Desde el templo del Lucero

jueves, 20 de diciembre de 2018

Publicada la 4ª edición de la Guía Histórico-Artística de Sanlúcar de Barrameda



Recientemente ha sido publicada la 4ª edición de la Guía Histórico-artística de Sanlúcar de Barrameda, obra de la historiadora Ana Gómez Díaz-Franzón, que ha sido reeditada por la Asociación Sanluqueña de Encuentros con la Historia y el Arte (ASEHA), actualmente presidida por José Romero Tallafigo, quien también ha coordinado la edición. En esta ocasión la publicación ha estado patrocinada por las librerías Códice y Fórum Libros. Los contenidos de la nueva guía han sido revisados y actualizados por su autora. La cubierta es obra de la diseñadora Mariqui Romero y el interior se ha enriquecido con nuevas fotografías de diversos autores.

Esta Guía, cuya primera edición vio la luz en 1993, se encuentra estructurada en tres itinerarios o paseos, por los que el visitante puede recorrer la Sanlúcar Señorial (Barrio Alto), una Sanlúcar Americana (Barrio Bajo), y otra Sanlúcar Modernista y Regionalista (zona costera). El rico Patrimonio Histórico y Cultural de la ciudad es descrito en varios niveles de comprensión: desde una lectura fácil a través de los pies de foto hasta otra más erudita siguiendo los recuadros, pasando por una amena lectura lineal, que hacen accesible esta guía a cualquier lector.

Según José Romero Tallafigo, en palabras recogidas en el prólogo de este libro, “Por la banda de la playa de Sanlúcar de Barrameda, por su célebre y sonada barra, pasaron fenicios, griegos, tartesios, romanos, godos, vikingos, árabes, y las naos de Ramón Bonifaz que le dieron Sevilla al rey Fernando III. Luego vinieron los Guzmanes, e Isabel la Católica conoció el mar desde la torre del Homenaje del castillo de Santiago. Comerciantes genoveses, bretones, irlandeses y flamencos traficaron en ella encajes, brocados, telas, vinos y todo el lujo de Europa. Las Indias y el almirante Colón transformaron nuestro paisaje y Sanlúcar se extendió por el barrio bajo y se colmó de iglesias, conventos, ermitas, casonas con miradores y casas palacios de nuevos ricos. La nao Victoria, con Elcano a bordo y cargada de especias del otro hemisferio, estuvo anclada en Bonanza, con el descanso merecido de una gran epopeya. El siglo del Romanticismo nos trajo la Calzada y su kiosco para la banda de música, las grandes bodegas de manzanilla, las carreras de caballos, los Montpensier, Cecilia Böhl de Faber, Antoine de Latour, Alejandro Dumas y la Avenida de los hotelitos modernistas de Aníbal González y otros.”

Todos escribieron un relato y todos dejaron una huella y paisaje peculiar en el espléndido callejero de Sanlúcar. Todos los rincones, revueltas, cuestas, carriles y fachadas tienen su misterio y encanto histórico. Esta Guía histórico artística de Sanlúcar, con la prosa clara, curiosa y rica de Ana Gómez Díaz-Franzón, es la llave mágica para descubrir todos los secretos de nuestro pasado. La lectura de sus páginas genera amor y encuentro con la historia y el arte de nuestra ciudad que es el empeño fundacional de esta Asociación. Y, como escribiera Manuel Díaz Prieto en la tercera edición, “esta guía es de una enorme utilidad para cualquier tipo de lector que quiera escudriñar en el pasado de la ciudad y en sus fundamentales facetas señorial, americana, modernista y regionalista espléndidamente explicadas por su autora”.

Desde ASEHA confían en que esta obra llegue a los sanluqueños que aún no la tienen, así cómo a los visitantes que año tras año quedan prendados de la inefable belleza de Sanlúcar.




jueves, 12 de abril de 2018

León de Argüeso y Argüeso (1801-1880), origen de las bodegas “Herederos de Argüeso” y “Manuel de Argüeso” en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)


Retrato de León de Argüeso (Col. particular)




















Texto publicado originalmente en el libro Nueve bodegueros del Marco de Jerez, de varios autores (Ramos Santana y Maldonado Rosso, eds.). Ed. Quorum, 2010.

