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miércoles, 23 de agosto de 2023

Ajuar doméstico, plata labrada, joyas y otros enseres de Francisco de Paula Rodríguez y Joaquina Sánchez Espinosa, según cuatro inventarios de bienes (1811-1855), en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

 

Ana Gómez Díaz-Franzón

Dra. Historia del Arte.

 

Antigua casa de Francisco de Paula Rodríguez, en primer término (actual Ayuntamiento) Foto: Google Earth.


Este artículo se puede descargar en pdf en Academia.edu


El ajuar doméstico (ropas, mobiliario y enseres de uso común en una vivienda), la plata labrada, joyas, carruajes y otros bienes, existentes en las casas de Francisco de Paula Rodríguez y su esposa Joaquina Sánchez, se recogen en cuatro inventarios de bienes que fueron realizados en 1811[1], 1822[2], 1847[3] y 1855[4], de los que ya se han extraído las obras artísticas situadas en las casas de la ciudad y de las haciendas[5].

Estos “bienes de confort” evidencian el nivel de riqueza personal y las distintas parcelas de la vida cotidiana que conforman la cultura material de una familia aristocrática en Sanlúcar de Barrameda a principios del siglo XIX, en cuya distinguida residencia estuvo hospedado el rey José I, en la única visita que hizo a Sanlúcar durante la guerra de la Independencia.[6]

Estos inventarios permiten adentrarnos en el espacio doméstico de este matrimonio avecindado en Sanlúcar, conocer su vida cotidiana, qué muebles y cortinajes orlaban sus casas, cuáles eran los utensilios usados en la cocina, qué se guardaba en la despensa, qué coches conducían o cómo vestían. Se trata de un ejemplo más, que facilita el conocimiento de la forma de vida de una parte privilegiada de la sociedad, en este caso de un alto funcionariado cortesano y uno de los principales hacendados y comerciantes de Sanlúcar, en el tránsito del siglo XVIII al XIX.

Al hallarse inventariados los bienes en cada estancia de las casas, podemos conocer la distribución que tenía la residencia familiar de la calle Caballeros, nº 19 (antig.) así como de las viviendas situadas en las haciendas (número de habitaciones, funcionalidad, mobiliario, decoración…). Al ser rehabilitada la casa de la calle Caballeros, en 1831, para instalar el Seminario Conciliar de San Francisco Javier (1831-1842), del Arzobispado de Sevilla y, poco más tarde, un Instituto de Segunda Enseñanza (1842-1847), los inventarios de 1847 y 1855 nos ofrecen, además, una aproximada reconstrucción de los interiores de las estancias, mobiliario y utensilios propios de estos centros educativos pues, aunque de diferente naturaleza, no debió cambiar mucho la distribución del inmueble en estos últimos años documentados.

 

Respecto a los cuatro inventarios consultados, hay que señalar que el inventario post mortem de 1811 se acerca a lo que se viene considerando como un inventario ideal -raros en el periodo moderno-, por ser muy completo y meticuloso, al recontar los bienes de cada estancia y acompañarse de la valoración de las piezas.[7] En los primeros inventarios de 1811 y 1822 se consigna una primera relación de bienes sin valorar y, en segundo término, los mismos bienes con valoración monetaria, recontándolos ahora agrupados, según su naturaleza y función. Por el contrario, los inventarios de 1847 y 1855 carecen de tasación. Además, en el último no pudieron inventariarse los bienes de la antigua casa de la calle Caballeros, por haberse vendido en 1853 a los duques de Montpensier, quedando las antiguas pertenencias de Francisco de Paula Rodríguez diseminadas en diferentes lugares: parroquia mayor de Ntra. Sra. de la O de Sanlúcar, Seminario de Sevilla, y en manos de los patronos de la Fundación, a la espera de obtener un inmueble donde depositarlos.[8]

Por otro lado, hay que señalar el problema surgido al trabajar con el inventario de 1822, cuya copia facilitada por el Archivo Diocesano de Asidonia-Jerez carece de la adecuada foliación, de forma que, cuando este recuento se consigna en este trabajo, los folios se señalan de forma aproximada, añadiéndose en ocasiones la fecha de reunión correspondiente al inventariado, a fin de allanar su localización.

Debido a la escasa documentación notarial referida a inventarios de bienes existente para Sanlúcar en estas fechas[9], para comprender la importancia y significación de estos inventarios en la ciudad, sólo podemos ponerlos en relación con la documentación análoga publicada para otras ciudades próximas, como Jerez de la Frontera, Cádiz o Sevilla. Pues, aunque existen investigaciones afines referidas a otras comunidades autónomas (Galicia, Castilla y León, Cataluña, País Vasco, Extremadura…), pertenecientes al siglo XVIII y principios del XIX, el ámbito de la baja Andalucía posee características propias que requiere su agrupación documental.

Según el inventario post mortem de Francisco de Paula Rodríguez, realizado en 1811, que sirve de base para este estudio, las nueve partidas de bienes muebles, referidos al ajuar doméstico, plata labrada, joyas, mobiliario, etc., suman 120.215 reales, lo que supone un 2,28 % del capital activo global (5.211.001 reales). Los porcentajes de cada parcela, respecto al caudal total inventariado se desglosan del siguiente modo: plata y alhajas: 47.083 rs. (0,90 %); pinturas de la casa residencial: 6.517 rs. (0,12); textiles: 19.333 rs. (0,37); muebles: 20.772 rs. (0,39); calderería: 910 rs. (0,017); cerrajería: 1.500 rs. (0,028); relojería: 5.500 rs. (0,10); talabartería y guarnicionería: 6.900 rs. (0,13); caballería: 11.700 rs. (0,22); y carruajes: 5.000 rs. (0,09).                          

En cuanto a la vecina ciudad de Jerez de la Frontera, tanto el mobiliario como la plata labrada de Francisco de Paula Rodríguez, supera la valoración de algunas partidas referidas al inventario de Mariana Medina y Dávila, perteneciente a una familia de la nobleza jerezana, en cuyo testamento se cuantifica, por ejemplo, el mobiliario en 11.798 reales y la plata labrada en 12.049 reales.[10]

Por otro lado, de los 28 inventarios estudiados por Moreno Arana, también en Jerez, entre 1717 a 1809[11], la mayoría de los difuntos disfrutaban de un conjunto de “bienes de confort” (joyas, plata, muebles, ropas, coches, biblioteca...) que, según González Beltrán, “se acerca o sobrepasa los 25.000 reales, punto que marca una situación de lujo u opulencia”[12]. De estos inventarios, sólo cuatro sobrepasan los 120.215 reales en que se valoraron estas partidas en el inventario post mortem de Francisco de Paula Rodríguez (1811).[13]

Según Álvarez Santaló y García-Baquero, para la nobleza titulada de Sevilla, entre 1700 y 1834, con un capital medio de 1.091.734 reales, la “partida clave” de la plata labrada y joyas, está presente en 28 de los 31 inventarios estudiados, donde representan el 5,8 % del volumen total del capital activo inventariado (44.478.778 reales). Los bienes de mobiliario y ropa se sitúan en un 1,6 y 1,3 %, respectivamente. Y los carruajes y su equipo correspondiente (caballerías, atalajes, etc.) suponen un 0,9 % del capital activo inventariado, estando presentes en diecisiete inventarlos de los treinta y uno[14].

 Respecto al clero secular en la Sevilla del siglo XVIII, de los 142 inventarios post mortem de clérigos seculares analizados, entre 1700 y 1834, se conocen sus niveles de riqueza personal (media de 69.920 rs.vn.) y sus fragmentos de vida cotidiana.  Junto a las dos “partidas protagonistas”: plata labrada y joyas, que representan un 8% del activo global, se sitúan las consideradas como constitutivas del hábitat doméstico (muebles, menaje, ropas, despensa, carruajes, objetos artísticos y bibliotecas) que, agrupadas, representan el 17% del activo total. Así, según Álvarez Santaló y García-Baquero, todos estos “bienes del vivir” apenas valen la mitad que el dinero y las deudas favorables de este grupo social sevillano[15].

En comparación con las cifras mencionadas para otras ciudades y grupos sociales, el 2,28 % del capital activo global, que suponen estas partidas de confort en el inventario post mortem de Francisco de Paula Rodríguez, nos indica que estos bienes fueron secundarios respecto a las inversiones realizadas en otras esferas (propiedades inmobiliarias, deudas favorables, bodegas y vinos…).

 

 

1.  Residencia de la calle Caballeros y casas de las haciendas de la Jara y Brevas o El Administrador.

A su llegada a Sanlúcar, Francisco de Paula Rodríguez, adquirió dos fincas rústicas, además de otras tierras. Éstas fueron la hacienda de Brevas, llamada más tarde El Administrador, y la hacienda de la Jara, en el pago del mismo nombre.

Para residir en Sanlúcar, Francisco de Paula Rodríguez arrendó, hacia 1800, a la fábrica de la Iglesia Mayor de Ntra. Sra. de la O, la antigua casa reedificada hacia 1730 por el comerciante Julián Cayetano Gally, a quien la compró el matrimonio irlandés Tomás Wading y María Asthey, quienes la legaron a la Iglesia Mayor. Se halla situada en el Barrio Alto de Sanlúcar, entre las calles Caballeros y Almonte. Tras fallecer Rodríguez y su esposa, este inmueble funcionó como Seminario Conciliar San Francisco Javier del Arzobispado de Sevilla (1831-1842) e Instituto de Segunda Enseñanza (1842-1847), todo costeado con los bienes de la Fundación Francisco de Paula Rodríguez, en cumplimiento de la voluntad del testador, quien legó sus bienes para el mantenimiento de un colegio en Sanlúcar que priorizara a los niños más desfavorecidos. En 1853 la casa fue adquirida por los duques de Montpensier, así como las antiguas casas-bodegas de Francisco de Paula Rodríguez y fincas aledañas para formalizar el palacio de verano y el jardín. Este palacio de Orleáns-Borbón fue adquirido por el Ayuntamiento en 1980, siendo actualmente la casa consistorial de Sanlúcar.



A pesar de las reformas realizadas por Montpensier, aún se conserva la estructura constructiva original y el patio principal de la antigua casa, estructurada en crujías perimetrales en torno a un patio central porticado con columnas de mármol rojo y galerías desiguales en sus cuatro frentes. El edificio presenta tres plantas, si bien originalmente es posible que la segunda planta se redujese a la crujía del ático que vierte hacia la calle Caballeros, por cuya calle tenía entonces las casa su fachada y entrada principal.

Según Sobrado Correa, sólo en los inventarios de mayor entidad económica aparecen diferenciadas las diversas habitaciones[16]. Éste es uno de esos pocos casos. La distribución de esta casa, como en las haciendas, se reflejan en los inventarios estudiados, lo que nos permite aproximarnos al número de habitaciones y su funcionalidad, tanto en la época en que se hallaba habitada por Francisco de Paula Rodríguez y Joaquina Sánchez, como en los años en que se readaptó para centro educativo.

Como ha sido habitual en la vivienda doméstica de la baja Andalucía, el espacio interior aparece jerarquizado desde el exterior hacia el interior y de abajo hacia arriba. Similar distribución se ha constatado, de forma generalizada, a través de otros inventarios, en los ámbitos urbanos[17]. Entre las treinta y tres estancias, con que contaba la casona, las de mayor categoría se situaban en la crujía de fachada con balcones y ventanas hacia la calle Caballeros. Las salas destinadas a la sociabilidad, a recibir visitas y amigos, se hallan en planta bajas (antesala, sala de estrado y comedor) -que podrían coincidir con las denominadas actualmente “salón Rojo” y “salón de Plenos”-, mientras que en la zona posterior se ubicarían las estancias de menor entidad, como la cocina, lavaderos, guardarropa, cochera, etc.

 

Planta actual (planta baja) de la antigua casa de Francisco de Paula Rodríguez en calle Caballeros, nº 19. A partir de 1851 formaría parte del más amplio recinto palaciego de los duques de Montpensier junto a los inmuebles aledaños. A partir de 1988, el palacio fue rehabilitado para el actual Ayuntamiento.

En 1811 la casa contaba con 33 estancias (planta baja, primera y ático). La sala de estrado estaría situada en la crujía lateral izquierda y el comedor al fondo (más tarde capilla del Seminario e Instituto). Es probable que el oratorio se ubicase en primera planta, al fondo de la crujía lateral derecha.

 

En la primera planta, y en su crujía que vierte a la calle, se dispondrían algunas de las principales estancias, que disfrutaban de más luz y mejor ventilación, como los dormitorios, gabinetes o despacho.

Por último, la planta segunda o zona del ático -Segundos Altos, en los inventarios- se destinaba al servicio doméstico (catres, camas, mesas…), como almacén de enseres de la casa (esterado, esportones, cuerdas…), y la conservación de ciertos productos alimenticios alejados de la humedad. Como se ha dicho, es probable que en aquellas fechas la casa sólo contase con el ático de la crujía de la calle Caballeros, tal como hoy se conserva, habiendo construido más tarde el duque de Montpensier las cuatro crujías superiores que rodean al patio central en segunda planta, tal como hoy se encuentra.

Respecto al oratorio privado, en otras casas de la época se ubica en el primer piso -antigua casa del marqués de Casa Arizón-, por lo que es probable que en ésta de Francisco de Paula Rodríguez el oratorio se hallase en la estancia de la primera planta denominada más tarde “salón Chino” (por su decoración orientalista), por ser prácticamente la única habitación que recibe un tratamiento arquitectónico de mayor relevancia al hallarse su cubierta abovedada.

Y en torno a la entrada principal del actual Palacio Municipal podrían haberse situado la cochera, el guadarnés y otras habitaciones de servicio, puesto que por esta zona corría una callejuela, integrada posteriormente en el palacio de Montpensier.

Por otro lado, cabría situar en el llamado actualmente “salón rojo” o “Salón de los espejos” la antigua sala de estrado que aparece en los inventarios, una de las dependencias más importantes de la casa, por recibir en ella a amistades y visitantes y, por tanto, donde se exhibía mobiliario, pinturas y otras piezas suntuarias, teniendo también la función de informar sobre el estatus social y económico del propietario.

