Desde el templo del Lucero: Opinión Patrimonio Histórico Sanlúcar
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sábado, 17 de octubre de 2015

La Merced: qué cedió la Duquesa a Sanlúcar y qué reclaman los herederos.

Opinión Patrimonio Histórico de Sanlúcar de Barrameda.


¿Qué pasará con el Auditorio de la Merced y el Archivo Municipal?


En estos días se celebra en el Juzgado nº 1 de primera instancia de Sanlúcar el juicio por la herencia de la XXI duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, requerida por sus tres hijos y viuda.

Entre los bienes que están en juego se encuentran el propio palacio ducal, todos las piezas artísticas que contiene y el magnífico archivo ducal, uno de los archivos familiares más importantes de Europa, todo declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1978, por lo que gozan de la máxima protección, según las vigentes leyes de Patrimonio Histórico.

A ello se añade el Auditorio de la Merced (antigua iglesia), claustro y dependencias ocupadas por el Archivo Municipal, todo cedido por la Duquesa al pueblo de Sanlúcar en 1987 para usos culturales. Ahora la Merced, el claustro y el Archivo Municipal  también son reclamados por los herederos al Ayuntamiento de Sanlúcar. La antigua iglesia de la Merced y su claustro no se pueden derribar ni hacer cualquier obra, aún menos estructural, pues el inmueble posee la máxima protección según el Catálogo de Bienes Inmuebles Protegidos del PGOU de Sanlúcar.

Para defender estos intereses del pueblo de Sanlúcar, el Ayuntamiento  se halla personado en la causa, actuando como defensa un abogado municipal.

Es lógico y natural que los herederos requieran su herencia, si bien no me parece muy razonable reclamar unos inmuebles que, cuando fueron cedidos, eran pura ruina y poco valor tenían, cuyas obras de restauración y rehabilitación financiamos todos los andaluces con más de cuatro millones y medio de euros [cifra corregida].

No sé si se podrá anular la cesión ducal, no sé si se podrá adjudicar al tercio de libre disposición de la Duquesa, no sé si será justo. En cualquier caso lo que me parece poco ético es reclamar unos inmuebles que hemos restaurado todos los andaluces, para obtener así beneficios millonarios. Me pregunto por qué los herederos no se opusieron a la cesión de la duquesa en 1987, pues era patrimonio de la Casa Ducal, y sin embargo ahora quieren anular la cesión y quedarse con los inmuebles.

Todos sabemos que el Ayuntamiento no tiene fondos para pagar a los herederos el valor, que se derive de la sentencia, del Auditorio y Archivo Municipal, lo cual podría ser una solución a este conflicto, aunque inviable. ¿Cómo se resolverá la cuestión?, ¿perderemos los sanluqueños estos dos fundamentales equipamientos culturales para la ciudad? 

Lo que está claro es la poca deferencia que están teniendo los nuevos Guzmanes con el pueblo de Sanlúcar al reclamar estos bienes.

Tuve la oportunidad de conocer y fotografiar el inmueble antes de las obras de restauración. Veamos, pues, cómo estaba el conjunto de la Merced en 1989 y cómo se encuentra en la actualidad. Veamos qué cedió la duquesa y qué reclaman sus herederos.


Un poco de historia
El actual Auditorio de la Merced de Sanlúcar de Barrameda es uno de los edificios de origen religioso más singulares de Andalucía.

El inmueble ocupa la antigua iglesia y claustro grande del antiguo convento de los mercedarios descalzos. La edificación fue construida entre 1616 y 1625 bajo el patrocinio de los Duques de Medina Sidonia, cuya Casa Ducal se reservó el patronato y propiedad del inmueble.

Del proyecto del templo se encargó el afamado arquitecto Alonso de Vandelvira y la ornamentación interior fue obra de Juan de Oviedo y de la Bandera.

La pureza de líneas y tradición italianizante del manierismo de Vandelvira se combina equilibradamente con el conjunto decorativo proyectado por Oviedo, surgiendo uno de los más espléndidos edificios del primer barroco andaluz.

