Desde el templo del Lucero: Arquitectura industrial bodeguera
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jueves, 19 de septiembre de 2024

Un conjunto de bodegas centenarias será demolido para edificar pisos en Sanlúcar de Barrameda

 

Opinión Patrimonio Histórico de Sanlúcar

 

Calle San  Miguel. Al fondo, bodegas a desmoler.

Promoción de viviendas a edificar sobre el solar de las bodegas.

          

Recientemente se ha conocido, a través de internet, la próxima edificación, en la calle San Miguel de Sanlúcar de Barrameda, de la promoción inmobiliaria "Puntal del Pradillo", compuesta por 34 viviendas, de nueva planta, con "plazas de aparcamiento, trasteros y zonas comunes con piscina", a edificar por la promotora sevillana "Puntal del Pradillo" (que ya se están vendiendo por internet) cuya gestión corre a cargo de la empresa sevillana "Flatgest", y ha sido obra del estudio de arquitectura "Planea". Para construir estas viviendas se va a demoler un centenario conjunto bodeguero del siglo XVII o principios del XVIII, conocido como “antiguas bodegas de Manjón”, posterior propiedad de Bodegas Hidalgo-La Gitana, de gran valor histórico, arquitectónico e industrial.

La integración de estas bodegas en el entramado del Conjunto Histórico es una de las singularidades urbanas de Sanlúcar, que le otorgan personalidad propia dentro de la comarca vitivinícola del “Marco de Jerez”. Durante las últimas décadas, estas bodegas históricas han sido demolidas de manera acelerada, habiendo desaparecido decenas de ellas, para dar paso a bloques de pisos, que han sustituido a nuestro rico Patrimonio Arquitectónico bodeguero.

Estas bodegas, aunque no se encuentran protegidas en el PGOU de Sanlúcar, sí están protegidas por hallarse dentro del Conjunto Histórico (declarado como tal en 1973), en su límite o zona de ampliación propuesta, donde también se sitúa, muy cercana a las bodegas, una antigua casa de cargadores a Indias del siglo XVII y gran valor histórico-artístico.


Delimitación de las bodegas a demoler, en la actuaaliddad.


Plano general de los pisos a edificar sobre el solar de las bodegas.

miércoles, 31 de julio de 2024

Dos bodegas menos = menos Sanlúcar. Destruidas dos bodegas urbanas proyectadas por destacados arquitectos sevillanos a principios del siglo XX.

 Opinión Patrimonio Histórico Sanlúcar.

Actualización: 7 de agosto de 2024.


Bodega de la calle Banda Playa-Cruces antes de su destrucción.

 
Foto: La Voz del Sur (13-agosto-2020)

Continúan consumando, entre unos pocos y unas pocas, uno de los principales fines para los que vinieron al mundo: pulverizar la ciudad histórica de Sanlúcar y sus bodegas.

Por una parte, han tardado cuatro años, pero han culminado su cometido con éxito: destruir una antigua bodega urbana situada en calle Banda Playa-esquina calle Cruces. Cuando se anunció el proyecto, en 2020, se denunció por activa y por pasiva (Aula Gerión, IU), pero a nadie le importó estas voces ciudadanas.

Durante las obras, en 2022.

Contó con el visto bueno de la Consejería de Cultura-Cádiz, como ha sido siempre con todo lo protegido y destruido en la ciudad. ¿Qué le importará Sanlúcar a esta Consejería, a pesar de tener sus competencias en Patrimonio Histórico? Absolutamente nada; contó con la licencia municipal de esos arquitectos de la Gerencia (casi todos de Jerez), y su gerente, Mónica González Pecci, que acaban de convertirse en funcionarios, para que les dé tiempo a finalizar su "elevada" misión: exterminar Sanlúcar y dejar su Conjunto Histórico convertido en una vulgar barriada. Ya casi lo han conseguido. Ánimo, señores arquitectos-funcionarios. Ya sólo quedan dos o tres casas tradicionales en cada una de las calles que conforman el Conjunto Histórico, que ha sido sustituido, en las últimas décadas, por un enjambre de pisos y apartamentos.