En el inventario de 1847 se relacionan los bienes muebles del Instituto de Segunda Enseñanza, donde además de aproximarnos a la redistribución del inmueble para adecuarlo a su nueva función educativa, también se pueden conocer las estancias y enseres propios de estos centros educativos de la primera mitad del siglo XIX. Con el cambio de uso para Seminario, en 1831, parece que el antiguo comedor se habilitó para capilla y sacristía, a fin de obtener mayor capacidad para los estudiantes, cuya función mantendrían los duques de Montpensier en esta amplia estancia, hoy salón de Plenos del Ayuntamiento. Ello parece corroborarse con el recuento de cinco ventanas existentes en el comedor del Instituto, que se reseñan en el inventario de 1847.

Además, por este recuento, sabemos que las demás estancias se readaptaron para una capilla y sacristía, tres aulas, una Sala Rectoral, sala de Juntas, sala de Dibujo, entre otras, además de una sala de billar, de cuyo contenido se nos informa con sumo detalle.

La actual montera acristalada, que cubre el patio principal, fue colocada por los duques de Montpensier, pues en los inventarios sólo se mencionan las cortinas de lona para el patio, que servían para cubrir el patio en los meses de verano, mediante los toldos o velas, como era y sigue siendo usual en las casas barrocas de la baja Andalucía.

 

Antigua sala de la casa de F. de Paula Rodríguez. Segunda mitad del siglo XIX, decorada por los duques de Montpensier. (Imagen: El palacio de Orleans-Borbón, 1989).


"Salón rojo" del Ayuntamiento. Posible "Sala de estrado" de Francisco de Paula Rodríguez. 
(Foto: Blog Celtibético).



Antiguo comedor y capilla. Actual Salón de Plenos del Ayuntamiento. (Foto: Ayuntamiento de Sanlúcar).


Antiguo comedor de F. de Paula Rodríguez, más tarde Capilla y, de nuevo comedor con los duques de Montpensier. Segunda mitad del siglo XIX. (Imagen: Rodríguez Díaz: El mecenazgo de los duques de Montpensier, 2018).

    

Probable oratorio de F. de Paula Rodríguez. Salón Chinesco decorado por los duques de Montpensier. Segunda mitad del siglo XIX. (Imagen: El palacio de Orleans-Borbón, 1989).
  Salón Chinesco. (Foto: 1989.


 



Planta baja. Actual sala de recepción, llamada tradicionalmente "Sala del billar", decorada por los duques de Montpensier en estilo plateresco. Posible oratorio en época de Francisco de Paula o del Seminario e Instituto.



2. Ajuar doméstico.

El ajuar doméstico está conformado por un conjunto de bienes, como el mobiliario, las ropas de casa y personales, y los enseres de uso común en una vivienda, todos los cuales se han venido a denominar como “bienes de confort”.

El abundante mobiliario doméstico, existente en la casa de Francisco de Paula Rodríguez, fue valorado en 20.772 reales en 1811. Destaca la madera de caoba con la que están construidos bastantes muebles, la cual era usual en los puertos gaditanos como Sanlúcar, por sus relaciones comerciales con América. También es frecuente hallar madera de pino, además de cedro y nogal. Varios muebles de calidad y alta valoración, como cómodas, mesas, bufetes, canapés o sofás, “sillas de olanda”, “sillas del Norte”, mesitas de juego, rinconeras, o espejos, entre otras piezas, decoran las diferentes estancias de la casa. El mobiliario más lujoso se distribuía en las estancias de mayor enjundia, como alcobas, gabinetes y despachos, además de los espacios destinados a recepción de visitas, como la antesala, sala de estrado y comedor principal.

Por ejemplo, en la sala de estrado, la estancia mejor decorada, probablemente en estilo Imperio, se concentraban cinco espejos con marcos blancos y dorados, una mesa de piedra con pie de caoba, dos cómodas de caoba con embutidos y manillas bronceadas, otras dos cómodas de caoba lisa con manillas bronceadas, dos relojes de repeticiones sobre columnas y peanas de jaspe blanco y negro con embutidos de marfil y adornos de bronce cerrados con bombas de cristal, dos canapés de nogal con almohadones y asientos de damasco carmesí, veinticuatro taburetes de caoba (que solían estar destinados para asiento de las mujeres), seis pares de cortinas de damasco carmesí con cordones de seda, y dos arañas grandes de cristal. Todos los enseres de esta estancia se valoraron en 12.015 reales en 1811.

 





Muebles de la época. Cómoda de caoba con tiradores de bronce (Durán subastas). Sillas holandesas (J.C. Naón & Cía). Cama de viento (Museo de Tenerife). Mesa con alas abatibles (Feduchi).

 

Otros muebles de calidad atienen a formas más clásicas. También se contaba con mobiliario más local como las sillas sevillanas, que gozaban de gran popularidad ya en el siglo XVIII. De la presencia de esteras de junco, felpudos y otros esterados, se puede deducir que los pavimentos serían de ladrillo, como era habitual en estas casonas de cargadores a Indias de la primera mitad del siglo XVIII.

Los armarios que aparecen en los inventarios de 1811 y 1822 se reducen a un guardarropa pintado de azul, situado en una estancia con balcón a la calle, valorado en 250 reales; y otro armario con un cajón, ubicado en la hacienda de la Jara. La escasa presencia de estos roperos no es rara, pues en España “su difusión fue muy lenta a lo largo de los siglos XVIII y XIX, incluso entre sectores acomodados del mundo urbano”[18].

El contenido de las bibliotecas de Francisco de Paula Rodríguez y la existente en el Seminario y en el Instituto se analizarán en un próximo artículo.

Los textiles abarcan la ropa de casa y la ropa propia. Entre la primera, las cortinas son las piezas mejor valoradas en los inventarios. También se contabilizan cinco juegos de mantelería, cuatro colchas de diferentes tejidos y colores, cubiertas de camas, sábanas, fundas de almohadas, etc. Aunque, generalmente, “en este tipo de escrituras son más abundantes las menciones a ropa de cama y de mesa, que a ropa de vestir”[19], esta última se haya bien representada en los inventarios sanluqueños de 1811 y 1822, a la que se dedica un apartado de este artículo. La tasación de los textiles, realizada por el maestro sastre, importó 19.330 reales en 1811.

En el menaje de mesa se integran los cubiertos (cuchara y tenedor), cuchillos, platos, tazas, vasos..., así como objetos del cristal o vidrio, como tazas, copas y vasos, y la denominada “loza fina”. En este apartado cabe destacar los muebles denominados “chineros”, por guardarse en ellos loza de China. Así, se inventaría en una de las estancias “tres chineros ocupados con cristal y china y cerrados de cristales y encima de cada uno una cabeza de yeso bronceada”. También se contaba con vajilla (fuentes y platos) de loza sevillana, que ya por entonces era muy apreciada.

Dentro del menaje de cocina, se inventariaron los utensilios más notables por sus materiales metálicos, como un brasero de bronce con pie, ollas de cobre, velones, torteras, cafeteras, calderetas; todo de cobre o azófar (latón); además de un almirez, mortero y cacerola de hierro colado, entre otros objetos. Todos estos objetos fueron valorados por el calderero en 910 reales.

 

 

3. Plata labrada y joyas.

La plata labrada y las joyas no faltan en ningún inventario de las casas más acomodadas. Su presencia se explica no sólo por ser un símbolo del estatus social de la familia, sino por la inversión que suponían estas piezas, fáciles de transportar y vender en momentos de necesidad monetaria.

En 1811, las piezas de plata pertenecientes a Francisco de Paula Rodríguez y Joaquina Sánchez se guardaba en una estancia de la casa, concretamente en la numerada en el inventario con el número 33 (la última habitación relacionada). En ella se hallaban dos baúles, con varias tandas cada uno, donde se almacenaban estos objetos a buen recaudo. La plata labrada y las joyas fueron apreciadas aquel año en 45.037 reales, cuya elevada cuantía encabeza las partidas de bienes muebles adscritos al hogar.

Aunque en el Cuerpo General de Bienes la plata labrada y joyas aparecen tasadas en 47.083 reales, en esta cifra se incluyen algunas piezas artísticas valoradas también por el platero, como la corona y corazón de la Virgen Dolorosa del oratorio (320 reales), un crucifijo pequeño de bronce dorado (100 rs), una peana del Niño Jesús (20 rs.), cuatro candeleros de plata (1.125 rs.), un cáliz de plata con patena, cucharita y campanilla (320 rs.); y un crucifijo grande de bronce dorado (350 rs.) que se hallaba en la sala de estrado.[20]

Con relación al elevado valor de la plata labrada, hay que considerar que una casa en el centro urbano de Sanlúcar podía costar en esta época entre treinta y cuarenta mil reales.


Bandejas, sopera y enfriadores de vino, de principios del siglo XIX. Estilo Imperio. Imágenes: Plata del siglo XIX. Ed. Planeta-Agostini, 1989.

 

Entre las piezas de plata, las mejor valoradas son varias bandejas y soperas existentes en el conjunto, además de varios candeleros, escribanías o brasero, entre otras, que se tasaron en varios miles de reales. Asimismo, destacan los más de ochenta cubiertos de plata, compuestos de cuchara y tenedor.

Respecto a estos últimos, en el inventario de 1811 se consignan quince cubiertos que se hallaban prestados, en el momento del recuento, al Comandante de la plaza, Mr. Gortz (sic), valorados en 1.668 reales. Es posible que este préstamo guarde relación con la queja presentada ante el Ayuntamiento por el Coronel de Marina en 1810, en plena ocupación francesa, por no habérsele proporcionado lo necesario “para el servicio de su mesa y homenaje de su casa”. Según relata Daza Palacios, entre los artículos que demandaba el coronel se encontraban unas mosquiteras para las camas y unos cubiertos de plata que, según se trató en el Cabildo, éste no podía proporcionarle pues “todos los sanluqueños se habían desecho de toda la plata labrada, ya que el anterior Gobierno exigió que se entregaran todos los metales preciosos para financiar la guerra”. Finalmente se resolvió el asunto al prestarle el regidor Cayetano Virués y “un vecino” los doce cubiertos que pedía y un cucharón de plata, que el Ayuntamiento hubo de pagarles mientras no los devolviese, y cuyas piezas fueron valoradas en 1.226 reales[21]. No sabemos si se trata del mismo caso o alguno semejante, pues el número de cubiertos no coincide, pero lo que parece quedar claro, a la vista del inventario, es que no todos los sanluqueños se deshicieron de toda su plata labrada con motivo de la guerra.

Llama la atención las escasas joyas inventariadas, tanto las propias de Francisco de Paula como las de su esposa, tres o cuatro piezas para cada uno, en comparación con las cuantiosas joyas que ofrecen otros inventarios de la zona[22]. Desconocemos si en esta partida hubo algún tipo de ocultación en el inventariado, puesto que son piezas de uso personal generalmente de gran valor.

En esta partida de la plata labrada se produce una drástica reducción en 1822 respecto al inventario de 1811, valorándose en el inventario post mortem de Joaquina Sánchez en 7.455 reales[23], debido a las ventas realizadas por la propia viuda de Rodríguez.

Francisco de Paula Rodríguez había ordenaba en su testamento (cláusula 21ª) de 1811 que “El menaje de casa con todos los muebles, ropas y alhajas que lo componen, inclusa la plata labrada, es mi voluntad que lo posea [Joaquina Sánchez] en usufructo desde mi fallecimiento por todo el tiempo de su viudedad, pero con facultad de vender, cambiar o enajenar lo que le parezca, teniendo siempre en consideración que por esta franqueza que le doy no se infiera detrimento notable al fin y objeto piadoso para que reservo mis bienes.[24]

Sin bien, en la adicción 4ª del mismo testamento, Rodríguez aclaraba que “Por la cláusula veinte y una de mi testamento doy facultad a mi mujer Dª. Joaquina Sánchez para que venda, cambie o enajene lo que le parezca del menaje de casa, sus ropas, muebles y alhajas, en cuya facultad no se comprehenderán las pinturas, cómodas, sillas buenas, mesas, espejos y todo lo que comprende el oratorio de esta mi casa, que es mi voluntad se conserve y pase al colegio de educación para su adorno cuando este se establezca.[25]

En efecto, Joaquina Sánchez, ya viuda, tenía facultad para vender la plata y alhajas, como así hizo con la plata y otros enseres de la casa, para atender al “socorro de necesidades”, según expresa la misma Joaquina Sánchez en su poder para testar:

“Declara que en uso de las facultades que la confirió el dicho su difunto marido al instituirla heredera universal usufructuaria ha dispuesto la otorgante de la plata labrada, que consta en el Inventario, la que ha invertido en socorro de necesidades, y lo manifiesta así para que no se extrañe su falta.

Declara que usando de las mismas facultades ha dado y dispuesto de mucha parte del menáge de Casa: lo que también manifiesta para que al formar nuevo inventario no se culpe a nadie por estas faltas, que desde luego deven tenerse por enagenaciones que ha hecho la otorgante.” [26]

Además de las joyas inventariadas para el matrimonio, en los inventarios de 1811 y 1822, en los “papales particulares” de Francisco de Paula Rodríguez (1811), situados “en un cajoncito de cedro” existía un “recibo del valor de una cruz de brillantes comprada por el difunto”[27]. Esta cruz no se encuentra tasada en los inventarios. Tampoco se ha localizado el recibo al que alude la documentación.

 

 

4. El vestido masculino y femenino.

El vestido ha constituido tradicionalmente un destacado revelador social. Ha sido signo de reconocimiento y de estatus político, social, económico o profesional de quien lo porta.[28]

Pese a que, generalmente, son pocos los inventarios donde se incluye el registro de guardarropas, y entre ellos “es difícil encontrar descripciones detalladas de la indumentaria tanto masculina como femenina”[29], en el inventario de 1811 aparece un recuento de la ropa propia de Francisco de Paula Rodríguez, y en correspondiente a 1822 se encuentran las prendas personales de Joaquina Sánchez. Esta última fue recogida en su totalidad, junto a otros muebles y enseres, por su albacea y cuñado, Marcos Anoncio, en 1824, quizá para destinarlo a su esposa, Isabel de León, hermana de Joaquina. Posiblemente se trató de una donación privada, pues este legado no aparece en el poder para testar de Joaquina Sánchez.[30]

Por las numerosas prendas de vestir relacionadas, se puede deducir que el matrimonio vestía de manera elegante, “a la francesa”[31], como era propio hacerlo en la Corte de aquellos años, siguiendo las pautas del estilo Imperio francés, que se puso de moda en España entre 1799 y 1815.