A mediados del siglo XIX, tras la desamortización del convento y marcha de los monjes, los Duques de Montpensier edificaron su palacio de verano en la zona aledaña (Palacio de Orleáns-Borbón o Palacio Municipal-Ayuntamiento). Para asistir a los oficios religiosos del templo, a través de las tribunas altas, Montpensier se hizo con parte de las galerías altas del claustro, que primero los Medina Sidonia le dieron a censo (1857) y más tarde le vendieron (1882). Estas galerías altas están incoadas como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1982, junto al Palacio Municipal.

En los años 60 del siglo XX, la duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, por desavenencias con el sacerdote encargado de abrir la iglesia al culto, cerró el inmueble y trasladó todos los bienes muebles al Palacio Ducal. La estructura del retablo mayor pasó a la Cartuja de Jerez.

En la década de los 80 del siglo XX, el estado del inmueble era de completa ruina, tal como se puede comprobar en la fotografías de la época. Objeto de vandalismo continuado, tanto el templo como las dependencias se hallaban en un estado tan lamentable que se temía por su desplome. Es lo que sucede cuando una edificación se cierra durante años (véase el caso de Casa Arizón).

En 1987 la Duquesa cedió el uso de la iglesia, claustros grande y pequeño, y dependencias aledañas, al Ayuntamiento de Sanlúcar, siendo alcalde José Luis Medina Lapieza. Esta cesión se hizo con carácter indefinido y sólo podría revertir en caso que el Ayuntamiento no utilizase el inmueble para usos culturales, objetivo principal de la cesión.

En pocos años, el templo y claustro grande fueron restaurados por la Junta de Andalucía para Auditorio (Plan Colón 92), tal como hoy se mantiene. Por otra parte, las zonas aledañas y claustro chico también fueron rehabilitadas para Archivo Municipal, en funcionamiento desde entonces. Ambos equipamientos fueron inaugurados entre 1993 y 1994. Estas obras, que salvaron el conjunto de la ruina absoluta, importaron más de 4,5 millones de euros [cifra corregida], siendo financiadas  por la Junta de Andalucía. Es decir, estas obras las pagamos todos los andaluces.

Hoy, el Auditorio de la Merced es prácticamente el único equipamiento cultural del que dispone Sanlúcar para celebrar actos públicos, impartir cursos, organización de jornadas y conferencias, etc. De hecho, su programación está completa durante todo el año. Por otro lado, en el Archivo Municipal se conservan toda la documentación relacionada con la historia de Sanlúcar, encontrándose abierto al público para su consulta.


La iglesia de la Merced, claustro y dependencias aledañas en 1989
REPORTAJE FOTOGRÁFICO




miércoles, 19 de junio de 2013

Pobre "ciudad-fachada"

Opinión Patrimonio Histórico de Sanlúcar.

Demolición de la bodega “Reina Victoria” (1891)



Publicado en Sanlúcar Información, 13 de septiembre de 1997

Rescato este artículo del pasado porque creo que todo lo que se dice en él mantiene plena vigencia dieciséis años más tarde. Incluso mis recomendaciones a los políticos siguen siendo las mismas.
No es que todo siga igual que en 1997. Es que aquellas demoliciones fueron el comienzo de una imparable cadena de derribos de edificios históricos que se perdieron para siempre. En este intervalo de dieciséis años, en Sanlúcar han destruido numerosos edificios protegidos y otros tantos han sido vaciados, convirtiendo gran parte del casco histórico en esa verdadera “ciudad-fachada” a la que se refería el título.

Cuando escribí este texto, alertada por las obras que estaban realizando en la antigua bodega “Reina Victoria” (1891), ya habían derruido la techumbre de esta bodega, protegida por el PGOU, y comenzado a demoler la fachada principal. Aún no sabía que todo el conjunto bodeguero, hasta poco antes propiedad de “Pérez Megía, S.A., integrada desde 1980 en el “Grupo Medina”, iba a desaparecer por completo, quedando reducido a un sustancioso solar de unos 14.000 m2, donde se edificaron varios bloques de pisos de nueva planta. Sólo quedó en pie el llamado salón de recepción “Doña María”, situado en la zona alta de la barranca, que era de construcción reciente (1973).

