Y es fácil porque conozco a Salvador desde hace casi treinta
años. En este tiempo he tenido la suerte de contarlo entre mis amigos, y de
compartir con él muchas vivencias como compañeros y como colegas. Pero también
es tarea fácil porque este libro que hoy presentamos es una excelente historia
de la época de la Guerra de la Independencia en Sanlúcar, es una certera
radiografía capazmente interpretada, que he leído con avidez y curiosidad.
Permítanme detenerme un poco en el
autor, porque creo que es interesante conocer quién está detrás de un gran
libro como éste. Quien se lleva horas y horas en los archivos y en casa,
delante del ordenador, construyendo nuestra historia a partir de una pléyade de
documentos originales. Aunque casi todos los que estáis aquí ya conocéis a Salvador
Daza, creo que no está de más recordar que es una persona dotada de una
extraordinaria inteligencia y una enorme capacidad de trabajo. Pero además
estas virtudes se completan con que Salvador es un hombre comprometido y
coherente con sus ideas, fiel a sus principios éticos, íntegro y honesto, con un
alto sentido de la justicia, cualidades tan raras en estos tiempos de
veleidades, que producen en mí una grata admiración.
Humanista
y polifacético, Salvador es músico por vocación y profesión. Ha tocado todas
las facetas de la música, como compositor, intérprete y profesor, habiendo
desarrollado sus tareas docentes como catedrático del Conservatorio de Sevilla
y en la actualidad en el Conservatorio de Jerez.
Como
historiador, también vocacional, Salvador está doctorado por la Universidad de
Sevilla, y ha publicado varios libros y numerosos artículos. Entre sus obras, asociadas
a la Historia de la Música, debo destacar “Música y Sociedad en Sanlúcar de
Barrameda (1600-1975)”, Historia de la Banda Municipal de Música o la historia
de Juventudes Musicales en Sanlúcar. Los contenidos de estos trabajos superan ampliamente
sus respectivos títulos, pues el principal asunto musical ha sido investigado
en un amplio contexto socio-histórico, por lo que estas obras resultan ser
además ricas fuentes de conocimiento sobre otros muchos aspectos de la ciudad.
Pero
su labor investigadora ha traspasado del mero territorio musical y sanluqueño.
En colaboración con María Regla Prieto, ha realizado varias publicaciones por
las que ambos autores se han especializado en el sugestivo tema histórico-judicial
de los procesos criminales seguidos por la justicia a ciertos clérigos en
España y América por los asesinatos cometidos entre los siglos XVI y XIX. Son
ya cuatro los volúmenes publicados hasta la fecha sobre este tema. Son unos
verdaderos expertos.
Aún
le queda tiempo a Salvador para cumplir con sus compromisos éticos respecto a
la ciudad de Sanlúcar, como buen sanluqueño que ama profundamente su ciudad.
Destacado activista cultural, nuestro autor es un defensor a ultranza del
Patrimonio Histórico de Sanlúcar, al que ha dedicado numerosos artículos en
prensa, y nunca falta en aquellas manifestaciones y actos organizados en defensa
del Patrimonio, siempre está allí, entre la gente, como uno más, haciendo ver y
oír su descontento ante las nefastas políticas culturales de los sucesivos
Ayuntamientos. Sería deseable ver por allí,
sobre el terreno, a otros historiadores relacionados con el Patrimonio de la
ciudad.