Retratos de la actriz Antonia Zárate y de José Álvarez de Toledo y Gonzaga, duque de Alba, por Francisco de Goya. (Imágenes: Wikipedia y Arte e Historia).

 

Entre la indumentaria de Francisco de Paula Rodríguez sobresalen, tanto por su vinculación a los cargos ostentados, como por el valor monetario, el uniforme de Tesorero General, cuya prenda es la mejor valorada del vestuario (1.800 rs.), y una casaca y chupa de Intendente de Provincia. Entre la ropa de vestir contaba con seis levitas de varios colores, casi todas de paño y alguna bordada en oro; cuatro casacas de paño o casimir, casi todas de color azul turquí y algunas bordadas en oro; once chaquetas de distintos tejidos y colores; dieciocho pantalones de diversos tejidos y tonalidades; tres chalecos; ocho chupas en su mayoría de raso liso blanco bordadas en seda de colores; dos capas de paño y bayetón; un capote; dos sombreros de tres picos y otros dos de copa alta de seda; además de seis pares de botas, entre otras prendas externas.

En cuanto la ropa blanca o interior, disponía de cincuenta camisas “de Olanda”; dieciocho pares de calzones blancos, diez pares de calcetas; veintiocho chalecos de varios tejidos y colores; cuatro pares de escarpines; dieciséis gorros de cama; dos peinadores; y cuarenta y ocho pañuelos de cuello y de bolsillo, entre otras prendas[32].

Este vestuario masculino aparece valorado en 11.641 reales en 1811. Fue distribuido, mitad por mitad, entre José de Andújar, cuñado de Francisco de Paula, y Antonio Franco, su mayordomo, según consta en los pagos de la Testamentaría.

Respecto a la indumentaria propia de Joaquina Sánchez, de menor valoración, se compone de todas aquellas piezas características de los vestidos estilo Imperio, extraído de la Francia napoleónica. En conjunto, cumple con los cánones de la ropa femenina propia del mundo urbano, predominando los tejidos de algodón y seda, de forma que las prendas se hacen cada vez más “ligeras, flexibles y elegantes”[33]. Entre la ropa interior[34], destacan treinta y siete camisas; dieciocho naguas blancas con faralá; diez corpiños; cinco pares de faltriqueras; un par de medias blancas; y doce pares de naguas de algodón y tafetán de varios colores.

Entre la ropa exterior se cuentan tres trajes de diferentes tejidos[35]; siete trajes blancos de algodón compuestos de nagua y monillo[36]; más de cuarenta toquillas[37] de hilo blanco y algodón; dos sayas de seda con sus monillos; ocho mantillas blancas y negras, lisas y con blondas de encaje (prenda propiamente española, que nunca se desechó e incluso sirvió para reforzar la identidad nacional, por parte de las mujeres, durante la guerra de la Independencia); veintiséis pares de medias de hilo y algodón; más de veinte pañuelos, la mayoría blancos de algodón y dos de seda; dos pañolones de coco de color; ocho pañuelos de narices de hilo y seda; un par de zapatos de paño[38].

Como complementos, se señalan tres abanicos, siendo uno de imitación a concha.

Este vestuario de Joaquina Sánchez, incluida alguna ropa de casa, fue apreciado en 3.899 reales en 1822.

Es escasa información que ofrecen los inventarios sobre objetos o estancias dedicadas a la higiene personal. En este apartado sólo sobresalen los avíos de afeitar de plata de Francisco de Paula, compuestos de tres piezas: bacía, jarro y jabonera, cuyo peso en plata era de 88 onzas y 4 adarmes, y fueron tasados en 1.765 reales.

 

 

5. Otros enseres.

Los inventarios ofrecen escasa información sobre la alimentación de la familia, pues apenas se relacionan productos alimenticios, más allá de una bota de vinagre, algún barril (supuestamente de vino) y tinajones y baúl para tocino. Asimismo, aparecen algunos productos destinados a los animales, como la cebada, y otros agrícolas almacenados.

De la presencia de algunos utensilios de menaje, como varias cafeteras, chocolatera y mancerinas (plato para encajar la jícara de chocolate), se deduce que estos productos coloniales (café y chocolate) eran consumidos de forma habitual en la casa.

 

Carruajes cupé y birlocho. Foto: Rmn-Grand Palais.

 

La posesión de carruajes suponía “un verdadero semáforo del estatus social junto a su indudable base funcional”[39]. Francisco de Paula Rodríguez dispuso en sus cocheras de un cupé y un birlocho acalesado, ambos tirados por mulas y valorados en 5.000 reales. También se contabilizan tres sillas de montar y sus arreos correspondientes. Ya en el inventario de 1822 sólo se inventaría el birlocho, siendo más escasos el número de animales de tiro.

Respecto a los objetos de cerrajería, sólo se menciona un arca de hierro para contener dinero, que se valoró en 1.500 reales.

 

 

6. Tasaciones.

En el Anexo de este artículo se han transcrito los bienes tal como aparecen en los inventarios post mortem de 1811 y 1822. También se han señalado las obras que faltan en los inventarios (-) respecto al inicial; y se han realizado algunas anotaciones derivadas de los recuentos practicados en 1847 y 1855 (sin aprecios), siendo el último mucho más somero que los anteriores, al no poderse inventariar los bienes de la antigua casa residencial, por habérsele arrendado primero y vendido después (1853), a los duques de Montpensier, por parte de la fábrica de la Iglesia Mayor de Ntra. Sra. de la O, produciéndose en estos años la dispersión de los antiguos bienes de Francisco de Paula Rodríguez.

El inventario de 1847 se realizó, sin valoración, cuando ya la casa de la calle Caballeros se había rehabilitado para instalar el Seminario Conciliar del Arzobispado de Sevilla (1831-1842), y después un Instituto de Segunda Enseñanza (1842-1847). En este recuento de bienes aún se conservaba aún buena parte de la colección artística original de Francisco de Paula Rodríguez[40], a los que hay que añadir algunos bienes propios del Seminario que se mantuvieron durante los años en que la casa sirvió de Instituto. Así, en 1847, algunas piezas artísticas y del mobiliario habían cambiado su distribución en las distintas estancias, al reconvertirse el inmueble en centro educativo, en el que estudiaron noventa y dos alumnos durante los once años en que sirvió como Seminario.

En esta fecha la antigua casona se hallaba distribuida en distintas estancias: la Capilla (C), Sacristía (S), Sala Rectoral (SR), Sala de Dibujo (SD), Sala de Juntas (SJ), Comedor (Co) y Corredores (Corr.), a más de tres aulas para los alumnos y una sala de billar. Estos bienes propios del Seminario fueron solicitados en 1847, siendo trasladados en 1848 al nuevo Seminario de Sevilla situado en edificio Maese Rodrigo en la puerta de Jerez de Sevilla[41]. Por tanto, al mediar el siglo XIX, se habían disgregado la mayoría de los bienes propios del ajuar doméstico, mobiliario, colección artística y demás enseres, desconociéndose su contenido real por estas fechas.

Aunque en algunos inventarios de la zona se detecta una escasa especialización de los tasadores, como por ejemplo en Jerez[42], en los inventarios de los bienes de Francisco de Paula Rodríguez, por el contrario, los tasadores fueron especialistas reconocidos en cada parcela inventariada. Así, diversos peritos, casi todos vecinos de Sanlúcar, apreciaron los diferentes bienes muebles de las tres casas de la testamentaría. Se relacionan a continuación los tasadores y sus valoraciones que se presentan en los inventarios de 1811 y 1822, siendo la mayoría los mismos en ambas fechas. Como era habitual, todos prestaron su juramento ante el Alcalde de Sanlúcar y el Juez interino de Primera Instancia, que asistieron al inventariado, junto a los albaceas testamentarios. Tasaron nueve partidas propias de los bienes muebles, que en su conjunto constituían una parte del capital activo de Francisco de Paula Rodríguez.

En 1811:

Plata labrada, joyas y pieza artísticas de plata o bronce.- Fueron tasadas por Bernardo de Hozes[43], platero y contraste de Nominación, vecino de Sanlúcar, que residía en la calle Bretones, por valor de 47.083 reales.[44]

Pinturas de la casa residencial.- Fueron valoradas por Juan José Bécquer en 6.517 reales.[45]

Carpintería.- Valorada por Manuel Cencio del Olmo y José de Barrios, maestros mayores de carpintería en Sanlúcar, que apreciaron los muebles e imaginería, incluidos los carruajes, en 20.772 reales.[46]

Textiles (cortinas, mantelerías, colchones, ropa de casa, ropa de vestir…).- Esta tasación fue efectuada por José María Franco, maestro de Sastre, vecino de Sanlúcar, por valor de 19.330 rs.[47]

Calderería.- Fue apreciada por el maestro calderero Pedro Barea (36 años), vecino de Sanlúcar, en 910 reales. (en su mayoría utensilios de cocina de cobre)[48].

Cerrajería y herrería.- El maestro herrero y cerrajero, José González Ponce (62 años), vecino de Sanlúcar, taso esta pieza (arca de hierro para dinero) en 1.500 reales.[49]

Relojería.- Fue valorada por el maestro relojero, José María de Alcántara (36 años), vecino de Sanlúcar, en 5.500 rs.[50]

Talabartería.- Enseres tasados por el maestro talabartero, Andrés González, vecino de Sanlúcar, en 6.900 rs. [51] (varios arreos y guarniciones de coches).

El maestro Albéitar, Tomás Roldán (45 años) vecino de Sanlúcar, apreció lo contenido en las caballerizas, en 11.700 reales.[52]

 

En 1822:

Plata labrada y alhajas.- Fueron tasadas por el mismo Bernardo de Hozes, contraste de plateros de Sanlúcar, por un total de 7.455 reales.[53]

Pinturas.- De nuevo compareció Juan José Bécquer, que tasó las pinturas existentes en la casa residencial de la calle Caballeros, bajando el valor de algunas obras.[54]

Carpintería.- Fue tasada por José de Roxas (41 años) y Antonio Asencio (44 años), maestros carpinteros de Sanlúcar, que apreciaron el mobiliario existente en las casas y haciendas de la Testamentaría, así como las obras escultóricas incluidas en la colección artística[55], apreciando lo contenido en la casa residencial en 12.963 reales; y en las haciendas de La Jara y El Administrador, en 9.859 rs.[56]

Textiles.- Fueron tasados, de nuevo, por José María Franco (46 años), maestro de Sastre en Sanlúcar, cuyas piezas (enseres de los tres oratorios, alguna ropa de casa y ropa de vestir de Joaquina Sánchez) valoró en 5.019 rs.[57]

Relojería.- Se encargó de tasarla, de nuevo, José María de Alcántara (47 años), maestro de relojero en la ciudad, por un total de 4.900 rs.[58]

Calderería.- Ejerció como tasador Pedro Baeza, maestro calderero de Sanlúcar, que apreció las piezas de cobre de la cocina y despensa en 895 rs. (casa residencial).[59]

Cerrajería.- Fue valorada por Francisco Pérez (60 años), maestro cerrajero de Sanlúcar, que apreció los efectos en las tres casas, en un total de 1.643 rs.[60]

Albeytar.- Actuó como tasador Tomás Roldán, que reconoció y apreció un caballo (600 rs) y un borrico (300 rs) de la testamentaría por valor de 900 rs.[61]

Carruaje.- Vicente González, maestro de coches, apreció el birlocho y otros enseres en 2.800 rs.[62]

 

Cuerpo General de Bienes. Bienes muebles (parcial)

(reales de vellón)

 

1811

%

1822

%

Plata y alhajas

47.083

0,90

7.455

0,20

Pinturas

6.517

0,125

5.727

0,16

Textiles

19.333

0,37

5.019

0,14

Muebles

20.772

0,39

 (Residencia) 12.963

(Haciendas) 9.859

0,36

0,27

Calderería

910

0,017

895

0,025

Cerrajería

1.500

0,028

1.643

0,046

Relojería

5.500

0,10

4.900

0,13

Talabartería y Guarnicionería

6.900

0,13

-

-

Caballería

11.700

0,22

900

0,025

Carruajes y Guarnicionería.

 

 

2.800

0,078

 

 

 

 

 

Valoración total:

120.215

2,28

52.161

1,43

 

Las nueve partidas de bienes muebles, apreciadas en el inventario de 1811, suponen un 2,28 % del total del caudal inventariado (5.211.001 reales).

Estas partidas de bienes muebles, apreciadas en el inventario de 1822, se redujeron a la mitad aproximadamente respecto a la tasación de 1811, constituyendo ahora un 1,43 % del total del caudal inventariado en 1822 (3.556.661 reales).

 

***

 


Fuentes documentales

AMSB. Archivo Municipal de Sanlúcar de Barrameda.

AHDAJ. Archivo Histórico Diocesano de Asidonia-Jerez.

AGAS. Archivo General de Arzobispado de Sevilla.

 

Bibliografía

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Bennassar, Bartolomé: “Los inventarios post-mortem y la historia de las mentalidades”. Eiras Roel, Antonio (Coord.): La documentación notarial y la historia Actas del II Coloquio de metodología histórica aplicada [Universidad de Santiago de Compostela, 1982]. Vol. 2, 1984, págs. 139-146.

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Gómez Díaz-Franzón, Ana Mª: “La construcción del palacio de Orleáns Borbón”. Gómez Díaz Franzón, Pérez del Prado, et al.: El palacio de Orleáns-Borbón de Sanlúcar. Ayuntamiento de Sanlúcar, 1989.

González Beltrán, José Manuel: “Aproximación social a la estructura del capital. Jerez de la Frontera (1750-1790). Trocadero, 2000-2001.