Aquella demolición fue ilegal, como muchas otras efectuadas después. Nadie ha pagado por ello. Nadie dio la cara. Algunos se llenaron los bolsillos. A nosotros estos ladrones nos han robado parte de nuestra historia.
Nota.- Se ha respetado el texto original. Sólo lo incluido entre corchetes es actual.

 

No cabe duda de que Sanlúcar tiene el privilegio de conservar el conjunto arquitectónico bodeguero más significativo del Marco de Jerez, pues es la única ciudad en la que se ha preservado una gran diversidad de tipologías constructivas que van marcando la evolución experimentada por la arquitectura bodeguera desde el siglo XVII hasta nuestros días. Los valores de esta rica arquitectura parecía haberles quedado claro a los responsables municipales cuando en Pleno de 7 de abril del presente año [1997] aprobaron la "Revisión del Plan General de Ordenación Urbana", en cuyo Catálogo de Edificios Protegidos se incluyeron por primera vez un buen número de estas bodegas.

Sin embargo, en los últimos meses -desde la aprobación de dicha Revisión-, se está detectando una tendencia municipal a olvidar todas las responsabilidades que, en materia de conservación, confía a los Ayuntamientos la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (Art. séptimo), además de los propios compromisos contraídos en el PGOU. Se acaban de derribar algunas bodegas tradicionales del XIX en la calle Banda Playa que, al parecer, no presentaban elementos arquitectónicos relevantes, los cuales han dejado al descubierto sustanciosos solares urbanos.

En base a esto es presumible que el centro histórico se desarrolla y atiende, al mismo tiempo, la necesidad social de nuevas viviendas. Pero, no suficiente con ello, en los últimos días se ha comenzado a derribar la bodega "Reina Victoria" (C/ Fariñas-esquina Avda. de la Constitución), edificada en 1891 por la empresa Hijos de Pérez Megía, que en 1980 quedó integrada, junto al resto del conjunto bodeguero (unos 14.000 m2) en el Grupo Medina, cuya finca ha sido adquirida recientemente por una empresa promotora. [Rochdale]

Este conjunto se encuentra incluido en dicho Catalogo del PGOU, habiéndosele aplicado el nivel de protección "Global", por el que se contemplan como “elementos a conservar: naves de bodega y sus cubiertas, fachadas del conjunto y patios esenciales”, estableciéndose como elementos destacados la "Nave de esquina y fachadas del conjunto", es decir la bodega "Reina Victoria", una de las más originales de su época y un importante eslabón en la evolución arquitectónica bodeguera.

Esta última edificación presentaba una solución constructiva de gran interés. Su sistema de cubrición -totalmente derruido- estaba basado en una cubierta de viguería de madera a dos aguas que, revestida de teja plana francesa al exterior, se hallaba sostenida hacia el interior por un encerchado de finas tirantas de hierro, atrevida cubrición que cerraba una diáfana nave de casi 1.000 m2, sin necesidad de ningún tipo de soportes verticales. [en el interior se criaba la manzanilla Alegría]

 
Las dos fachadas exteriores presentan el valor de escapar a los sencillos cánones de las fachadas bodegueras decimonónicas y poseer una clara intencionalidad artística, que queda plasmada en la sucesión de arcos ciegos rehundidos en el muro; en los aplacados ornamentales de sus impostas o en las formas romboidales que coronan las puertas de acceso. Ello es todavía visible en la fachada lateral y en parte de la principal, puesto que esta ha sido ya semiderruida, habiendo desaparecido el redondeado piñón superior y el hermoso ventanal circular que coronaba el frontispicio. Desconozco si se piensa conservar o eliminar los restos, ya arqueológicos, de estas fachadas. [Se derribó por completo]

 
 
Históricamente, Sanlúcar, como otras tantas ciudades, siempre ha prostituido parte de su centro urbano. Lo sorprendente es que aún hoy se mantenga esta tendencia de venderse a cualquier postor, especialmente en los tiempos que corren de progresiva protección y conservación de todos aquellos elementos constituyentes del Patrimonio Histórico, por lo que estas acciones resultan absolutamente escandalosas e inadmisibles.

Así las cosas, da la impresión de que allá donde asoma el posible beneficio económico de alguna licencia de obras, allá que se lanzan los responsables municipales, recalificando arbitrariamente fincas urbanas protegidas, zonas verdes o terrenos rurales, desoyendo toda normativa urbanística, incluso la aprobada por ellos mismos.