Esta licencia también estuvo avalada, como no podía ser de otro modo, por el antiguo Alcalde-destructor Víctor Mora, la peligrosa Sra. González Pecci, que por ahí siguen, y la Sra. Lucía Rodríguez García, entonces Presidenta de la Gerencia (también sigue, hoy cambiada de bando), quien declaró que la bodega se iba a conservar tal cual. ¿Qué dice usted ahora, Lucía Rodríguez? Bueno, igual a usted le sigue pareciendo una bodega un muro horadado y cuatro vigas.

Nota de prensa de Urbanismo-Sanlúcar: Urbanismo desmiente la demolición de una bodega de Banda Playa (Diario de Cádiz, 18 de agosto de 2020).

Nota de prensa: PSOE y Cs pactan demoler una bodegacentenaria protegida en Sanlúcar para que una promotora haga pisos (La Voz del sur, 13 de agosto de 2020).


            
Proyecto de bodega por el arquitecto sevillano Pedro Sánchez Núñez en 1924 (Archivo Municipal)

          

miércoles, 19 de junio de 2013

Pobre "ciudad-fachada"

Opinión Patrimonio Histórico de Sanlúcar.

Demolición de la bodega “Reina Victoria” (1891)



Publicado en Sanlúcar Información, 13 de septiembre de 1997

Rescato este artículo del pasado porque creo que todo lo que se dice en él mantiene plena vigencia dieciséis años más tarde. Incluso mis recomendaciones a los políticos siguen siendo las mismas.
No es que todo siga igual que en 1997. Es que aquellas demoliciones fueron el comienzo de una imparable cadena de derribos de edificios históricos que se perdieron para siempre. En este intervalo de dieciséis años, en Sanlúcar han destruido numerosos edificios protegidos y otros tantos han sido vaciados, convirtiendo gran parte del casco histórico en esa verdadera “ciudad-fachada” a la que se refería el título.

Cuando escribí este texto, alertada por las obras que estaban realizando en la antigua bodega “Reina Victoria” (1891), ya habían derruido la techumbre de esta bodega, protegida por el PGOU, y comenzado a demoler la fachada principal. Aún no sabía que todo el conjunto bodeguero, hasta poco antes propiedad de “Pérez Megía, S.A., integrada desde 1980 en el “Grupo Medina”, iba a desaparecer por completo, quedando reducido a un sustancioso solar de unos 14.000 m2, donde se edificaron varios bloques de pisos de nueva planta. Sólo quedó en pie el llamado salón de recepción “Doña María”, situado en la zona alta de la barranca, que era de construcción reciente (1973).

Aquella demolición fue ilegal, como muchas otras efectuadas después. Nadie ha pagado por ello. Nadie dio la cara. Algunos se llenaron los bolsillos. A nosotros estos ladrones nos han robado parte de nuestra historia.
Nota.- Se ha respetado el texto original. Sólo lo incluido entre corchetes es actual.

 

No cabe duda de que Sanlúcar tiene el privilegio de conservar el conjunto arquitectónico bodeguero más significativo del Marco de Jerez, pues es la única ciudad en la que se ha preservado una gran diversidad de tipologías constructivas que van marcando la evolución experimentada por la arquitectura bodeguera desde el siglo XVII hasta nuestros días. Los valores de esta rica arquitectura parecía haberles quedado claro a los responsables municipales cuando en Pleno de 7 de abril del presente año [1997] aprobaron la "Revisión del Plan General de Ordenación Urbana", en cuyo Catálogo de Edificios Protegidos se incluyeron por primera vez un buen número de estas bodegas.