Halcón, Fátima: “El inventario de bienes de D.ª Mariana de Medina y Dávila”. Laboratorio de Arte, 18. Sevilla, 2005. Págs. 465-473.

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Sanz Serrano, Mª Jesús y Dabrio González, Mª Teresa: “Inventarios artísticos sevillanos del siglo XVIII. Relación de obras artísticas”. Archivo Hispalense. Sevilla, 1974, pp. 89-150.

Sobrado Correa, Hortensio: “Los inventarios post-mortem como fuente privilegiada para el estudio de la historia de la cultura material en la Edad Moderna”. Hispania, LXIII/3, núm. 215, 2003, pp. 825-862.

Vegazo Palacios, Jesús: “María Josefa Lorenza Terán Palacios y Francisco Amorós Ondeano: confidencias políticas, confiscación de bienes y exilio (1808-1814)”. Cartare, Nº 6, 2016, págs. 1-20.


 

 

ANEXO

 

Ajuar doméstico, plata labrada, joyas y otros enseres. Inventarios.

 Inventarios de piezas pertenecientes al ajuar doméstico, plata labrada y joyas, carruajes y otros enseres existentes en las fincas urbanas y rústicas de Francisco de Paula Rodríguez, realizados a la muerte del fundador, en 1811; tras fallecer de su viuda, Joaquina Sánchez, en 1822; otro inventario elaborado en 1847 con motivo de la entrega de los bienes de la Fundación Francisco de Paula al Seminario del Arzobispado de Sevilla; y el inventario practicado en 1855, llevado a cabo para la devolución de los bienes a los patronos de la Fundación por parte del Gobernador Eclesiástico del Arzobispado de Sevilla, en virtud de la Real Orden de 16 de julio de 1855.

 Hay que advertir que la copia del inventario post mortem de 1822 no cuenta con una numeración foliada muy deficiente, por lo que las referencias son aproximativas, habiéndose incorporado en algunos casos la fecha de realización del inventario parcial, para una mejor localización del documento.

Por aportar el inventario de 1847 más detalles sobre las obras, se han unido algunas descripciones a las del inventario de 1811, que se ha utilizado como base por ser el inicial y más completo, si bien en algunos casos las piezas podrían no ser coincidentes. Estos casos se han señalado (?) en la columna del inventario de 1847. También se han añadido algunas anotaciones procedentes de los inventarios de 1822 y 1855, como la falta de piezas (-).

Asimismo, se han marcado (*) los bienes restirados en 1824 por Marcos Anoncio, albacea testamentario de Joaquina Sánchez.

Las notas de 1855 año se refieren sólo a las casas de las haciendas, pues la antigua casa residencial no pudo inventariarse, por haberse vendido ya a los duques de Montpensier, quedando sus bienes disgregados.

 En los inventarios de 1811 y 1822 se señala la ubicación que tuvieron los bienes en cada estancia de en la casa residencial de la calle Caballeros y en las viviendas de las haciendas. A algunas piezas se ha añadido una inicial correspondiente a su posible reubicación en las dependencias del Instituto de Segunda Enseñanza (1842-1847): Capilla-Altar (C), Sacristía (S), Sala Rectoral (SR), Sala de Dibujo (SD), Sala de Juntas (SJ), Comedor (Co) y Corredores (Corr.), con cuyas iniciales se acompaña el bien. Además, en este inventario de 1847 aparecen nuevos bienes, propiedad del Seminario, que fueron reclamados (**) y devueltos al Seminario, en 1848, en su nueva ubicación en Sevilla.[63]

 

 

Casa propia en calle Caballeros

 

 

1811[64]

1822[65]

1847[66]

 

N.1ª Oratorio [1847: Capilla y Altar]

 

Corona y escudo de plata sobredorado de la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores con peso de diez y seis onzas á 20 rs cada una.

1847: Corona grande [de la Virgen Dolorosa], con sus rayos y cruz de plata sobredorada. (C)

320

=

=

Quatro ramos de flores contrahechas.

20

=

-

Quatro candeleros de plata (56 onzas y 4 adarmes a 20 rs.)

1847: Cuatro candeleros pequeños de plata.

1.125

=

=

Un atril de caoba.

1847: Dos atriles de caoba

10

=

=

Un cierro de cristales que comprehende todo el frente del altar

300

=

=

Una bomba de cristal armada en lata verde y filetes de oro.

20

=

-

Dos ornamentos completos blanco y encarnado (15 pesos / Ud.)

450

=

-

Un cáliz de plata con funda de caoba, patena, cucharita y campanilla de plata (16 onzas a 20 rs. cada una)

[1847: no se consigna la campanilla ni la funda de caoba].

320

=

=

Un misal

1847: Un misal de buen uso. (C)

30

=

=

Dos manteles de altar.

1847: Dos manteles de bretaña uno con malla y otro bordado.

60

=

=

Dos floreros de cristal con cerco de bronce y peana de piedra. [1822: uno de ellos quebrado]

10

=

-

1847: Un púlpito de madera pintado al óleo á imitación de jaspe y sin pasamanos en la escalera que sube a él de fierro (C)**

 

 

 

1847: Una mesa de altar de madera jaspeada, una ara forrada en crudo, dos lienzos de crudo que cubren la mesa del altar. (Altar) (C)

 

 

 

1847: Una mesa larga para vestirse pintada de aplomado. (S)

 

 

 

1847: Un banco pequeño de espaldar pintado de aplomado. (S)

 

 

 

1847: Un aguamanil de mármol ovalado y su pileta figurando una concha (S)

 

 

 

1847: Una pilita pequeña de mármol para agua bendita. (S)

 

 

 

1847: Un armario grande con cinco entrepaños de madera pino de Flandes, pintadas las puertas, que contiene un cáliz, patena y cuchara de plata [ya consignado], unas vinageras de peltre[67] con su platillo de lo mismo, dos Albas con encajes, dos amitos, cinco casullas blanca, morada, verde, negra y encarnada, tres singulos, dos pares de corporales, varios purificadores y cormaltares, tres toallas de algodón, seis blandones de madera pintados de color de perla de más de vara de alto, seis candeleros chicos id. id. (S)**

 

 

 

1847: Una cajonera de once cajones, sus llaves y cerradura pintada de verde. (S)

 

 

 

1847: Un postigo grande de cristal. (S)

 

 

 

1847: Cinco ventanas con rejas apaisadas con sus cristales y persianas (C)

 

 

 

1847: Dos puertas de cristales en las ventanas de la escalera y callejuela (S)

 

 

 

 

N.º 2. Estrado ó Gavinete

 

Un canapé de caoba y damasco carmesí.

300

=

 

Nueve silloncitos / sillones de brazos de lo mismo.

270

=

 

Nueve dichos sin brazos

180

=

 

Dos mesitas de caoba

60

=

 

Dos espejos medianos con marcos dorados

1847: Dos espejos como de á vara con marcos dorados (S)

120

=

 

Tres pares de cortinas de raso liso carmesí.

[1822: Un par]

600

-

200

 

 

N. 3º Sala de estrado

 

Una mesa de piedra con pie de caoba.

300

=

 

Un espejo de bestir con marco dorado.

500

=

 

Dos espejos id. con marco blanco y filetes dorados

300

=

 

Otros dos id. con marcos dorados.

300

=

 

Dos cómodas de caoba con embutidos y manillas bronceadas.

1.200

 

 

Otras dos cómodas de caoba lisa con manillas bronceadas.

1847: Dos cómodas de caoba con tres cajones cada una, herraje y tiradores de latón dorado (SR)

1.200

=

 

 

?

Dos repeticiones[68] sobre columnas y peanas de jaspe blanco y negro con embutidos de marfil y adornos de bronce cerrados con bombas de cristal.

4.000

=

 

Otros dos reloxes puestos en china y cerrados con bombas de cristal.

900

=

 

Un canapé de nogal grande con almohadones y acientos de damasco carmesí.

450

=

 

Otro más pequeño de lo mismo

300

=

 

Veinte y quatro taburetes de caoba con iguales asientos.

720

=

 

Seis pares de cortinas de dicho damasco carmesí con cordones de ceda y varillas de fierro.

 

1.200

 

=

 

Dos arañas grandes de cristal.

600

=

 

Una estera grande de junco.

45

-

 

 

N.º 4. Alcova.

 

Dos cómodas de cedro*

600

=

 

Ocho taburetes de caoba con asientos de lienzo.

160

=

 

Dos pares de cortinas de raso liso encarnado.

400

-

 

Una mecita de juego de caoba.

60

=

 

1822: Una cama de caoba que era la de la difunta.

-

300

 

1822: Un jergón y un colchón*

-

120

 

 

N.º 5. Trasmano.

 

Quatro sillas altas y cuatro bajas de Olanda.

80

-

 

 

N.º 6. Quarto [1822: que fue] de la Sra. Mayor.[69]

 

Una mecita de juego de caoba.

60

=

 

Ocho sillas de Olanda.

80

-

 

 

N.º 7. Comedor.

 

Seis sillas altas de Olanda.

60

-

 

Tres mesas de caoba.

[1822: una mesa de caoba retirada por Marcos Anoncio]*

180

=

 

 

N.º 8. Quarto junto al común.

 

Un catre de cedro con espaldar.

100

=

 

Una cortina vieja de damasco.

15

-

 

Una mesita de pino.

20

=

 

Nueve sillas sevillanas ordinarias.

[1822: Tres sillas ordinarias]

54

-

18

 

 

N.º 9. Comedor de familia.

 

Dos bancos de pino.

20

=

 

Cinco escaños[70] de id.

15

=

 

 

N.º 10. Cosina

 

Un bracero [brasero] de bronce con pie [50 rs].

240

=

 

Una olla de cobre

50

=

 

Una copa de id.

60

=

 

Tres torteras[71] de id.

60

=

 

Tres belones de metal

120

=

 

Un torné de cobre.

70

=

 

Una cardereta de id.

15

-

 

Otra id. de alfofar

20

=

 

Una cafetera de cobre

40

=

 

Un almirez

35

=

 

Dos arandelas

20

=

 

Un mortero de piedra.

30

=

 

Un torné de fierro colado.

150

=

 

Una cacerola de id.

30

=

 

1822: una cubeta

-

10

 

 

N.º 11. Quarto interior.

 

Una mecita de pino obalada.

15

=

 

Una mesa de pino con cajón

-

15

 

 

N.º 12

Una mesa de pino con cajón de id.

15

=

 

Un estante de id.

30

-

 

Un arca de fierro para dinero.

1.500

=

 

 

N.º 13. Quarto con balcón a la calle

 

Dos pares de cortinas de damasco verde.

100

=

 

Un sofá de caoba con almohadón verde

1847: Un sofá de caoba con forro de crin labrado con asientos de cerda y tachuelas doradas (SR)

150

=

 

?

Cinco sillas altas del Norte

[1822: En todas las habitaciones altas, 20 sillas del Norte]

50

-

500

 

Un catre de caoba

100

=

 

Dos colchones

160

-

 

Una mesa de erraje de caoba

60

-

 

Un guardarropa pintado de azul

250

-

 

 

N.º 14. Despacho.

 

Seis taburetes de caoba con acientos de lienzo.

150

=

 

Un sofá de nogal con almohadón deYndiana

100

-

 

Quatro sillas id. del Norte.

40

-

 

Una rinconera de caoba

20

=

 

Una mesa de id.

30

=

 

Dos pares de cortinas de damasco amarillo.

320

-

 

 

 

N.º 15. [1822: En otro cuarto]

 

Una mesa de pino jaspeada.

30

=

 

Otra chiquita de id. pintada color de melocotón

20

-

 

Dos cortinas grandes de lienzo blanco y azul á listas con barrillas de fierro.

30

-

-

Tres sillas altas y tres bajas de Olanda.

60

-

-

 

N.º 16.

 

Tres chineros ocupados con cristal y china y cerrados de cristales y encima de cada uno una cabeza de yeso bronceada (las cabezas de yeso no se consignan en 1822). [1822: situados en el corredor]

300

=

 

Una mesa de pino con alas.

60

=

 

Un butaque[72] con forro de baqueta

60

-

 

Una silla del Norte con brazos.

20

-

 

Una rinconera de caoba.

60

=

 

Dos catres con sus lienzos 

1822: Tres catres de viento con sus lienzos.

75

90

 

 

N.º 17. Escalera Principal

.

Dos bancos de caoba. [1822: Un banco]

30

15

 

Una farola de cristal.**

20

=

 

 

N.º 18. Entresuelo.

 

Dos baules grandes de baqueta.

60

-

 

Una mesa de caoba de juego.

60

-

 

Una carpeta.

10

=

 

Seis sillas sevillanas.

36

-

 

 

N.º 19. Bajos

 

Catre de camino con lienzo listado y respaldo forjado en damasco color de canario

60

=

 

Mesa de pino pintada de verde con dos cajones

40

=

 

Seis taburetes del Norte [1822: con asientos de paja]

120

=

 

Una silla alta del Norte

30

-

 

Espejo cuadrilongo con marco negro

30

=

 

 

N.º 20.

 

Carpeta grande forrada en paño verde*

60

=

 

Bufete de caoba

1847: Un bufete de caoba con herraje (SR)**

60

=

 

?

Estante pequeño de cedro.

15

-

 

Cómoda pequeña de caoba y sobre ella un gavetero[73] con sobrepuestos de China. [1822: no se menciona el gavetero]

150

=

 

Un barómetro y termómetro con caja de caoba

45

-

 

Un canapé del Norte (150 rs) y diez sillas de id.

400

-

 

Una silla de brazos

30

-

 

 

N.º 21.

 

Mesa de pino

15

-

 

Tres sillas del Norte

75

-

 

 

N.º 22.

 

Lavadero vacío. (en primera relación sin apreciar)

s/a

-

 

 

N.º 23. Guarnes.

 

Ocho barriles para agua

80

-

 

Dos aguaderos de pino con cercos de fierro.

90

-

 

Diez y nueve tablones de caoba de distintos gruesos.

380

-

 

Un burro de madera de pino con tres albardones harineros con sus competentes cubiertas y correajes.

 

30

 

-

 

 

N.º 24. Despensa

 

Cinco barriles de carga (sic).

