Artículo publicado en Sanlúcar de Barrameda, nº 30. Sanlúcar, 1994. Se ha respetado el texto original, pero se han introducido algunas actualizaciones (entre corchetes), puesto que algunas bodegas mencionadas han sido demolidas en los últimos años y otras han cambiado de propiedad.
Bodegas Barón. Foto: Bodegas Barón. |
Las bodegas son edificios de carácter industrial destinados al almacenamiento y crianza del vino. Aunque esencialmente utilitarias, presentan unas características arquitectónicas y decorativas específicas. En base a ellas y a través del análisis de las bodegas que existen en Sanlúcar, se puede establecer una línea de evolución en el tiempo, definiendo una serie de tipologías diferenciales, desde las más pequeñas y antiguas, denominadas "moriscas", hasta las modernas superficies contemporáneas, pasando por las bodegas de las casas-palacio, las bodegas-granero o las grandes bodegas manzanilleras del siglo XIX. Este excelente catálogo ilustra una decisiva parte de la historia socioeconómica de la ciudad: la crianza y comercialización del vino sanluqueño.
Las bodegas de Sanlúcar son tan antiguas como la ciudad. Parece que los fenicios introdujeron la vid en esta zona y ya los romanos exportaban a Roma los vinos del Bajo Guadalquivir, por lo que desde aquellos tiempos remotos pudieron existir almacenes de vinos. Se ha constatado la existencia de bodegas árabes en Jerez, cuyo sistema constructivo fue heredado por las bodegas cristianas. El comercio del vino a gran escala, impulsado por el tráfico americano, y el descubrimiento de la "manzanilla" motivarán dos momentos significativos en la evolución de esta arquitectura, apareciendo entonces la bodega específicamente manzanillera que, evolucionada, ha llegado a nuestros días.