1. De Arija a Sanlúcar de Barrameda. Contexto socio-histórico.
2. León de Argüeso, bodeguero de origen montañés.
3. Actividades empresariales. Desarrollo y diversificación.
4. La empresa vinatera.
5. Los herederos de León de Argüeso fundan dos empresas vinateras.
Anexo I. Estructura de capital de León Argüeso y Argüeso (1880).
Anexo II. Inventario. Géneros del almacén (1880).
Anexo III. Empresa vinatera de León de Argüeso (1880). Estructura de capital.
Anexo IV. Existencias  en Bodegas de León de Argüeso  (1880)


      Ana Gómez Díaz-Franzón
Dra. Historia del Arte

Las diversas actividades económicas desarrolladas por León de Argüeso en Sanlúcar de Barrameda, durante las décadas centrales del siglo XIX, darán lugar a la creación de dos destacadas empresas vinateras del Marco de Jerez: “Herederos de Argüeso” y “Manuel de Argüeso”. León de Argüeso, responde al prototipo de montañés emigrado a tierras gaditanas que logró una gran prosperidad económica. Oriundo de Arija (Burgos), Argüeso inició su andadura empresarial en Sanlúcar con la instalación de una primera tienda de comestibles en 1831, introduciéndose pronto en el sector vitivinícola mediante la compra de varias viñas y bodegas. La consolidación de sus diversas actividades mercantiles y financieras proporcionaron una notable fortuna al empresario burgalés, de forma que al fallecer, en 1880, había dejado sentadas unas sólidas bases para la plena consolidación de dos empresas bodegueras creadas por sus herederos. El presente trabajo está basado principalmente en la documentación contenida en la testamentaría de León de Argüeso.

1. De Arija a Sanlúcar de Barrameda. Contexto socio-histórico.

Arija (Burgos). Foto: web Secretos de Merindad.

León de Argüeso y Argüeso nació el 20 de febrero de 1801 en la localidad de Arija (Burgos). Era el tercer hijo y el segundo varón de los seis habidos en el matrimonio de Manuel de Argüeso Álvarez con Isabel de Argüeso Gutiérrez, ambos vecinos de Arija, apareciendo los miembros de esta familia en un Padrón de 1801 como “hijosdalgos notorios”[1].  León de Argüeso fallecerá en Sanlúcar de Barrameda el 28 de enero de 1880 sin descendientes directos por haber permanecido soltero, de manera que todos sus bienes fueron heredados por tres sobrinos llegados de la Montaña.
El apellido toponímico “Argüeso” proviene del poblado del mismo nombre situado en el municipio Hermandad de Campóo de Suso (Cantabria). A finales del siglo XVI Fernando de Argüeso, natural del antiguo Concejo Mayor de Valdearroyo, perteneciente a Campoo de Yuso (Cantabria), pasó a Arija (Burgos), que entonces pertenecía al señorío del Marqués de Aguilar y Conde de Castañeda, donde en 1657 se constituyó el primer mayorazgo en Juan de Argüeso, el Mozo. Varios miembros de esta rama familiar obtuvieron provisión de hidalguía[2].

viernes, 2 de marzo de 2018

Publicada la 2ª edición del libro "Imagen publicitaria del Marco de Jerez (1868-1936). Un retrato de la época." Vol. I. (2ª Ed.).




