Castillito de Bajo de Guía, antes y durante las obras. (Fotos: Ana Gómez y Salvador Daza).
La rehabilitación de este edificio protegido ha infringido todas las normativas urbanísticas y la Ley de Patrimonio Histórico:
- Alteración cromática de las fachadas con veladura de pintura que ha ocultado los materiales originales. (Fachadas protegidas)
- Desaparición de la verja original de hierro.
- Colocación de cerramiento de acero corten en toda la finca, incluso en el hermoso pórtico de entrada.
- Colocación de bajantes de cobre en las fachadas.
- Pintado de color blanco de zonas superiores y terrazas, que producen un intenso contraste con el resto del edificio.
- Tala de árboles y arbustos preexistentes en el jardín (protegidos).
TARDE, MAL, INDEFINIDO, Y SEMI-PRIVATIZADO.
Cuando un edificio está protegido estructuralmente (B), como es el caso, hay que conservar las fachadas y su estructura constructiva.
¿Por qué en Sanlúcar se está faltando reiteradamente a la normativa y se están alterando y falseando importantes muestras de nuestro Patrimonio Histórico?
El arquitecto que diseñó este antiguo hotel de veraneo del general González Montero, edificado entre 1908 y 1912, fuera el proyecto de Aníbal González, Antonio Arévalo u otro, lo concibió en estilo modernista, combinando conscientemente diversos materiales, colores y texturas en las fachadas.
Alteración cromática acometida en el Castillito durante las actuales obras.
En origen, mediante la combinación de mampostería concertada, ladrillo visto, sillería de piedra ostionera y elementos cerámicos, se trataba de establecer un impactante efecto visual, como se hizo en las vecinas Villa Isabel o Villa Luz (ambas de Aníbal González), entre otros edificios de la época. Esta riqueza cromática de las fachadas era uno de los principales valores artísticos del inmueble, que se ha perdido durante esta mal llamada rehabilitación.
Así, durante la rehabilitación actual se ha falseado la imagen primitiva del edificio Se han homogeneizado con una veladura o pátina blancuzca todas las fachadas de la zona principal del inmueble, que oculta sus materiales originales. Se ha sustraído al edificio original su verdad arquitectónica y su originalidad.
Detalle de la ocultación de la policromía original. (Foto: Salvador Daza).
Con esta actuación no sólo se ha vulnerando la normativa urbanística del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), sino que se ha hurtando a la ciudadanía su arquitectura histórica y el derecho a su conservación y disfrute.
La rehabilitación, que ha costado 2,5 millones de euros (aunque del destino de un millón no se tienen noticias), debería haber respetado la normativa y la arquitectura histórica. Lamentablemente, nada de esto se ha tenido en cuenta en la aberrante rehabilitación.
Ficha del popularmente llamado "Castillito de Bajo de Guía" en el Catálogo de Edificios Protegidos del Plan General de Ordenación Urbana de Sanlúcar (PGOU), donde cuenta con "Protección Global".
¡REMATANDO LA FAENA!
No tenían bastante con faltar a la normativa patrimonial, al pintar todas fachadas principales con un sólo color, alterando la diversidad de materiales que componían el estilo Modernista de esta antigua villa de veraneo, sino que también han sustituido el antiguo enverjado por una brutal valla posteada de más de dos metros de altura. ¿Dónde está la antigua verja de hierro?
¿Qué es esta borricada / barricada que han puesto en el Castillito?
Nueva valla perimetral de acero cotan oxidado. (Foto: Salvador Daza)
La III jornada de los “Encuentros en la paz”, otro éxito de público
con una didáctica, genial y reivindicativa Ana Gómez Díaz Franzón
La tercera jornada de los Encuentros en la Paz de 2013 ha sido a
cargo de la doctora en Historia del Arte, Ana Gómez Díaz Franzón, con la
conferencia de título “Arquitectura y Urbanismo del primer tercio del siglo XX
en Sanlúcar de Barrameda”.