150

-

 

Un barril de siete y media arrobas*

40

=

 

Una cuarterola chica*

60

=

 

Una bota de vinagre

40

-

 

Seis tinajones para tocino

90

=

 

Quatro tercios de soga para cajilones[74]

60

-

 

Dos tercios de soga de Noria

300

-

 

Doscientas limetas[75] ynglesas.

200

-

 

Un baño de madera

100

60

 

Una farola de cristal

30

 

 

 

N.º 25.

Un arcón para cevada

15

15

 

Un carro de baras (sic)

100

-

 

 

N.º 26. Hueco de la escalera

 

Un cavallete con tres sillas de montar y sus arreos correspondientes

900

-

 

Un catre de biento

15

-

 

Un baúl grande para tocino con forro de jabalí.

60

=

 

Otros dos chicos el uno sin forro.

30

-

 

Una farola de cristal

15

-

 

Un farol de mano de id.

15

-

 

Un cajón de pino

10

-

 

Cinco cortinas de lona para el patio

200

-

 

Una alfombra grande.

150

=

 

Otra dicha más pequeña.

100

=

 

 

N.º 27. Corredores del cuerpo principal

 

Un banco grande de pino pintado de caoba.

20

=

 

Una cubeta con cadena de fierro.

30

-

 

Dos mesas de ala de caoba.

120

=

 

Sinco sillones de brazo pintados de verde.

100

=

 

Dose sillas del Norte.

120

-

 

Relox de caja

1847: Un relox de pendola con su caja de madera jaspeada (SR)**

600

-

 

 

?

 

N.º 28. Portal de calle. [1822: Casa-puerta][76]

 

Una farola de cristal

30

=

 

 

N.º 29. Caballeriza.

 

Dos mulas de coche.

4.000

2.400

-

-

 

Dos mulas de paso.

1.800

3.000

-

-

 

Una burra.

500

-

 

Un tronco completo de guarniciones de colleras

2.000

-

 

Un caballo

-

600

 

Un borrico

-

300

 

 

N.º 30. Cochera

 

Un cupé

3.000

-

 

Un birlocho acalezado[77]

2.000

2.500

 

1822: Un par de guarniciones para los tiros del birlocho.

-

300

 

 

N.º 31. Colchonero y guardarropa.

 

Quince colchones chicos.

750

-

 

Tres id. cameros. [1822: dos]

300

200

 

Diez y nueve pares de sábanas [1822: diez pares]*

760

400

 

Diez pares de almohadas [1822: seis pares]*

90

54

 

Tres cubiertas de camas, dos de Yndiana (75/Ud.) y una de zaraza (105/Ud.).

255

=

 

Diez y seis bayetas de diferentes colores

320

-

 

Un juego de mantelería fino yngles con lista azul, con veinte y tres servilletas, dos manteles y dos medios*

765

=

 

Otro id. fino blanco con diez y nueve servilletas y tres manteles.

430

-

 

Otro id. basto de lista encarnada con once servilletas y un mantel.

114

-

 

Dos id. basto para diario con dos manteles y veinte y quatro cervilletas [Marcos Anoncio: veinte y quatro servilletas]*

160

-

 

 

Ocho toallas de manos*

40

=

 

 

N.º 32. Segundos altos.

 

Una mesa de pino de siete varas

200

-

 

Dos docenas de ferpudos[78]

96

-

 

Un esterado de esparto toda la casa.

[1822: parte del esterado, retirado por Marcos Anoncio]*

260

=

 

Dos catres de biento

30

-

 

Tres camas de bancos y tablas.

90

-

 

Dos docenas de esportones bolleros

48

-

 

Quince lios de tomisa[79]

15

-

 

Diez collundas[80] del pozo

20

-

 

Una docena de esportones hortelano

12

-

 

Otra id. de terreros

6

-

 

Quatro fanegas de baina (sic) según su precio actual de la Lóndiga (40 rs/fanega)

160

-

 

Quatro id. de habas según su precio actual de la Lóndiga (40 rs/ud)

160

-

 

Dos troncos de guarniciones con chapas blancas.

4.000

-

 

Una mesa de herraje de caoba

60

=

 

Una artesa

60

=

 

Una mesa de madera de pino.

30

-

 

 

N.º 33. Plata labrada y Alajas.

 

Un bahul forrado en baqueta negra y señalado con el nº 1º que contiene lo siguiente:

 

1ª Tanda

100

-

 

Un pistero[81] (10 onzas y doce adarmes a 20 rs)[82].

215

-

 

Unos saleros de cristal verdes guarnecidos de plata (8 onzas y seis adarmes)

167

-

 

Unas espabiladeras[83] de plata con su platillo (9,5 onzas)

190

-

 

Tres candeleros y tres arandelas id. (35 onzas y 12 adarmes)

715

-

 

Un cazo de punche con cabo de madera (3 onzas)

60

-

 

Unas tenazas para sacar azucar (14 adarmes)

17

-

 

1822: Unas tenazas pequeñas (2 ½ onzas a 20 rs.)

-

50

 

Diez y ocho cucharitas de café (13 onzas y 12 adarmes)

262

-

 

Otra id. para mostasa (15 adarmes)

18

-

 

Un pie de belon con brazos (21 onzas y 7 adarmes)

428

-

 

 

2ª Tanda

Una bandeja grande (87 onzas)

 

 

1.740

 

 

-

 

 

3ª Tanda

 

 

 

Dos bandejas chicas (54 onzas y 12 adarmes)

 1.095 (sic)

-

 

Dos platillos de mancelinas[84] (16 onzas y 6 adarmes)

327

-

 

Un belon de brazos enteros (26 onzas)

520

-

 

 

4ª Tanda

 

 

 

Una sopera redonda con su cubierta (132 onzas)

2.640

-

 

Otra obalada con su cubierta (80 onzas y 4 adarmes)

1.605

-

 

Dos fuentes redondas correspondientes a las soperas anteriores (78 onzas y 6 adarmes)

1.567

-

 

Una cafetera grande con figura en la boquilla (40 onzas)

800

-

 

Una palmatoria (11 onzas y 4 adarmes)

225

-

 

1822: Una palmatoria (11 onzas á 20 rs.)

-

220

 

Tres cucharones (21 onzas y 6 adarmes)

427

-

 

Dos candeleros y una arandela (27 onzas y 2 adarmes)

542

-

 

Cinco cubiertos (28 onzas y 6 adarmes)

568

-

 

 

En otro Baul nº 2º

 

1ª Tanda

 

100

 

-

 

Un bracero de plata con su manillla (152 onzas y 12 adarmes)

3.055

-

 

Un cucharón (9 onzas y 2 adarmes)

182

-

 

Dos candeleros [están en la relación, pero no en la valoración]

   

-

 

Dos arandelas (28 onzas y 12 adarmes)

575

-

 

Una cucharita para mostasa (2 onzas y 1 adarme)

41

-

 

Un salero de cristal verde guarnecido en plata (8 onzas y 6 adarmes)

 

168

-

 

2ª Tanda

 

 

 

Una bandeja grande (87 onzas y 8 adarmes)

1.750

-

 

 

3ª Tanda

 

 

 

Dos salbillas (56 onzas y 8 adarmes)

1.130

-

 

Tres mancelinas completas (29 onzas y 5 adarmes)

586

-

 

 

4ª Tanda

 

 

 

Una bara de velón y un aro de pantalla (8 onzas)

160

-

 

Dos fuentes largas (87 onzas y 4 adarmes)

1.745

-

 

Una sopera completa (147 onzas y 9 adarmes)

2.951

-

 

Una cafetera con asa de caoba (26 onzas)

520

-

 

Dos bandejas medianas (107 onzas y 7 adarmes)

2.148

-

 

Un candelero y dos arandelas (15 onzas y 6 adarmes)

328

-

 

Las armas (sic) ó serco de una maselina (2 onzas y 8 adarmes)

50

-

 

Un porta vinagera (9 onzas y 15 adarmes)

198

-

 

Nueve cuchillos con cabos de plata (9 onzas)

180

-

 

Quarenta y siete cubiertos (267 onzas y 8 adarmes)

5.350

-

 

Una escribanía grande lisa, compuesta de seis piezas á saver el plato, tintero, salvadera, oblero, campanilla y cañón para plumas (83 onzas y 4 adarmes)

 

 

1.665

 

 

-

 

Otra escribanía chica compuesta de tres piezas a saber plato con el cañón para plumas, tintero y salvadera (11 onzas y 6 adarmes)

 

228

 

-

 

1822: Una escribanía completa con plato de plata y peso de cuarenta y cuatro onzas á veinte rs

 

880

 

Quince cubiertos prestados al Sor. Comandante de la plaza Mr. Gostz (sic) (83 onzas y 6 adarmes) 

1.668

-

 

 

1822: Doce cubiertos compuestos de cuchara y tenedor

(63,5 onzas a 20 rs)

-

1.270

 

Sinco basos de á cuartillo (25 onzas y 4 adarmes)

505

-

 

Una salbilla chica (14 onzas y 1 adarme)

281

-

 

Dos enjuagadores con sus basos (21 onzas y 6 adarmes)

428

-

 

Diez y ocho cubiertos de tenedor y cuchara (95 onzas y 10 adarmes)

1.912

-

 

Doce cuchillos con cabos de plata (12 onzas)

240

-

 

1822: Siete cuchillos cabo de plata á onza cada uno á 20 rs.

-

140

 

Un cucharón (5 onzas y ocho adarmes)

110

-

 

Dos copitas para fuego (sic) con cabos de granadillo (12 onzas)

240

-

 

Los abíos de afeitar compuestos de tres piezas, bacía, jarro y jabonera (88 onzas y 4 adarmes)

 

1.765

-

 

1822: Un azafate[85] (27 ¼ onzas, a 20 rs)

-

545

 

 

Alajas [de Francisco de Paula Rodríguez]

 

Tres cruces chicas de la Orden de Carlos tercero

160

-

 

Un par de evillas de plata

30

-

 

Dos bastones de caña con puño de oro (180 onzas/Ud.)

360

-

 

 

 

 

 

Total plata y alajas (1811)

47.083[86]

 

 

 

 

 

 

Alhajas de Joaquina Sánchez Espinosa (1822)

 

Un rosario de piedra azul engastado en oro*

-

300

 

Dos argollones con dos andanas de diamantes pequeños*

-

1.000

 

Quatro sortijas de brillantes*

-

720

 

Un par de zarcillos de perlas falsas*

-

50

 

 

Total plata y alajas (1822)

 

 

 

7.455[87]

 

 

 

Inventario 1847.[88]

Estancias del Instituto de Segunda Enseñanza con enseres que no aparecen en los inventarios anteriores. Algunas dependencias podrían coincidir con la distribución espacial del Seminario Conciliar.

 

Sala Rectoral (SR)

Doce sillones de caoba con forro y asientos de cerda.**

Una percha pintada de verde con guardapolvo.

Una tabla que sirve de llavero.

Una ventana con vidriera y puertas de madera.

Dos puertas de cristales y persianas.

 

Sala de Dibujo (SD)

Un sofá de cedro con cogines de cerdas forrados coco.**

Dos ventanas con vidrieras y puertas de madera.

Tres sillones de caoba con brazos con asientos y espaldar forrados de damasco.

Dos dichos sin brazos con el mismo forro.

Cinco dichos de caoba con asientos forrados de damasco.

 

Cuarto nº 25

Una mesa de pino pintada de caoba con dos cajones.

 

Cuarto nº 45

Otra Id. id.

 

Sala de Juntas (SJ)

Una mesa grande de pino pintada de aplomado con dos cajones.**

Cinco sillas de caoba con forro viejo de damasco.

Dos de caoba con asientos de lienzo.

Una puerta de cristales.

Dos más chicas de id. con de dos ventanas chicas.

 

Comedor (Co)

Seis mesas grandes de comedor y una pequeña de pino pintadas de aplomado.

Tres faroles de cristal y uno de id. en la pared.

Cinco puertas de cristales y sus alambrados en las ventanas.

Un púlpito de hierro pintado de verde y un banquillo de madera pintado de aplomado.**

 

Corredores (Corr.)

Una banca grande de quatro varas pintada de aplomado.

Un farol de la escalera.

 

Clase baja.

Una catedra grande de madera pintada de aplomado.

Un sillón de pino id. id.

Un farol de cristal en la pared.

Otro id. grande colgado.

Una pisarra de madera pintada de negro con sus pies de id. pintados de caoba y una regla.

Ocho bancas grandes de pino pintadas de aplomado.

Una id. chica id. id.

 

Otra clase

Una Catedra grande de pino pintada de aplomado.

Un farol de cristal de pared.

Otro id. en medio colgado.

Una pisarra de caoba con pies de pino.

Ocho bancos grandes de pino pintados de aplomado.

Dos alambrados en las ventanas.

 

Otra clase.

Una Catedra de pino pintada de aplomado.

Un farol de cristal de pared.

Otro id. en medio colgado.

Siete bancos grandes de pino pintados de aplomado.

 

Cuarto de loza de pedernal.

Veinte y cuatro posillos[89] usados de pedernal.

Diez y ocho tazas id. id.

Veinte y cuatro platos soperos.

Id. id. servilleteros.

Treinta y seis de principio.

Veinte id. más pequeños.

Doce id. pequeñitos para postre.

Tres id. para los jarros de la mesa.

Tres jarros.

Diez y ocho hueveros.

Una Sangradera de Losa de Sevilla.

Dos jarras verdes.

Un jarro para el vinagre.

Veinte y cuatro posillos nuevos de pedernal.

Doce tazas de pedernal nuevas.

 

 

Cocina.

Una mesa grande de pino con tres cajones.

Otra grande id.

Otra pequeña en el repartidor.

Dos bancos largos de pino sin espaldar.

Otro id. pequeño.

Un jarrero de madera.

Un especiero.

Un tajador de madera.

Dos tinajas grandes para agua con sus tapaderas.

Dos platos soperos de pedernal.

Dos id. servilleteros.

Seis id. de principio id.

Dos tazas, dos posillos y dos hueveros.

Cuatro cazuelas usadas.

Dos lebrillos.

Un jarro de aceite y otro de vinagre.

Una olla grande de hierro colado con su tapadera.