Recientemente ha sido publicado el primer volumen de La imagen publicitaria del Marco de Jerez (1868-1936). Un retrato de la época, de la historiadora Ana Gómez Díaz-Franzón.
Esta libro aborda, por primera vez, los inicios y desarrollo de la publicidad comercial en el Marco de Jerez (Cádiz), entre 1868 y 1936, que afecta principalmente a las ciudades de Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María. Esta comarca vitivinícola se incorporó en fechas tempranas al contexto general de la ilustración gráfica española con fines publicitarios, constituyéndose en uno de sus centros pioneros.
En este primer volumen se analizan los elementos que intervienen en el sistema de comunicación: los antiguos bodegueros como emisores; los distintos soportes  publicitarios utilizados; grupos destinatarios; tipos de mensajes; los productos -vinos, aguardientes y licores- y sus correspondencias iconográficas. El segundo capítulo trata sobre la elaboración de las piezas publicitarias; los talleres litográficos; ilustradores y agencias de publicidad; las primeras marcas del Marco de Jerez registradas en el Registro de la Propiedad Industrial; y algunas batallas surgidas en torno a ciertas marcas. El tercer capítulo se ocupa de los componentes y estructura formal del etiquetado. Este primer volumen se completa con más de seiscientas ilustraciones.
En los volúmenes II y III se profundiza en las diversas categorías iconográficas y unidades de análisis halladas en el conjunto publicitario estudiado. Una imagen del jerez que, en último término, reproduce la realidad social de su época.
A través de esta investigación, extracto de la tesis doctoral de la autora, se ha podido fechar la mayor parte de las marcas registradas durante el período establecido, aportándose nuevas noticias documentales sobre el tema.

La 1ª Edición, en formato papel, fue editada en Amazon Published (abril, 2018). (Agotado).

La 2ª Edición (septiembre, 2018), ISBN: 13-9788417435, 560 págs., está disponible, de momento en formato papel, en Libros.CC, Casa del Libro, etc. y librerías.


Índice del Volumen I


INTRODUCCIÓN.

1. UN SISTEMA DE COMUNICACIÓN EN SU CONTEXTO HISTÓRICO.
1.1. El sector empresarial bodeguero como agente emisor.
1.2. Los productos. Correspondencias iconográficas.
1.3. El mensaje publicitario.
1.4. Los destinatarios.
1.5. Canales de comunicación.
Anuncios en publicaciones periódicas.
Cartelería comercial.
Publicidad exterior urbana y rural.
Cerámica publicitaria.
Medios de transporte.
Publicidad efímera.
Otros soportes.

2. ELABORACIÓN Y REGISTRO DE LOS PRODUCTOS PUBLICITARIOS.
2.1. Talleres litográficos. Catálogos de venta y estandarización.
2.2. Fuentes de alimentación iconográfica. Ilustradores y diseñadores.
2.3. Las marcas de fábrica y el Registro de la Propiedad Industrial.
2.4. Primeras marcas registradas del Marco de Jerez.
2.5. Algunas batallas comerciales.

3. EL ETIQUETADO. ELEMENTOS Y ESTRUCTURA FORMAL.
3.1. Componentes plásticos.
3.2. Componentes textuales.
       Algunas curiosas marcas de composición textual.
3.3. Componentes figurativos.

Fuentes documentales e impresas.

Bibliografía. Volumen I.



viernes, 19 de mayo de 2017

José Eduardo Lagomazzini Franzón (1888-1942). Sacerdote y poeta sanluqueño.

Ana Gómez Díaz-Franzón
                         Historiadora
























Bella Reina, las manos agrietadas,
valen más que las manos enguantadas,
que venden a la Patria por dinero.

(José E. Lagomazzini Franzón: La ofrenda del campo, 25 de agosto de 1908).