Con ello no se tiene para nada en cuenta que uno de los recursos económicos más importantes de Sanlúcar es su patrimonio arquitectónico y especialmente el bodeguero, por constituir uno de los más claros signos diferenciadores y de identificación de la ciudad. Otra cosa es que no sepan rentabilizarlo, tal como acaba de proponer el II Plan de Bienes Culturales de Andalucía.

Es posible que nuestros políticos necesiten realizar una "ruta bodeguera" por el Marco de Jerez; o tal vez tendrían que salir al exterior de este pequeño "estado autárquico" en que se ha convertido Sanlúcar -con la correspondiente dosis de ignorancia que conlleva toda autarquía-, para ver lo que se está haciendo fuera con cualquier muestra del Patrimonio Arquitectónico Industrial; tampoco estaría de más que saliesen de vez en cuando a la calle -sin las prisas que supone cortar la cinta de turno, sin que el tiempo se les distraiga en la presunción del cargo-, para dar un detenido paseo por esta vieja y hermosa ciudad de forma que, "viéndola" -que no mirándola-, puedan caer en la cuenta de que hay que conservarla para poder disfrutar de sus múltiples significaciones históricas y presentes, y así respetar el derecho que tenemos todos los ciudadanos a comunicarnos con nuestro pasado.

Porque a este ritmo, y manteniendo esa tendencia farisea de salvar las apariencias arquitectónicas a través de la exclusiva conservación de las fachadas -en el mejor de los casos-, Sanlúcar se transforma día a día en una superficial tramoya escenográfica a la que están robando el alma, nuestro espíritu histórico.

Y es que la revitalización equilibrada de los centros urbanos puede ser perfectamente compatible con la conservación de sus elementos culturales más significativos. Sólo que en ocasiones, señores munícipes, hay que saber decir ¡NO! a las treinta monedas de plata. [al parecer, fueron bastantes más]


Ana Gómez Díaz-Franzón
Dra. Historia del Arte

En esto se convirtió la antigua bodega:

 




Más inforrmación sobre el Patrimonio Destruido en los últimos doce años: Web Aula Gerión




 

lunes, 24 de diciembre de 2012

No dar explicaciones

 
Opinión. Patrimonio Histórico de Sanlúcar de Barrameda. 
 
 
 
Junto a la mentira y la omisión de información, que es otra forma de mentir, se ha impuesto entre la clase política el hecho de no dar explicaciones sobre cualquier asunto que interese y afecte a los  ciudadanos. Estas tres estrategias, junto a las innumerables formas de corrupción, han alejado definitivamente a la gente de sus gobernantes. En consecuencia, la falta de credibilidad en los representantes públicos se ha generalizado más allá de todo límite soportable, o lo que es lo mismo, a buen entendedor pocas palabras bastan: búscate la vida que nadie de los que votaste te va a ayudar.

Me pregunto a qué se deberá esta insufrible tendencia a la mentira, de forma más o menos solapada, y esta sistemática falta de explicaciones sobre lo que verdaderamente ocurre en las ciudades. Como respuestas sólo se obtienen de los políticos un mar de subterfugios, que dan pábulo a todo tipo de rumores y confusiones entre la ciudadanía.

Este miedo a declarar la verdad se ha instalado férreamente entre los políticos. Quizá porque piensen que reconocer errores, expresar impotencias o confesar debilidades en la gestión pública les restará votos en sus próximas campañas: su principal preocupación. Y hasta parece darles resultado, a pesar de los muchos clarividentes vecinos. Así las cosas, nada se hace por derecho, las promesas se incumplen de forma descarada y reiterada y ellos se mantienen en sus sillones.

Estas negligentes actitudes sitúan a todos estos políticos al otro lado de la integridad moral. Y de ello sólo parece darse cuenta, de vez en cuando, un avergonzado rey como Juan Carlos I o algún que otro político honesto y dimisionario.