Dos más pequeñas id. con tapaderas.

Un pucherito id.

Dos cacerolas grandes con tapaderas.

Otra más pequeña.

Dos pailas grandes de id. con tapaderas de madera.**

Una olla grande de cobre con tapadera.

Una cafetera de id.**

Un chocolatero grande de id. sin molinillo.**

Otro id. más pequeño.

Una espumadera de lata.

Un rayador de id.

Un mortero de piedra mármol.

Dos bancos de madera pequeños.

Dos medios celemincos (sic).

Unas parrillas.

Unas tenazas.

Dos candilejas.

Un jarro de lata usado.

Un fogon con cinco hornillas con sus aros de hierro.

Un fogon de azar con parrillas de hierro.

 

Despensa.

Una arca de hierro.

Un armario grande de madera pintado de negro.

Una bota para vinagre.

Un tajador de madera.

Una mesa clavada en la pared de pino.

Cuatro saladeros de madera con arcos de hierro.

Un cajon grande de pino.

Dos bancos pequeños.

Un porton grande de madera.

Tres lebrillos grandes.

Tres tinajas de buen tamaño.

Una id. mas pequeña.

Una tinaja grandes y sin orzas.

Un peso de cruz con tazas de lata y sus pesas.**

Una mampara grande.

Unas puertas de madera.

Una escalera grande de mano como de diez varas.

 

Sala del Villar.

Una mesa grande de villar con tableros y bandas de caoba, paño verde muy viejo, arandelas de coco y troneras de boca de metal.

Seis palos que contienen candilejas.

Cuatro bancas grandes de pino pintadas de aplomado.

Dos id. más pequeñas.

Una percha larga de madera sin pintar.

Cuatro id. más pequeñas pintadas de verde.

Una taquera con dos tacos.

Una carambola grande y tres chicas de marfil desconchadas.

Trece bolas también de marfil para guerra (sic).

Dos dichas mayores sueltas.

Una tabla para apuntar los tantos.

Unas puertas de cristales y un alambrado.

 

 

Hacienda de la Jara

 

1811[90]

1822

1847[91]

 

Ante Sala

 

Un canapé de cedro con almohadones forrados de Yndiana.

150

-

 

Una meza tallada [1822: de pino]

60

=

 

Una rinconera de nogal

50

=

 

Una rinconera de pino

40

=

 

Dos sillones de caoba forrados de negro

1847: Dos sillones de caoba antiguos. (SR)

80

=

 

 

Dos id. de pino pintados de verde.

1847: Dos sillones de pino pintados de verde. (SR)

60

=

 

Siete sillas altas pintadas de negro.

42

=

 

Dos id. baxas del Norte

20

-

 

Un espejo de una vara de alto con marco dorado.

60

42

 

Una linterna óptica con varios mapas.

40

-

 

Una palmatoria de metal dorado.

6

-

 

Una bandeja grande redonda charolada.

15

-

 

Una bandeja chica cuadrada charolada.

10

-

 

Dos cortinas de damasco verde con varillas de fierro.

100

-

 

 

Inventarios de 1847 y 1855. Antesala.

Una mesa grande antigua.

Una mesa grande de alas.

Un espejo largo dorado.

Un palanganero de rinconera.

(Tres cuadros integrados en la Colección artística)

 

 

 

 

Sala

 

Tres pares de cortinas de damasco verde con varillas de fierro.

150

-

 

Seis sillas altas pintadas de negro.

36

=

 

Dos id. baxas id. (Seis: Inv. 22)

12

36

 

Dos rinconeras de caoba

60

=

 

Una meza de pino color aplomado.

1847: Una mesa de pino pintado de aplomado con tres cajones (SR)*

30

-

 

?

Dos escupideras de pedernal.

20

-

 

Tres plumeros.[92]

30

-

 

Un armario con un cajón.

60

=

 

 

Alcoba

 

Dos catres color aplomado con cabezeras y lienzos.

90

-

 

Dos rinconeras de pino color aplomado

60

=

 

Tres sillas altas negras

 

Inventario 1855. Sala principal y Alcoba.

Cinco mesitas de rinconeras de tres pies, dos de caoba y tres de pino.

Una mesa chica de pino de cuatro pies.

Dos sillones poltrones de caoba.

Dos sillones de pino pintados de verde.

Un guarda ropa o estante de pino con cuatro entrepaños.

Veinte y cuatro bancos pequeños de pino.

18

-

 

 

Tocador

 

Una mesa de pino color aplomado con cajón.

15

=

 

Dos sillas altas pintadas en negro.

12

=

 

Una caxa de servicio

6

-

 

Un espejo con marco de caoba [1822: chico, ubicado en el comedor]

15

=

 

 

Comedor

 

Una meza de alas en caobilla [y dos cajones: 1822]

50

=

 

Dos id. de pino pintadas en verde con cajones

40

=

 

Tres sillas altas pintadas de negro.

18

=

 

Una farola de cristal.

20

-

 

Una caja de escopeta y en ella frasco, bolsa y baqueta de fierro.

10

-

 

Cincuenta y quatro limetas yngs

54

-

 

Tres botellas de cristal.

12

-

 

Dos tazas de cristal para dulce.

8

-

 

Dos frascos de cristal.

4

-

 

 

Inventarios de 1847 y 1855. Comedor.

Una mesa pequeña de pino.

Dos bancos de pino como de vara y media de largo cada uno.

Un tallero de mano.

1855: Un bufete de herraje que está en la casa del hortelano

(Cuatro cuadros de países incluidos en Colección artística)

 

 

 

 

Oratorio

 

Género de damasco carmesí con que está forrado el altar

60

=

 

Pañitos que sirven en el altar

20

=

 

Mantel cubierto tule

30

=

 

Cáliz, patena y cucharita de plata (20 onzas)

400

-

 

Atril de pino pintado

1847 y 1855: Un atril de madera.

10

=

 

Cuatro candeleros de metal blanco

1847 y 1855: Dos candeleros de metal

20

=

 

Dos floreros en China.

1847 y 1855: Dos floreros de cristal cuajado rotos.

8

?

 

Un confesionario.

30

-

 

 

Inventarios 1847 y 1855. Oratorio.

Dos candeleros de estaño

Una campanilla chica.

Un platillo y vinajera de cristal.

Una mesa de pino pequeña.

Una pila chica para agua bendita.

Una espaviladera[93] y su caja

(Las obras de arte están incluidas en la colección artística)

 

 

 

 

Cuarto del Rincón o Despacho

 

Una meza y una carpeta forrada de paño verde.

40

-

 

Un estante pequeño color de caoba.

20

=

 

Otro id. grande de pino.

15

-

 

Una meza de pino color de caoba.

15

-

 

Una silla de brazos y cuatro altas pintadas de negro

      30

-

 

Un canapé forrado de badana verde.

20

=

 

Un catre verde con respaldo azul, lienzo, colchón, almohadas, fundas, colcha y una badana.

30

-

 

Un lienzo de forro verde.

20

-

 

Colchón de otro catre

40

-

 

Dos almohadas con sus fundas

16

-

 

Una colcha

45

-

 

Una badana

10

-

 

Varios instrumentos de carpintería y agricultura.

25

-

 

(Varios cuadros incluidos en colección artística)

 

 

 

 

Corredor

 

Banco de caoba.

15

-

 

 

Quarto 1º

 

Quatro catres con sus lienzos

120

-

 

Una meza de pino con cajón.

20

-

 

 

Quarto 2º

 

Estante de pino.

10

-

 

 

Quarto 3º

 

Tres sillas altas de pino pintadas de negro.

18

-

 

Una percha

4

-

 

 

Despensa

 

Dos cajones para semillas.

20

-

 

 

Quarto último

 

Tres mezas de pino color aplomado con caxones.

60

=

 

Dos sillas de pino altas pintadas de negro.

12

-

 

Rinconera de pino color perla.

20

-

 

Tres faroles de cristal con los pies de plomo.

45

-

 

 

Cosina

 

Diez escaños[94]de pino.

1847 y 1855: Cuatro bancos pequeños de pino viejos

40

-

 

Meza de id. con caxón.

1847 y 1855: Una mesa de pino grande

30

-

 

Un picador

1847 y 1855: Un picador de carne

30

-

 

Un almirez

20

-

 

Dos belones de metal dorado.

80

-

 

Tres sartenes.

30

-

 

Dos cazos de fierro colado.

20

-

 

Cafetera de metal dorado.

50

-

 

 

 

 

 

 

Quarto de á fuera

 

Dos respaldares de cama

20

-

 

Meza de caoba

30

-

 

Una medida de á media fanega

60

-

 

Tres limetas.

3

-

 

 

 

Bestias [1822: Caballería]

 

Un mulo capón. [1822: borrico]

2.000

?

 

Un jumento[95] capón

200

-

 

Dos aparejos de bestias

60

-

 

 

Quarto del casero

 

Dos azadas

60

=

 

Un hacha

16

=

 

Una marcola

16

=

 

Un calabozo.

12

=

 

 

Inventarios 1847 y 1855. Casa del hortelano.

Un bufete de herraje

 

 

 

 

 

 

 

Cuartos bajos [1847 y 1855]

 

Una mesa de pino.

Un banco de tijera de caoba.

 

 

 

Granero [1847 y 1855]

 

Un tablero y tres pies que sirven de mesa, todo de pino.

Un sillón viejo.

Un espaldar de cama.

Un banco chico viejo

Un cajón de pino viejo.

Nueve postigos de ventanas con algunos cristales de varios tamaños.

Tres ojas de puerta con algunos cristales.

Un postigo de alambrado.

Una podadera de árboles.

Un sofá de pino inútil

(Varios cuadros y láminas incluidas en Col. Art.)

 

 

 

 

1847 y 1855: Un ingenio de Noria completo y en estado de buen servicio que usa el arrendador de la huerta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hacienda de Brevas / El Administrador (Rota)

 

 

 

 

1811

 

1822

 

1847

Alcoba alta

[1822: Sala y Alcoba Alta]

 

Dos catres de pino con respaldos color de leche.

60

-

 

Mesa de pino con caxón.

[1822: mesa de pino, con alas, pintada, ovalada]

20

=

 

Sinco taburetes encarnados

25

-

 

Tres sillas negras.

[1822: sillas ordinarias pintadas de oscuro con asientos de enea]

18

=

 

Dos lienzos de catre

30

-

 

Dos almohadas de lienzo listado.

12

-

 

Una espaviladera con platillo acharolado.

4

-

 

1822: una mesa grande de madera de caoba con su herraje.

 

20

 

 

Comedor alto

 

Meza / Bufete de caoba

1847 y 1855: un bufete con pie de herraje (SR)**

60

=

?

 

Canapé de caoba.**

100

-

 

Nueve taburetes altos y nueve bajos, todos negros.

90

-

 

Sinco sillas negras Fábrica de Sevilla.

30

-

 

Un par de cortinas de lienzo listado con varilla de fierro.

40

-

 

 

Ante Sala

 

Mesa de alas forrada de ule[96]

1847 y 1855: Una mesa de alas vieja.

20

-

 

Dos belones de metal

80

-

 

Un plumero.

10

-

 

Un martillo con cabo de fierro.

8

-

 

Una copilla para traer fuego.

10

-

 

Una botella, un vaso y vinagreras de cristal

20

-

 

Una farola de cristal [no aparece en valoración]

-

-

 

 

Cosina

 

Mesa de pino color de caoba.

30

=

 

Ocho escaños/asientos de id.

32

-

 

Banco de id.

15

=

 

Dos sartenes de fierro

20

-

 

Un casito de azófar [latón]

12

-

 

Almirez

25

-

 

Una arandela de cobre.

6

-

 

Cucharón de cobre.

6

-

 

Un tallero

6

-

 

Tinaja para agua.

10

-

 

Ocho fuentes y dos docenas de platos de loza de Sevilla.

32

-

 

Cuatro jícaras de pedernal.

4

-

 

 

Ante Sala baja

 

Mesa de pino grande con cajón.

30

20

 

Dos varillas de fierro.

12

-

 

 

Hueco de la escalera

 

Tres catres viejos

24

-

 

Dos lienzos de catre.

30

-

 

Mesa de pino pintada.

15

-

 

Dos banquillos de cama.

8

-

 

Estera de junco.

6

-

 

Cortina/Vela de lona.

40

-

 

 

Sala baja

 

Un catre con lienzo.

30

-

 

 

Sacristía

 

Un catre con lienzo, colchón y almohada

1847 y 1855: Un catre de viento, un colchón de lana, dos sábanas y dos almohadas con sus fundas.

78

-

=

Mesa de pino con cajón. [1822: mesa ordinaria]

1847 y 1855: Una mesita en la Sacristía

20

=

=

Otra id. sin cajón.

15

-

-

Dos taburetes y una silla negros.

15

-

-

Ornamento completo color encarnado

1847 y 1855: Un ornamento (color encarnado) completo de casulla, estola, manípulo, paño de cáliz, hijla [hijuela] alba, amito, cíngulo y toalla de mano.

1847 y 1855: Una caja para guardar los ornamentos

450

=

=

Cáliz y patena de plata.

1847 y 1855: Cáliz, patena y cucharita de plata.

400

=

=

 

Oratorio

 

Ara y mantel cubierto de ule.

1847 y 1855: Un ara de piedra forrada en lienzo

30

=

=

1822: Pañitos que sirven en el altar

1847: Un paño de altar de lienzo y un mantel de lienzo

-

20

=

Atril de caoba.

1847 y 1855: Un atril de madera

15

=

=

1847 y 1855: Una pilita de madera.

8

 

 

Campanilla de mano con cabo de palo.

1847 y 1855: Una campanilla de metal.

6

 

=

Cuatro candeleros de cristal.

1847 y 1855: Dos candeleros de cristal.

16

-

=

 

Inventarios de 1847 y 1855. Sacristía y Oratorio.

Unas vinajeras y platillo de cristal.

Purificadores y corporales.

Un misal

Una campanilla de torre

 

 

 

 

 

Casa de la gente trabajadora

[1822: Habitación para los trabajadores] [1847: Casa de la Gente]

 

Dos ollas de cobre grandes.