José Eduardo Gregorio Lagomazzini Franzón nació en Sanlúcar de Barrameda el 12 de marzo de 1888. Fue bautizado en la iglesia mayor parroquial de Ntra. Sra. de la O por el sacerdote José María Arocha, con licencia del cura propio, Francisco Rubio. Actuaron como padrinos Eduardo Miquelli Botini y su tía Francisca Lagomazzini Mariscal. Fueron testigos del bautizo Manuel Asencio y José Arocha. José Eduardo fue confirmado el 14 de enero de 1894 en la parroquia auxiliar de San Nicolás por el Arzobispo de Sevilla, Marcelo Spínola y Maestre.[1]
Era hijo de José Lagomazzini Mariscal y Carmen Franzón Vicenti, naturales de Sanlúcar, aunque de orígenes genoveses. Su padre, de profesión hortelano, fue hijo de Felipe Lagomazzini Orcese, genovés afincado en Sanlúcar; y su madre, hija de Santiago Franzón Gilardón y Concepción Vicenti Botini. Éste último tuvo fábrica de fideos y almidón en Sanlúcar y era hijo, a su vez, del genovés Benito Franzón Bianchi. José Eduardo tuvo siete hermanos, que fallecieron sin descendencia. Éstos fueron Santiago (1879-1880); Concepción (1880-1923), soltera; María Clara (1883-1898), que falleció muy joven; Elena (Sor Guadalupe) (Sanlúcar, 1885-Jerez de la Frontera, 1969), religiosa dominica en el convento de Jerez de la Frontera; Eduarda (1890-1933), soltera; Miguel (1896-1920), soltero; y Teresa (Sanlúcar, 1893-Jerez de la Frontera, 1975), soltera, quien vivió con su hermano, el presbítero José E. Lagomazzini Franzón, hasta que murió, cuando marcho a vivir al convento de las dominicas de Jerez, donde estaba su hermana Elena. Sobre la genealogía e historia de la familia Franzón en Sanlúcar, se puede consultar en este blog  “Genealogía e historia de la familia Franzón de Sanlúcar de Barrameda”.
El padre de José Eduardo, José Lagomazzini Mariscal, falleció en 1918, a los 68 años de edad, en la “Huerta de En Medio”, también llamada popularmente “Huerta de Joselito”. Se le hizo funeral de la Hermandad del Carmen. Su madre, Carmen Franzón Vicenti, fallecería poco después, en 1921, a los 65 años de edad, en la misma huerta.[2]
De la toma de los Santos Sacramentos y el fallecimiento del padre del presbítero José E. Lagomazzini, dio buena cuenta El Correo de Cádiz, en su sección de noticias de Sanlúcar:
“Santos Sacramentos. A petición propia le han sido administrados los Santos Sacramentos al respetable señor padre del notabilísimo poeta D. José E. Lagomazzini Franzón, coadjutor de la parroquia de Santo Domingo”.[3]
“Necrología. Ayer por la mañana entregó su alma a Dios, fortalecido con todos los auxilios de nuestra sacrosanta religión, tras prolongada y penosa dolencia, sobrellevada con ejemplar resignación cristiana, el que fue muy respetable y anciano convecino el Sr. D. José Lagomazzini Domínguez (Mariscal) (q.a.g.g.), padre del virtuoso sacerdote y laureado poeta D. José Eduardo Lagomazzini Franzón, coadjutor de la parroquia de Santo Domingo. Reciba el hijo del finado y demás distinguida familia, nuestro más sentido pésame. El Corresponsal. (10-2-918)”.[4]
Esta familia vivió siempre en las huertas existentes en el margen derecho de la actual calle San Francisco. En 1905 residían en calle San Francisco, nº 5, en la denominada “Huerta de En Medio”, que fuera propiedad del presbítero Miguel Franzón Vicenti, tío del padre Lagomazzini. Respecto a los avatares de esta huerta se puede consultar el correspondiente apartado en este artículo.



En los años 70 del siglo XX, sobre el solar de lo que había sido la “Huerta de En Medio”, lugar de residencia del presbítero José E. Lagomazzini Franzón, se construyeron bloques de viviendas y el Ayuntamiento rotuló una de las nuevas calles de esta urbanización con el nombre de “Padre Lagomazzini”, en honor de este sacerdote y poeta sanluqueño, tal como se conserva en nuestros días.

1908                                                   Col. J. M. Salas
Estudios elementales y eclesiásticos
José Eduardo Lagomazzini Franzón realizó sus primeros estudios en el colegio de los Padres Escolapios de Sanlúcar. Años después, siendo sacerdote y conocido poeta, dedicó unos versos a su antiguo colegio, con motivo de la celebración de lo los cincuenta años de la llegada de los escolapios a Sanlúcar:


DE OTRA EDAD
“Pequeño poema, evocación de mis tiempos de alumno en el colegio calasancio de Sanlúcar de Barrameda, dedicado a los Padres Escolapios de esta Ciudad, en las bodas de oro de la fundación de este centro docente.”
I
EL PATIO DE LAS PALMERAS
(ANOCHECER)
¡Qué placidez al contemplarte siento!
Lejos del mundo y su falaz mentira
tu augusta calma el trovador aspira.
Y tu ambiente de paz le infunde aliento.