Un buen ejemplo de este lamentable fenómeno es la situación en que se halla la denominada “Casa del Carril” de Sanlúcar de Barrameda. Anoche, 23 de diciembre, un grupo de ciudadanos decidieron vestir de navidad a esta preciosa y preciada casa del siglo XVII, cosida a puntales desde hace seis años, al tiempo que se cortaba al tráfico el Carril de San Diego, donde se ubica el inmueble, una de las más céntricas calles de Sanlúcar, con la consiguiente problemática para los vecinos, comerciantes de la zona y obstaculización del tráfico rodado.

Una casa protegida que el constructor de turno pretendía derribar para edificar sustanciosos pisos, allá por el boom inmobiliario, a cuyo especulativo fin se opuso la Consejería de Cultura de la Junta, dictaminando que no se podía demoler por ser un edificio histórico protegido, según la normativa vigente. El propietario apeló a los tribunales este dictamen y ante la eminente peligrosidad -eso dijeron aunque algunos nunca lo creímos-, el propietario, en unión de la Gerencia de Urbanismo, optaron por apuntalar el inmueble de forma tan agresiva que tuvieron que cortar la calle al tráfico por alcanzar los puntales la acera y el muro fronteros. Probablemente una forma de presión para forzar el derrumbe que no surtió los efectos deseados. Y así llevamos seis años. La explicación que corre por la ciudad: la justicia es muy lenta.

De lo que se trata es de echar la culpa a otro. La Alcaldesa, Irene García Macías, y sus compañeros del PSOE-CIS participan y abusan de esta otra manida tendencia. La culpa de la Casa Arizón la tuvo la anterior alcaldesa; la culpa del Mercado, la crisis y los recortes del PP; la culpa de la lamentable situación del palacio municipal, el gobierno central… al tiempo que la Alcaldesa se va de rositas, rumbo al Everest, a dirigir su partido en la provincia y a formar parte de la ejecutiva regional. Mucho quiero, poco abarco.

Después de recogidas de firmas de los vecinos, manifestaciones colectivas junto a la casa, pancartas reivindicativas colgadas en la valla protectora, chistes jocosos que corren por Facebook ridiculizando a la Alcaldesa (“el jardín de Inere” en ralación al foco de basura creado), protestas de asociaciones como Aula Gerión, a la que se le ocurrió preguntar por la situación de esta Casa en un Consejo de Urbanismo, hará unos cinco años sin obtener explicación alguna. Desde aquel entonces aquel Consejo “tan participativo” dejó de reunirse hasta el día de hoy, también sin más explicaciones.

Ni la Alcaldesa ni concejal alguno se ha puesto delante de una cámara para dar explicaciones a los ciudadanos sobre este asunto, que tanto afecta a los intereses económicos y patrimoniales de Sanlúcar y que se ha convertido en todo un símbolo de la nefasta gestión municipal del PSOE-CIS.

Mientras, un gabinete jurídico municipal, que no ha sido capaz o no ha querido agilizar e impulsar un procedimiento judicial que afecta a los intereses públicos y que sigue el propietario de la Casa del Carril, a la sazón tío de una concejala, y la Consejería de Cultura por denegar el derribo. Ni buscan ni consiguen solucionar el problema.
 
 
 
 
Lo último, anoche, un “alumbrado extraordinario” y reivindicativo para esta hermosa casa de cargadores a Indias, unos villancicos enlatados, un grupo de ciudadanos, cabreados y pacíficos, con gorros de papa Noel y velas encendidas que intentan alumbrar las maltrechas conciencias políticas.

Para colmo, esta Alcaldesa que incumple todas sus promesas, al modo Rajoy, y no ofrece explicaciones de nada, nos deja esta mañana un bonito lecto-mensaje de Navidad, al más puro estilo monárquico y a través de esos mismos medios de comunicación locales, subvencionados por el municipio y que nada quieren saber de “alumbrados extraordinarios”, donde la máxima autoridad de la ciudad nos desea prosperidad a todos los sanluqueños. Por cierto, el publiomensaje también se está repitiendo machaconamente durante todo el día en la SER. ¿Cuánto nos habra costado la cuña?

En fin, amigos, el cinismo de los que evaden las explicaciones tiene caras y tiene nombres.


Ana Gómez Díaz-Franzón
 

Más información sobre la Casa del Carril: http://www.gerionsanlucar.com/indice.html