1847 y 1855: Una olla grande de cobre. / Otra olla pequeña de cobre. / Una olla mediana de cobre con su tapadera.

210

=

 

 

 

Inventarios 1847 y 1855. Casa de la gente.

1847: Treinta cántaros [1855: treinta y seis cántaros]

Ocho mesas para los trabajadores.

1847: Doce lebrillos para la gente. [1855: Diez lebrillos].

1847: Seis faroles de mano. 1855: Cinco faroles de mano.

Doce morteros de barro para la gente.

Ocho esteras de esparto para el colgadizo de lagares.

1847: Ochenta esteras de neas. 1855: 90 esteras de neas para la gente.

Una escalera grande para el pajar.

1847: Dos foniles y dos cubetas para el aljibe. 1855: Una cubeta y un fonil.[97]

 

 

 

 

Quarto del capataz

 

Tres azadones

36

39

 

Una azada

30

-

 

Banco de pino.

15

=

 

Mesa de id. [no aparece en valoración]

-

-

 

Taburete y escaño/banquillo

16

-

 

Un escaparate de pino.

15

-

 

 

 

 

 

 

Inventarios 1847 y 1855. Habitaciones.

Un tablero y pies movedizo de mesa de comedor de madera de Flandes color caoba.

Veinte y cuatro bancos pequeños de mano de pino.

Una mesa de pino grande y fuerte con sus cajones, que sirve en la cocina y estuvo en la casa que ocupó el Instituto.

1855: Dos sillones de pino con brazos pintados de aplomado.

1855: Varios platos, tazas y posillos de pedernal muy usados y deshermanados.

1855: Un banco basto largo sin pintar.

 

 

 

 

 

Bestias

 

Un mulo capón

[1822: un caballo capón, serrado, pelo rondillo (sic)]

1.200

 

-

-

 

 

 

 

 

 

Ropa propia de Francisco de Paula Rodríguez (1811).[98]

N.º 13. Quarto con balcón a la calle.

Primeramente, un guarda ropa pintado de azul y dentro de él la ropa que usaba dicho difunto que con distinción de la de color y blanca interior se enumera por el orden siguiente:

 

Ropa de color del uso del difunto

 

Una levita azul con bordado de oro

200

Otra de color de flor de romero de sarga

100

Otra de anascote[99] negra

90

Otra de paño de color de corteza

120

Otra de paño verdoso

120

Otra de casimir morado

150

Una casaca de paño azul turquí con bordado de oro

150

Otra de casimir azul turquí con el mismo bordado

150

Otra de paño azul turquí con el mismo bordado

150

Otra de paño vicuña azul turquí

200

Dos sortues (sic) de balletón mesclilla osbcura

180

Una chaqueta de Mahón

50

Dos de lienzo yngles listado

90

Dos de coco pintado

80

Una de paño color de tabaco

60

Otra azul turquí de paño

60

Otra de paño color de Conteza

60

Otra de casimir del mismo color

60

Dos de balleton color de Corteza

110

Sinco pantalones de Mahon

375

Dos pantalones de Gin

150

Tres id. de lienzo ynglés de colores

120

Quatro id. de casimir blanco

140

Uno de paño color de corteza

60

Otro id. azul turquí.

60

Otro id. de paño de Grasalema

45

Otro id. de barragán de Cuenca

55

Unos calzones de guana

80

Una chupa de casimir blanco

35

Un chaleco de id. Id.

35

Uno de Mahón

25

Uno de ante/antes

50

Siete chupas de raso liso blanco bordadas de seda de colores

315

Una capa blanca de paño de San Fernando

600

Otra de balletón color de flor de romero

150

Un capote de barragán

90

Dos sombreros de tres picos

100

Dos id. de copa alta de ceda

80

Cuatro pares de botas ynglesas

320

Dos pares id.

120

Uniforme entero de Thesorero General

1.800

Casaca y chupa de Yntendente de Provincia

100

 

 

Ropa blanca

 

Quarenta y dos camisas de Olanda

2.520

Más ocho camisas de id.

480

Dos chalecos de franela encarnada

90

Quatro pares de escarpines           

24

Diez y ocho pares de calzones blancos        

270

Dos peinadores

100

Diez pares de calzetas     

80

Veinte y ocho chalecos blancos, de colores

de bombací, coton, lienzo y coco

 

560

Ocho gorros de lienzo para la cama

16

Ocho id. de algodón blancos y uno de ceda verde

16

Dos pañuelos de lienzo blancos y listas encarnadas

16

Quarenta y ocho pañuelos de cuello y de bolcillo de varios colores y blancos (8 rs/Ud.) [valorado erróneamente en 304 rs] 

384

 

 

Total:

11.641

 

 

Ropa propia de Joaquina Sánchez Espinosa (1822).[100]

Una toquilla de paño color canela (sic) pintada

30

Una mantilla negra sarga de seda

50

Treinta y siete camisas a 15 rs 

555

18 naguas[101] blancas con farala[102] (sic), a 17

306

Unas dichas sin él

17

Diez corpiños, a 2 rs    

20

Cinco pares de faltriqueras, a 2 rs

10

Una toca bordada

35

Un par de medias blancas

6

Tres toallas

12

17 fundas de almohada con faralá, a 5

85

Cuatro dichas sin él, a 5                        

20

Dos sayas de seda con sus monillos, una 30 y otra 120

150

Un traje vicuña compuesto de saya y monillo

150

Un traje de casimir

105

Uno dicho de Alepín

75

Una saya de franela    

35

Cuatro mantillas de tafetán con blonda

360

Dos mantillas lisas

18

Una mantilla blanca de deshilado (sic) con encaje                    

12

Siete trajes blancos de algodón compuestos

de nagua y monillo, á 40

 

280

Diez pares de naguas de algodón de varios colores, a 20 rs           

200

Un par id. Tafetán color de canario

12

Otro id. de algodón

12

Diez y nueve pañuelos blancos de algodón, a 15

285

Diez y ocho toquillas de hilo blancas, a 2 rs

36

Veinte y una dichas de algodón, a 5

105

Un pañuelo de seda fondo blanco

45

Uno id. color lirio

28

Dos toquillas de seda, una blanca y otra color aceytuna.

20

Dos pañolones de coco de color

40

Una toquilla de coco azul

12

Dos pañuelos de seda de narices

4

Seis para el mismo uso de hilo

12

Diez sábanas

150

Veinte y cuatro servilletas

168

Ocho toallas

40

Diez y seis pares medias de hilo

112

Diez id. de algodón

60

Ocho vendas

4

Un par de zapatos de paño nuebos

8

Una colcha blanca de cotonia con guarnición de mursolina

45

Una id. de mursolina bordada con varios ramos

30

Una id. de coco fondo amarillo y ramo de colores

45

Una id. id. fondo carmelita (sic) con ramos id. y faralá color caña.

35

Dos abanicos

40

Uno a imitación de concha

20

 

Total:

 

3.899 rs.


***

NOTAS

[1] Archivo Municipal de Sanlúcar de Barrameda (en adelante, AMSB). Leg. 11129. “Copia del testamento cerrado del Señor Don Francisco de Paula Rodríguez y diligencias de su apertura y por testimonio del escribano público Don José González Barriga” (1811-1814), (en adelante, Testamentaría de Francisco de Paula Rodríguez, 1811-1814).

[2] Archivo Histórico de la Diócesis de Asidonia-Jerez (en adelante, AHDAJ). Caja 106 Doc. 9. “Copia de los Autos de inventarios formados de los bienes que dejó Joaquina Sánchez, 1822”.

[4] AHDAJ. Caja 110-61-1. “Inventario general de bienes de la Fundación Francisco de Paula Rodríguez, 1855”.

[5] A. Gómez Díaz-Franzón: “La colección artística de Francisco de Paula Rodríguez y Rodríguez-Bejarano (1755-1811), en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), a través de cuatro inventarios”. Desde el templo del Lucero (julio, 2023).

[7] “Un inventario ideal tendría que tener varias cualidades básicas: ser exhaustivo, preciso, exacto, detallado y con evaluación del valor de los objetos que describe. Sin embargo, en la práctica esas cualidades son inexistentes en la mayoría de los inventarios post mortem del período moderno”. (Sobrado Correa, p. 834).

[8] Gómez Díaz-Franzón: Opus cit.

[9] Para estos años, en Sanlúcar sólo se ha publicado el inventario de bienes que poseía, tanto en su casa de la calle Borregueros de Sanlúcar, como los de su residencia madrileña, María Josefa Lorenza Terán Palacios, esposa de Francisco Amorós Ondeano, que fue realizado en 1796, que ha sido dado a conocer por Jesús Vegazo Palacios (2016).

[10] Testamento el 14 de junio de 1851, Mariana de Medina y Dávila, viuda de Pedro Gutiérrez de Acuña y Curado, perteneciente a la nobleza jerezana. Se valora el mobiliario en once mil setecientos noventa y ocho reales (11.798 rs.), los enseres de plata, en doce mil cuarenta y nueve reales (12.049 rs.) y la loza, vajillas, etc., valorado en mil ochocientos treinta y cinco reales (1.035 rs.). (F. Halcón, 2004, pp. 466, 470-471).

[11] La mayor parte de los ejemplos estudiados poseen una fortuna que supera ampliamente los 100.000 reales, siendo ocho los casos en que el valor del conjunto de los bienes es superior al 1.000.000 de reales. (José Manuel Moreno Arana y Juan Antonio Moreno Arana: “Coleccionismo artístico en el setecientos jerezano”, 2018; p. 163)

[12] José Manuel González Beltrán: “Aproximación social a la estructura del capital. Jerez de la Frontera (1750-1790). Trocadero, 2000-2001; p. 244.

[13] Moreno Arana: Opus cit., 1981, pp. 163-164.

[14] Álvarez Santaló, León Carlos y García-Baquero González, Antonio, "La nobleza titulada en Sevilla, 1700-1834. (Aportación al estudio de sus niveles de vida y fortuna)". Historia, Instituciones, Documentos, n° 7, Sevilla, 1981; pp. 125-167.

[15] Álvarez Santaló, L. C. y García-Baquero González, A.: “Riqueza y pobreza del clero secular en la Sevilla del Antiguo Régimen (1700-1834)”. Trocadero, 8-9 (1996-1997); p. 35.

[16] Sobrado Correa, Hortensio: “Los inventarios post-mortem como fuente privilegiada para el estudio de la historia de la cultura material en la Edad Moderna”. Hispania, LXIII/3, núm. 215, 2003, p. 850.

[17] Sobrado Correa, Opus cit., pp. 850-851

[18] Sobrado Correa: Opus cit., p. 853.

[19] Ibidem, p. 841

[20] AMSB. Leg. 11129. Testamentaría de Francisco de Paula Rodríguez (1811-1814). Fols. 118v-119. La diferencia detectada en la suma 47.072 reales se debe a la omisión de los decimales.

[21] Daza Palacios: Opus cit., pp. 77 y 405.

[22] Por ejemplo, en el inventario (1772) del I Marqués de Loreto, Ignacio del Campo, que contaba con una gran fortuna, la valoración de las piezas de orfebrería y joyas ascendió a 188.374,13 rs. (T. Falcón, 2006, p. 291). Asimismo, Diego del Campo, comerciante flamenco en inventario de 1708 (Cerquera Hurtado, 2021, pp. 198-200).

[23] En la cuantía total (7.455 rs) de la plata labrada consignada en el inventario de 1822 se hallan incluidos un crucifijo pequeño de bronce dorado a fuego con peana de lo mismo (100 rs); una peana dorada de un Niño Jesús (20 rs). Ambas piezas se hallan integradas en el artículo publicado sobre la colección artística de Francisco de Paula Rodríguez (Díaz-Franzón: Opus cit., 2023), además de un cáliz con patena y cucharita de plata ubicado en el oratorio de la hacienda de Brevas con peso de veinte onzas á veinte rs. (400 rs).

[24] AMSB. Leg. 11129. Testamentaría de Francisco de Paula Rodríguez (1811-1814). Fol. 22v.

[25] Ibidem. Fol. 28v.

[26] AHDAJ. Sección VIII.13. Caja 105. Copia de Escritura de Poder para testar, otorgado por Doña Joaquina Sánchez, viuda de Don Francisco de Paula Rodríguez, a Don Joaquín Mariano Rosales y Don Marcos Anoncio (18 de enero de 1822).

[27] AMSB. Leg. 11129. Testamentaría de Francisco de Paula Rodríguez (1811-1814). Fol. 68.

[28] Sobrado Correa: Opus cit., pp. 856-857.

[29] Sobrado Correa: Opus cit., p. 841.

[30] AHDAJ. Ref. ES.41091.AGAS/10.I. Doc. 13. Caja 105. “Nota de las alajas, muebles, ropas que quedan en poder del Sor. Dn. Marcos Anoncio pertenecientes a la testamentaría de Dn Francisco de P. Rodríguez”. Estos bienes fueron retirados por Marcos Anoncio el 15 de julio de 1824.

[31] El traje “a la francesa” comenzó a imponerse en Sevilla en los años finales del siglo XVII y comienzos del XVIII (Cerquera Hurtado: Opus cit., p. 197).

[32] Los caballeros españoles, en las primeras décadas del siglo XIX, usaban, como ropa interior, los calzones y la camisa. Los primeros solían ser de algodón, mientras que las camisas, que se acortaron en esta época, eran de lino o muselina y podían tener cuellos y puños postizos, además de las medias. Sobre ello se colocaba el conjunto de la casaca, el chaleco o la chupa – prenda que se ponía sobre la camisa y bajo la casaca - y el calzón. No faltaba la levita. Estas prendas solían estar confeccionadas en lana o algodón. Sobre la camisa se ponía el chaleco, surgido como evolución de la chupa, que tendió a acortarse y perdió las mangas, y era la prenda más colorida del vestuario, teniendo muchos ricos bordados. La vestimenta se completaba con el pantalón, ajustado, que solía ser de un tono distinto al de la chaqueta. Para eventos nocturnos, lo más común era optar por las medias en lugar de pantalones. El calzado más extendido fueron las botas. Se llevaban de caña alta, quedando los pantalones por dentro. A veces, se acompañaban de polainas. Como ropa de abrigo continuó usándose la capa española, además del abrigo propiamente. Entre los complementos, era obligado un sombrero, que podía ser de herencia francesa, como el tricornio y el bicornio (habitual en los conjuntos de noche), o de influencia inglesa como el sombrero de copa alta. Como símbolo de distinción, muchos usaban un bastón, que ocupó el lugar dejado por la espada y se convirtió en un símbolo de poder y autoridad. (María Reig: “La moda de principios del siglo XIX”: https://mariareig.es/libros/los-mil-nombres-de-la-libertad/la-moda-de-principios-del-siglo-xix/ (Consultado: 15-8-2023).