En esta ocasión, Ifigenia Bueno fue la encargada de presentar la
ponente, que antes de comenzar propuso un minuto de silencio en solidaridad con
las víctimas del desgraciado accidente de Santiago de Compostela haciendo. A continuación,
realizó un somero recorrido por la trayectoria profesional, académica y, por
supuesto, su actividad en defensa del patrimonio histórico artístico de la
ciudad que desarrolla a través de la asociación cultural Aula Gerión muy
reconocida dentro y fuera de nuestra ciudad.
Ana Gómez hizo una introducción sobre los fundamentos económicos y
sociales en que se basó la arquitectura civil de nuestra ciudad en el primer
tercio del siglo XX, afirmando que las autoridades políticas locales de
aquellos años supieron consensuar el desarrollo de un urbanismo en la ciudad
potenciando las grandes condiciones climáticas y paisajísticas, permitiendo y
apostando por una arquitectura con los fundamentos estéticos propios de la
época, que dieron como fruto a una gran cantidad de edificios singulares que
todavía se pueden apreciar en la ciudad a pesar de haber sufrido muchos de
ellos modificaciones poco agraciadas. Como corolario, terminó esta primera parte
de su exposición aseverando que las personas que ostente cierta responsabilidad
en materia de urbanismo tienen la obligación de preservar las singularidades de
edificios impidiendo modificaciones en los mismos que desvirtúe la creación
original de sus autores.
Posteriormente, hizo un paseo didáctico por una serie de edificios
singulares de la ciudad. Desde los que están situados en el centro urbano, que
definió que se trataban de casa abiertos hacia en el interior, remarcando la
singularidad arquitectónica de sus construcciones y de las fachadas que en su
mayoría presentaban un marcado estilo modernista muy en boga en aquella época,
siendo ejemplos de ellos las casas señoriales situadas en la plaza del cabildo,
calle San Juan y aledaño.
Señaló la actual Calzada como la obra que permitió la posterior
urbanización de las actuales avenidas de Bajo de Guía y de las Piletas donde se
construyeron una serie de hoteles para residencia de verano, todo con el
denominador común de casas abiertas al exterior ya que todas tenían suficientes
espacios para disponer de jardines a su alrededor. Criticó duramente la
aberración que desde el ayuntamiento se ha permitido hacer en una casa del
reconocido arquitecto Abel González que la han transformado en discoteca
destruyendo para ello la espléndida fachada diseñada por el autor.
Con este paseo entrañable por las casas señoriales singulares de
nuestra ciudad terminó su exposición, siendo muy reconocida por el numeroso
público que se dio cita en una espléndida tarde noche en los jardines de
Palacio escuchando, en esta ocasión, las doctas y comprometidas palabras en
esta materia de Ana Gómez Díaz Franzón.
En la noche del pasado viernes, día 2 de diciembre, tuvo lugar la presentación del libro Arquitectura del veraneo y su época en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 1900-1950, de Ana Gómez Díaz-Franzón, que estuvo a cargo de Víctor Pérez Escolano, arquitecto y catedrático de la E.T.S. de Arquitectura de Sevilla; y se celebró en el Salón Don Benigno de Bodegas Barbadillo.
Abrió el acto Manuel Díaz Prieto, Presidente de A.S.E.H.A., cuya asociación cultural ha editado este trabajo de investigación con el patrocinio de la Fundación Barrero Pérez y Hnos. Romero Tallafigo.
Durante su disertación, el profesor Pérez Escolano se refirió al carácter de referente turístico que tuvo Sanlúcar, desde el siglo XIX, como ciudad-balneario de litoral en el sur de España, en paralelo a las ciudades norteñas de San Sebastián y Santander. También destacó la importancia del conjunto de edificios recogidos en la obra, que trasciende lo meramente local, para formar parte de la historia de la arquitectura andaluza y española. Asimismo, Pérez Escolano aludió a la conveniencia de incluir buena parte de los edificios comprendidos en esta publicación en el Registro de la Arquitectura Contemporánea de Andalucía, cuya base de datos recopila información sobre el patrimonio arquitectónico contemporáneo del siglo XX de Andalucía.