El ocaso resbala manso y lento,
mi fatigado corazón respira,
y tus palmas parecen una lira
que tañe melodiosa el manso viento.

Yo aspire de tus flores la fragancia
en los ingenuos años de mi infancia,
en la risueña edad de mis quimeras...

Mi frente era más pura que el armiño,
y en mi sereno corazón de niño
más alta era mi fe que tus palmeras.


II
La Salve de los sábados
¡Oh páginas henchidas de ternura,
cuadros llenos de luz y de colores
de otro tiempo mejor, evocadores
de mi primera edad, toda ventura...!

Con nuestra voz de celestial dulzura
cantamos a la Virgen sus loores
como infantiles bardos trovadores
de la madre de Dios, bendita y pura.

Me aleje de mi pueblo idolatrado
y volví con el pecho lacerado;
entré en el templo de la Escuela Pía,

Y vi a los niños, y lloré a raudales
a1 escuchar sus voces celestiales
que la Salve cantaban a María.

Lagomazzini Franzón cursó la enseñanza media y Bachillerato en el Instituto General Técnico de Jerez de la Frontera, aunque se preparaba en Sanlúcar[5]. Ya entonces se reveló como alumno aventajado. Así lo demuestran sus excelentes calificaciones, algunas de las cuales fueron publicadas en el periódico El Guadalete de los años 1904 y 1905: en 1904 se reseñan en esta publicación los “Alumnos que en los exámenes de enseñanza privada verificados en el Instituto (de Jerez) han obtenido las primeras calificaciones”: José Lagomazzini y Franzón obtuvo Sobresaliente en las asignaturas de “Psicología y Lógica” y “Fisiología e Higiene”. Este curso, José Eduardo fue compañero de Manuel Rubio Alpresa, Eduardo Cotro Florido y José Delgado Ñudi, entre otros sanluqueños, que también obtuvieron notables calificaciones[6].

En un solemne acto celebrado en el Instituto de Jerez, con motivo de la apertura del curso 1905-1906, al que asistió el alcalde jerezano, Julio González Hontoria, se entregaron los premios correspondientes a los alumnos que habían obtenido Matrículas de Honor el curso anterior. Entre ellos se hallaba José Lagomasini (este apellido aparece con distinta ortografía en los diversos documentos y publicaciones) y Franzón, que consiguió la calificación de Sobresaliente y Matrícula de Honor en la asignatura “Ética y Rudimentos de Derecho” (la misma nota en esta asignatura lograron los alumnos Eulalia Leal y Macedo y Manuel Illanes del Río). Durante aquel curso académico, otros tres sanluqueños, procedentes del colegio de las Escuelas Pías de Sanlúcar, obtuvieron igual calificación de Sobresaliente con derecho a Matrícula de Honor: Francisco España Viejo (Nociones de Aritmética y Geometría), quien también sería sacerdote en Sanlúcar, encargado de la iglesia de San Nicolás; José Delgado Ñudi (Aritmética) y Manuel Barba Brun (Psicología y Lógica).[7]

Con diecisiete años, José Eduardo Lagomazzini solicitó ingresar en el Seminario de Sevilla, en septiembre de 1905, alegando que ya tenía cursados los estudios de bachillerato, siéndole concedida la admisión por el Rector. Abonó los derechos de examen (2,50 pesetas), realizó el examen de incorporación al Seminario el 30 de septiembre y obtuvo la calificación de “Méritus”. Una vez admitido en calidad de alumno interno, se le asignó como tutor a Joaquín Moreno.[8]

Entre 1905 y 1911, Lagomazzini Franzón cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario Metropolitano de Sevilla, obteniendo la licenciatura en Sagrada Teología.[9] Además, entre 1911 y 1914 se graduó en Derecho Canónico en el mismo Seminario con excelentes calificaciones.[10]