[33] Sobrado Correa: Opus cit., p. 858.

[34] La primera prenda con que se vestía una mujer acomodada era una camisa o chemissette. A continuación, se colocaban las medias y, finalmente, las enaguas, muchas veces sujetas a partir de dos cintas a modo de tirantes. En el vestuario de Joaquina Sánchez no aparecen algunas prendas propias de la época, como corsés, chaquetas, chal, sombreros, sombrillas, guantes o bolsitos pequeños. Éstos últimos parece que se sustituyen aquí por las faltriqueras. (María Reig: Opus cit.).

[35] La silueta de estilo Imperio y del estilo Regencia estaba caracterizada por esa tipología de vestido que había surgido ya a finales del siglo XVIII: el vestido camisa. El corte se marcaba debajo del pecho, las mangas terminaban por encima del codo y solían estar confeccionados en muselina blanca, que presenta a veces discretos bordados. (María Reig: Opus cit.).

[36] DRAE. Monillo: Jubón de mujer, sin faldillas ni mangas.

[37] DRAE. Toquilla: Pañuelo pequeño, comúnmente triangular, que se ponen algunas mujeres en la cabeza o al cuello.

[38] “En el ámbito del calzado, también se apostó por la practicidad. Las mujeres privilegiadas abandonaron el uso de tacones y dieron la bienvenida a los zapatos planos. Normalmente, estos eran muy parecidos a lo que hoy entendemos como una zapatilla de balé. Algunas se ataban al tobillo. Aunque cómodos, eran zapatos extremadamente frágiles que se rompían con facilidad”. (María Reig: Opus cit.).

[39] Álvarez Santaló y García-Baquero: Opus cit., 1981, p. 145

[40] Gómez Díaz-Franzón: Opus cit., pp. 15-16.

[41] Ibidem.

[42] En casi la mitad de los inventarios estudiados por Moreno Arana en Jerez de la Frontera no aparecen los nombres de los apreciadores (Moreno Arana: Opus cit., p. 168).

[43] Bernardo de Hozes fue nombrado Fiel Contraste marcador de plata y oro de Sanlúcar en 1798 por el Ayuntamiento, cargo que parece ocupó hasta su muerte, que debió producirse en torno a los primeros meses de 1833. (Garrido Neva, p. 449).

[44] AMSB. Leg. 11129. Testamentaría de Francisco de Paula Rodríguez (1811-1814). Valoración de la plata y alhajas. Fols. 118-121v.

[45] Gómez Díaz-Franzón: Opus cit..

[46] AMSB. Leg. 11129. Testamentaría de Francisco de Paula Rodríguez (1811-1814). Valoración de mobiliario. Fols. 130-136v.

[47] Ibidem. Valoración de los textiles por el sastre. Fols. 126-130.

[48] Ibidem. Valoración de la calderería, Fol. 136v-137v.

[49] Ibidem. Valoración de las piezas de hierro y cerrajería. Fols. 138-139.

[50] Ibidem. Valoración de los relojes. Fol. 149v-150v.

[51] Ibidem. Valoración de arreos y guarniciones de coches. Fols. 150vto-151.

[52] Ibidem. Valoración de los animales existentes en la caballeriza. Fol. 137v-138.

[53] AHDAJ. Caja 106 Doc. 9. “Copia de los Autos de inventarios formados de los bienes que dejó Joaquina Sánchez, 1822”. Inventario de la plata labrada, joyas y obras artísticas. Fols. 25-26.

[54] Esta cuantía pertenece exclusivamente a las pinturas de la casa residencial (6.517 rs). Las demás obras artísticas, como las esculturas y piezas de bronce se hallan incluidas en las partidas de Carpintería y Calderería. En 1822, Juan José Bécquer volvió a valorar la colección, bajando el precio de algunas pinturas, de forma que la cuantía de éstas quedó en 5.727 reales.

[55] Gómez Díaz-Franzón: Opus cit.

[56] AHDAJ. Caja 106 Doc. 9. “Copia de los Autos de inventarios formados de los bienes que dejó Joaquina Sánchez, 1822”. Inventario de carpintería e imaginería. Fols. 28-30v.

[57] Ibidem. Inventario de los textiles por el sastre. Fols.  27-28.

[58] Ibidem. Inventario del relojero. Fols. 26-26v.

[60] Ibidem. Inventario de la cerrajería y herrería. Fols. 32v-33

[61] Ibidem. Inventario del albéitar. Fol. 33v.

[62]  Ibidem. Inventario de carruajes y equipo. Fols. 32-32v.

[63] Gómez Díaz-Franzón: Opus cit., 2023.

[64] AMSB. Leg. 11129. Testamentaría de Francisco de Paula Rodríguez (1811-1814).

[65] AHDAJ. Caja 106 Doc. 9. “Copia de los Autos de inventarios formados de los bienes que dejó Joaquina Sánchez, 1822”. Fols. 11v-33.

[66] AGAS. Ref. ES.41091.AGAS/10.I. “Inventario General de los bienes de la Fundación de D. Francisco de Paula Rodríguez que en virtud de Real Orden entrega el Sr. Alcalde Constitucional de Sanlúcar de Barrameda Presidente de la Junta Municipal del Instituto de 2ª Enseñanza de la misma, a los Comisionados del Sr. Gobernador eclesiástico del Arzobispado de Sevilla; cuyo inventario principió en 24 de diciembre de 1846 y concluyó en 4 de febrero de 1847”. (1846-1847). Fols. 46-54v.

[67]  DRAE. Peltre: Aleación de plomo, estaño y algún otro metal.

[68] DRAE. Reloj de repetición: reloj que repite la señal horaria que acaba de dar.

[69] Esta “señora mayor” parece referirse a la suegra de Francisco de Paula Rodríguez, que vivía con ellos en la casa de la calle Caballeros.

[70] DRAE. Escaño: Banco con respaldo en el que pueden sentarse tres o más personas.

[71] DRAE. Tortera: Se dice de la cazuela o cacerola casi plana que sirve para hacer tostadas.

 

[72] DRAE. Butaque: Asiento pequeño de madera, forrado de cuero y con el respaldo inclinado hacia atrás.

[73] DRAE. Gavetero: Mueble con gavetas (cajones corredizos que hay en los escritorios).

[74] DRAE. Cangilón: Vasija de barro o metal que sirve para sacar agua de los pozos y ríos, atada con otras a una maroma doble que descansa sobre la rueda de la noria.

[75] DRAE. Limeta: Botella de vientre ancho y corto, y cuello bastante largo.

[76] La casa donde residió Francisco de Paula Rodríguez debía tener su entrada principal por la calle Caballeros, nº 19 (antiguo).

[77] Birlocho: Coche tirado por caballos, descubierto, de cuatro ruedas y cuatro plazas / DRAE. Carruaje ligero y sin cubierta, de cuatro ruedas y cuatro asientos, abierto por los costados y sin portezuelas.

[78] DRAE. Felpudo: Estera gruesa y afelpada que se usa principalmente en la entrada de las casas a modo de limpiabarros, o para pasillos de mucho tránsito.

[79] DRAE. Tomiza. Cuerda o soguilla de esparto.

[80] DRAE. Coyunda: Correa fuerte y ancha, o soga de cáñamo.

[81] DRAE. Pistero. Vasija pequeña con un cañón que le sirve de pico y un asa en la parte opuesta, que se usa para dar de beber a los enfermos.

[82] La onza castellana era una unidad de peso que equivalía a 28,7558 gramos, y estaba dividida en 16 adarmes. El adarme es equivalente a la dieciseisava parte de una onza, y pesaba 1,79 gramos.

[83] DRAE. Despabiladeras: Tijeras con que se espabilan velas y candiles.

[84] DRAE. Mancerina. Plato con una abrazadera circular en el centro, donde se coloca y sujeta la jícara en que se sirve el chocolate.

[85] DRAE. Azafate: Canastillo, bandeja o fuente con borde de poca altura, tejidos de mimbres o hechos de paja, oro, plata, latón, loza u otras materias.

[86] La plata labrada y joyas se tasaron en 45.037, a lo que hay que sumar la corona y corazón de la Dolorosa del oratorio (320), un crucifijo pequeño de bronce dorado (100), una peana del Niño Jesús (20), cuatro candeleros de plata (1.125), cáliz de plata con patena, cucharita y campanilla (320); y un crucifijo grande de bronce dorado (350) que se hallaba en la sala de estrado. (1811), ff. 118v-119. (total: 47.072). La diferencia respecto a la cifra ofrecida en el Cuerpo General de Bienes se debe a la omisión de decimales.

[87] En la cuantía total (7.455 rs) de la plata labrada del inventario de 1822 se hallan incluidos un crucifijo pequeño de bronce dorado a fuego con peana de lo mismo: 100 rs; Una peana dorada de un Niño Jesús: 20. Ambas piezas se hallan integradas en la colección artística (Díaz-Franzón: Opus cit., 2023) y un cáliz con patena y cucharita de plata del oratorio de la Hacienda de Brevas con peso de veinte onzas á veinte rs. (400 rs).

[88] AGAS. Ref. ES.41091.AGAS/10.I. “Inventario General de los bienes de la Fundación de D. Francisco de Paula Rodríguez que en virtud de Real Orden entrega el Sr. Alcalde Constitucional de Sanlúcar de Barrameda Presidente de la Junta Municipal del Instituto de 2ª Enseñanza de la misma, a los Comisionados del Sr. Gobernador eclesiástico del Arzobispado de Sevilla; cuyo inventario principió en 24 de diciembre de 1846 y concluyó en 4 de febrero de 1847”. (1846-1847).

[89] DRAE. Pocillo: Vasija pequeña de loza, como la que se utiliza para tomar chocolate.

[90] AMSB. Testamentaría… Relación de bienes, ff. 49-52 / Relación de bienes valorados por los tasadores: carpinteros, sastre, platero y albeitán, ff. 151-159vto.

[91] AGAS. Inventario… 1847… Inventariado d, fols. 30vto-32vto.

[92]  DRAE. Penacho de plumas.

[93] DRAE. Despabiladeras: Tijeras con que se espabilan velas y candiles. / Espabilar: Quitar la pavesa o la parte ya quemada del pabilo o mecha a velas y candiles.

[94] DRAE. Escaño: Banco con respaldo en el que pueden sentarse tres o más personas.

[95] DRAE. Jumento: Pollino, asno, burro.

[96] DRAE. Hule: Tela pintada al óleo y barnizada por un solo lado, que por su impermeabilidad tiene muchos usos.

[97] DRAE. Fonil: Embudo con que se envasan líquidos en las pipas.

[98] AMSB. Leg. 11129. “Copia del testamento cerrado del Señor Don Francisco de Paula Rodríguez y diligencias de su apertura y por testimonio del escribano público Don José González Barriga” (1811-1814). Valoración de los textiles por el sastre. Fols. 127-129.

[99] DRAE. Anascote: Tela de seda, parecida a la sarga.

[100] AHDAJ. Caja 106 Doc. 9. “Copia de los Autos de inventarios formados de los bienes que dejó Joaquina Sánchez, 1822”. Inventario de textiles por el sastre Fols. 27-28.

[101] DRAE. Nagua: Saya interior de tela blanca.

[102] DRAE. Faralá: Volante compuesto de una tira de tafetán u otra tela y que, plegado y cosido por la parte superior y suelto o al aire por la inferior, rodea las faldas, vestidos y enaguas femeninos, especialmente en algunos trajes regionales.


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Investigación sobre el ilustrado Francisco de Paula Rodríguez (Sevilla, 1755- Sanlúcar, 1811), gran mecenas de la educación en Sanlúcar de Barrameda. Consta de cuatro capítulos temáticos, uno genérico sobre la vida de Francisco de Paula Rodríguez y su legado, gestionado por la Fundación Francisco de Paula Rodríguez, y uno adicional donde se publica el Reglamento del colegio de los escolapios, financiado por la Fundación Francisco de Paula Rodríguez.



"La colección artística de Francisco de Paula Rodríguez y Rodríguez-Bejarano (1755-1811) en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), a través de cuatro inventarios." Desde el templo del LuceroISSN 2990-2661 (2 de julio de 2023)
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"Ajuar doméstico, plata labrada, joyas y otros enseres de Francisco de Paula Rodríguez y Joaquina Sánchez Espinosa, según cuatro inventarios de bienes (1811-1855), en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)". Desde el templo del LuceroISSN 2990-2661 (22023/8/23)










“Viñas, bodegas y vinos de Francisco de Paula Rodríguez, entre 1811 y 1855, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Primeras bodegas documentadas en la provincia de Cádiz, con sistema de criaderas y solera, para la crianza del vino blanco Manzanilla y vinos de color”Desde el Templo del Lucero ISSN 2990-2661 (24 de septiembre de 2023)





"Las bibliotecas de Francisco de Paula Rodríguez (1811), Seminario Conciliar de San Francisco Javier (1831-1842), e Instituto de Segunda Enseñanza (1842-1847), en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)"Desde el templo del Lucero. ISNN 2990-3661 (1-enero-2024). 
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"Vida y legado del ilustrado Francisco de Paula Rodríguez y Rodríguez-Bejarano (Sevilla, 1755 – Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1811). La Fundación Francisco de Paula Rodríguez (1822-2023)". En Desde el templo del Lucero. ISNN 2990-3661 (23-enero-2024).
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"Reglamento del colegio de Escuelas Pías de los Padres Escolapios en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en los albores del siglo XX".
En Desde el templo del Lucero. ISNN 2990-3661 (7-febrero-2024).


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