Por su parte, Ana Gómez desglosó el contenido del libro, cuyos varios capítulos abordan la época tratada, mediante una exposición de las principales recursos económicos que tenía Sanlúcar hacia 1900, así como la situación en que se hallaban los transportes y comunicaciones, la educación, sanidad, beneficencia o la política. Asimismo, en la publicación se plasman los atractivos turísticos que la ciudad ofrecía a los veraneantes -suavidad climática, baños de mar, aguas medicinales, hoteles y restaurantes, instalaciones recreativas, fiestas y espectáculos-, al que sigue una descripción de los ensanches y reformas urbanas acometidas durante el primer tercio del siglo XX.
La segunda parte del libro se centra en la evolución del proceso constructivo de los hoteles veraniegos y ofrece una catalogación de casi setenta edificios erigidos en la época. Por último, la autora agradeció a numerosas personas y entidades sus respectivas contribuciones a esta publicación.
Acto de presentación. Foto: Carmen Álvarez
Tras unas palabras de José Luis Barrero Jiménez, Presidente de la Fundación Barrero Pérez, cerró el acto Manuel Barbadillo Eyzaguirre, Presidente del Consejo de Administración de Bodegas Barbadillo. Finalizada la presentación, el público asistente degustó unas copas de manzanilla.
El próximo viernes, día 2 de diciembre de 2011, tendrá lugar la presentación del libro Arquitectura del veraneo y su época en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 1900-1950, de Ana Gómez Díaz-Franzón.
La presentación correrá a cargo de Víctor Pérez Escolano, arquitecto y catedrático de la E.T.S. de Arquitectura de Sevilla.
La obra ha sido editada por A.S.E.H.A. (Asociación Sanluqueña de Encuentros con la Historia y el Arte) y el acto se celebrará en el Salón Don Benigno de Bodegas Barbadillo, a las 20.00 h.
Esta publicación aborda el análisis, histórico y estilístico, de unos setenta edificios, pertenecientes a la arquitectura civil doméstica, que fueron construidos durante la primera mitad del siglo XX, cuando Sanlúcar se había convertido en una de las principales ciudades-balneario del litoral español. En su mayoría, son residencias veraniegas, denominadas entonces hoteles o villas de recreo, que fueron erigidas por sanluqueños y veraneantes en las zonas recién ensanchadas del paseo de la Calzada y las actuales avenidas de Bajo de Guía y las Piletas; en la playa de La Jara y en el centro urbano.
En conjunto, estos edificios se adhieren a los diversos estilos imperantes en aquellos años, desde el neomudéjar historicista al racionalismo, pasando por el modernismo, anglicismo o regionalismo. Fueron proyectados por destacados arquitectos de la época, como Aníbal González, Vicente Traver, Talavera y Heredia, hermanos Gómez Millán, Antonio Arévalo, Álvarez-Reyero, Smith Ibarra o Sánchez Esteve, entre otros.
Esta catalogación se encuentra precedida de varios capítulos dedicados a las principales fuentes de riqueza de la economía sanluqueña –incluido el veraneo-, los transportes y comunicaciones, la situación que se vivía en los ámbitos de la educación, la sanidad, la beneficencia o la política de aquellos años, reservándose un apartado especial a los veraneantes, como elemento dinamizador de la vida social y económica de la ciudad. Otro capítulo se ocupa de los atractivos turísticos, que ofrecía Sanlúcar a su colonia veraniega –suavidad climática, baños de mar en sus playas, manantiales de aguas medicinales, hoteles y restaurantes, instalaciones recreativas, fiestas y espectáculos-, al que sigue una descripción de las más sustanciales reformas urbanas acometidas en la ciudad durante el primer tercio del siglo XX. En todos estos apartados se ha procurado prestar una especial atención a los proyectos arquitectónicos relacionados con cada ámbito.
El libro se cierra con unos anexos donde se relacionan todos los arquitectos documentados, junto a sus obras y proyectos, además de un índice onomástico final.