Sin embargo, en los últimos meses -desde la aprobación de dicha Revisión-, se está detectando una tendencia municipal a olvidar todas las responsabilidades que, en materia de conservación, confía a los Ayuntamientos la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (Art. séptimo), además de los propios compromisos contraídos en el PGOU. Se acaban de derribar algunas bodegas tradicionales del XIX en la calle Banda Playa que, al parecer, no presentaban elementos arquitectónicos relevantes, los cuales han dejado al descubierto sustanciosos solares urbanos.

En base a esto es presumible que el centro histórico se desarrolla y atiende, al mismo tiempo, la necesidad social de nuevas viviendas. Pero, no suficiente con ello, en los últimos días se ha comenzado a derribar la bodega "Reina Victoria" (C/ Fariñas-esquina Avda. de la Constitución), edificada en 1891 por la empresa Hijos de Pérez Megía, que en 1980 quedó integrada, junto al resto del conjunto bodeguero (unos 14.000 m2) en el Grupo Medina, cuya finca ha sido adquirida recientemente por una empresa promotora. [Rochdale]

Este conjunto se encuentra incluido en dicho Catalogo del PGOU, habiéndosele aplicado el nivel de protección "Global", por el que se contemplan como “elementos a conservar: naves de bodega y sus cubiertas, fachadas del conjunto y patios esenciales”, estableciéndose como elementos destacados la "Nave de esquina y fachadas del conjunto", es decir la bodega "Reina Victoria", una de las más originales de su época y un importante eslabón en la evolución arquitectónica bodeguera.

Esta última edificación presentaba una solución constructiva de gran interés. Su sistema de cubrición -totalmente derruido- estaba basado en una cubierta de viguería de madera a dos aguas que, revestida de teja plana francesa al exterior, se hallaba sostenida hacia el interior por un encerchado de finas tirantas de hierro, atrevida cubrición que cerraba una diáfana nave de casi 1.000 m2, sin necesidad de ningún tipo de soportes verticales. [en el interior se criaba la manzanilla Alegría]

 
Las dos fachadas exteriores presentan el valor de escapar a los sencillos cánones de las fachadas bodegueras decimonónicas y poseer una clara intencionalidad artística, que queda plasmada en la sucesión de arcos ciegos rehundidos en el muro; en los aplacados ornamentales de sus impostas o en las formas romboidales que coronan las puertas de acceso. Ello es todavía visible en la fachada lateral y en parte de la principal, puesto que esta ha sido ya semiderruida, habiendo desaparecido el redondeado piñón superior y el hermoso ventanal circular que coronaba el frontispicio. Desconozco si se piensa conservar o eliminar los restos, ya arqueológicos, de estas fachadas. [Se derribó por completo]

 
 
Históricamente, Sanlúcar, como otras tantas ciudades, siempre ha prostituido parte de su centro urbano. Lo sorprendente es que aún hoy se mantenga esta tendencia de venderse a cualquier postor, especialmente en los tiempos que corren de progresiva protección y conservación de todos aquellos elementos constituyentes del Patrimonio Histórico, por lo que estas acciones resultan absolutamente escandalosas e inadmisibles.

Así las cosas, da la impresión de que allá donde asoma el posible beneficio económico de alguna licencia de obras, allá que se lanzan los responsables municipales, recalificando arbitrariamente fincas urbanas protegidas, zonas verdes o terrenos rurales, desoyendo toda normativa urbanística, incluso la aprobada por ellos mismos.

Con ello no se tiene para nada en cuenta que uno de los recursos económicos más importantes de Sanlúcar es su patrimonio arquitectónico y especialmente el bodeguero, por constituir uno de los más claros signos diferenciadores y de identificación de la ciudad. Otra cosa es que no sepan rentabilizarlo, tal como acaba de proponer el II Plan de Bienes Culturales de Andalucía.

Es posible que nuestros políticos necesiten realizar una "ruta bodeguera" por el Marco de Jerez; o tal vez tendrían que salir al exterior de este pequeño "estado autárquico" en que se ha convertido Sanlúcar -con la correspondiente dosis de ignorancia que conlleva toda autarquía-, para ver lo que se está haciendo fuera con cualquier muestra del Patrimonio Arquitectónico Industrial; tampoco estaría de más que saliesen de vez en cuando a la calle -sin las prisas que supone cortar la cinta de turno, sin que el tiempo se les distraiga en la presunción del cargo-, para dar un detenido paseo por esta vieja y hermosa ciudad de forma que, "viéndola" -que no mirándola-, puedan caer en la cuenta de que hay que conservarla para poder disfrutar de sus múltiples significaciones históricas y presentes, y así respetar el derecho que tenemos todos los ciudadanos a comunicarnos con nuestro pasado.

Porque a este ritmo, y manteniendo esa tendencia farisea de salvar las apariencias arquitectónicas a través de la exclusiva conservación de las fachadas -en el mejor de los casos-, Sanlúcar se transforma día a día en una superficial tramoya escenográfica a la que están robando el alma, nuestro espíritu histórico.

Y es que la revitalización equilibrada de los centros urbanos puede ser perfectamente compatible con la conservación de sus elementos culturales más significativos. Sólo que en ocasiones, señores munícipes, hay que saber decir ¡NO! a las treinta monedas de plata. [al parecer, fueron bastantes más]


Ana Gómez Díaz-Franzón
Dra. Historia del Arte

En esto se convirtió la antigua bodega:

 




Más inforrmación sobre el Patrimonio Destruido en los últimos doce años: Web Aula Gerión




 

miércoles, 19 de octubre de 2011

Aproximación a la arquitectura bodeguera. Del recoveco morisco al templo manzanillero

Artículo publicado en Sanlúcar de Barrameda, nº 30. Sanlúcar, 1994. Se ha respetado el texto original, pero se han introducido algunas actualizaciones (entre corchetes), puesto que algunas bodegas mencionadas han sido demolidas en los últimos años y otras han cambiado de propiedad.
 

Bodegas Barón. Foto: Bodegas Barón.
La imagen urbana de Sanlúcar de Barrameda ofrece un importante componente arquitectónico que se halla fuertemente integrado entre el resto de los edificios ciudadanos. Son las bodegas. Aparecen perfectamente ensartadas en la trama urbanística. Obedecen a la línea del callejero sin musitar su presencia. Sin embargo, son las elegantes protagonistas de esta ciudad y las que le otorgan el rango de ser uno de los principales núcleos de la Cultura del Vino bajoandaluza.
Las bodegas son edificios de carácter industrial destinados al almacenamiento y crianza del vino. Aunque esencialmente utilitarias, presentan unas características arquitectónicas y decorativas específicas. En base a ellas y a través del análisis de las bodegas que existen en Sanlúcar, se puede establecer una línea de evolución en el tiempo, definiendo una serie de tipologías diferenciales, desde las más pequeñas y antiguas, denominadas "moriscas", hasta las modernas superficies contemporáneas, pasando por las bodegas de las casas-palacio, las bodegas-granero o las grandes bodegas manzanilleras del siglo XIX. Este excelente catálogo ilustra una decisiva parte de la historia socioeconómica de la ciudad: la crianza y comercialización del vino sanluqueño.
Las bodegas de Sanlúcar son tan antiguas como la ciudad. Parece que los fenicios introdujeron la vid en esta zona y ya los romanos exportaban a Roma los vinos del Bajo Guadalquivir, por lo que desde aquellos tiempos remotos pudieron existir almacenes de vinos. Se ha constatado la existencia de bodegas árabes en Jerez, cuyo sistema constructivo fue heredado por las bodegas cristianas. El comercio del vino a gran escala, impulsado por el tráfico americano, y el descubrimiento de la "manzanilla" motivarán dos momentos significativos en la evolución de esta arquitectura, apareciendo entonces la bodega específicamente manzanillera que, evolucionada, ha llegado a nuestros días.